Jonathan Crane⚠

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Personaje: Jonathan CraneScarecrow.

Tipo de OS: Smut 7u7

Dedicado a: @HijxDeMuggles

Advertencia⚠: CONTENIDO EXPLÍCITO NO APTO PARA PERSONAS SENSIBLES. CONTENIDO ADULTO.

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Llegaste a casa con las compras que te había pedido el famoso villano Scarecrow. Había irrumpido en casa hace más de cuatro meses, a decir verdad no hubo ningún problema para ti en el que se hospedara ahí, debido a que debía idear otro plan para acabar con la vida de Jim Gordon. Tú de igual manera odiabas al detective, él había acusado injustamente a tu hermano mayor que cuidaba de ti y lo mató. Por orden del Pingüino.

—He llegado.—avisaste al verlo de nuevo, creando ese gas. 

Dejaste la bolsa en la mesa, con las cosas que te había pedido y te retiraste.

—Dime Natalia, ¿cuál es tu mayor temor?—lo escuchaste y giraste. 

Jamás en todo el tiempo que estuvo contigo se quitó el saco de la cabeza. 

Te dedicaste a mirar sus hermosos ojos azules y dijiste:

—Que papá vuelva a casa.—susurraste, mientras continuabas secando los trastos. 

Él te miró con curiosidad e inclinó la cabeza, intentando analizarte. 

—Si algo conozco a la perfección, son los miedos de las personas. Y a eso no es a lo que le temes.—respondió. Te tensaste de inmediato.—Temes a la soledad.

Dejaste de limpiar los trastos y dejaste ahí el resto. Te giraste hacia él.

—¿Y qué harás al respecto?—cuestionaste desafiante. Él frunció el ceño con enfado.—¿Rociarme con tu gas del miedo?

—No seas insolente.—demandó. Tú sólo suspiraste.

—¿Y tú a qué le temes?—cuestionaste. Él evitó tu mirada. 

—Yo no le temo a nada.—masculló furioso.

—Todos le tememos a algo.—te acercaste a él.—¿A qué le temes?—susurraste, estando suficientemente cerca de él. Tu mano lentamente subió acariciando su pecho, lentamente hasta los hombros, desconectando lentamente los conductos de la máscara de Scarecrow, él tomó tu mano y apretó la muñeca. 

—No.

Acariciaste sus hombros haciendo que su cuerpo lentamente se relajara, mientras desconectabas el otro conducto.

—No puedes decir que no le temes a nada, porque inclusive el hombre más valiente. Le teme a lo más mínimo.—susurraste, mientras poco a poco comenzabas a quitar la máscara.—Le temes al rechazo.

Al fin la quitaste y pudiste ver su rostro. Tristeza pura. Sin la máscara no era más que un chico triste y melancólico. 

Jonathan Crane era una pobre muchacho lánguido.  

—Te escondes detrás de esa máscara de terror, para evitar que miren lo que eres en realidad.

Los ojos azules de Crane miraron hacia abajo. A pesar de ser sólo unos meses tú habías logrado conocerlo completamente, por fuera y ahora por dentro.

—No tienes que esconderte más.—susurraste. Jonathan levantó la mirada y antes de comenzar a vacilar y comenzar a actuar como un tonto, te tomó de las caderas, juntando sus labios.

Levantaste las cejas con sorpresa y correspondiste. Jonathan se sintió hambriento de ti. Sus labios de él estaban fríos y secos, más sin embargo los tuyos estaban cálidos y jugosos, además de un adictivo sabor. Tus manos fueron al cuello de Jonathan para apegarlo mucho más a ti. Lo necesitabas. 

Scarecrow hizo que retrocedieras hasta que te golpeaste las espalda baja con uno de los bancos y gemiste de dolor. Él te tomó de las piernas y te hizo subir en la mesilla de madera, abriéndose paso entre tus muslos. Jonathan de deshizo de tu blusa al igual que de tus shorts. 

—Quítate esto.—jadeaste, refiriéndose a las ropas de Crane, él se separó de ti y obedeció tu petición. 

Al estar en ropa interior, estaba por volver a ti, pero te bajaste de la mesilla. Te arrodillaste bajo la profunda y lujuriosa mirada azulada. Lo acariciaste sobre su bóxer ganándote un ronco gemido, que te excitó por completo. Bajaste los calzoncillos de Jonathan y sin previo aviso, deslizaste el miembro erecto dentro de tu boca, acariciándolo lentamente con la lengua. 

Jonathan cerró los ojos con fuerza y echó la cabeza para atrás mientras dejó salir un fuerte gemido. 

Se sentía malditamente bien. Mordió su labio con fuerza al verte mover tu cabeza para atrás y para delante, jadeaba cada que tu lengua pasaba por su glande. 

—Joder Nat.—gimió Jonathan. Succionaste con suavidad, haciendo que Joathan se sostuviera de la mesilla, sus piernas comenzaron a hormiguear, mientras un cosquilleo en su vientre era exquisito.—Para. Por favor detente.—suplicó. Sonreíste y succionaste con fuerza un segundo antes de separarte de él. 

Te tomó de la cintura y te volvió a sentar en la mesilla, deshaciéndose de tus pantaletas y desapareciendo el sostén. 

Te besó con suavidad mientras su mano viajó desde tu pezón, hasta tu vulva, donde jugó delicadamente con tu clítoris, haciendo que gimieras durante el proceso. 

—Estás tan lista para mí.—gruñó con sus ojos azules completamente excitados. Inmediatamente se acomodó y se deslizó entre tus pliegues. Gemiste mientras cerrabas los ojos y disfrutabas de la sensación. Jonathan jadeó al sentirse tan bien dentro tuyo. Tan caliente y húmedo. 

Comenzó a mover sus cadera con movimientos suaves, escuchando con atención tus gemidos que lanzabas justo en su oído. Aquello era lo más delicioso que había escuchado antes. 

—No pares de gemir.—gruñó, mientras poco a poco sus movimientos eran duros y rápidos. 

—Ah... más rápido Jonathan.—gemiste, comenzando a sentir el hormigueo en tu cuerpo.

Crane obedeció y movió con rapidez sus caderas, haciendo que la mesilla de madera comenzara a sonar y a moverse conforme sus movimientos, rápidos y constantes, dejandote poco a poco sin aliento. Tus paredes comenzaron a contraerse, con ello el inicio de tu orgasmo. Comenzaste a gemir con más fuerza y Jonathan estaba igual de cerca.

—¡Jonathan!—gemiste con fuerza al explotar en tu orgasmo, haciendo que una corriente te recorriera completamente, haciendo que tus paredes se contraigan aún más.

—¡Joder Nat!—gritó Jonathan al llegar, llenándola por completo. Cerró los ojos con fuerza, disfrutando la sensación y juntando su frente con la de Nat. 

Los ojos azules que tanto te encantaban, te miraron de arriba a abajo. Despeinada, sudada y jadeante.

—Jamás he visto algo más perfecto en mi vida.—susurró él, mientras te acariciaba la mejilla. Tú sonreíste sonrojada y te acercaste lentamente juntando sus labios en un beso tierno.


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𝓖𝓸𝓽𝓱𝓪𝓶→𝓞𝓷𝓮 𝓢𝓱𝓸𝓽𝓼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora