•Diario sentimental.•

Capítulo 3: "Globo explotado".

Querido diario [ 3/4 de enero de 2015 ]...

Metí mi parte positiva en un globo para que se eche a volar. El globo era el único objeto que estaba asegurado. Pensaba que iría mejorando mi vida pasito a pasito, como una subida por las escaleras. Pero volví a pensar mal. Siempre pensé mal, siempre fui engañada por las apariencias. Y es que no todo parece bello, real. Y me di cuenta cuando me pincharon el globo, lleno de colores y felicidad, que se convertió en falsedad, como sustancia negra y oscura como la noche. Mi fe, mi esperanza, mis ilusiones, al vano. Fueron desapareciendo ante mi mirada, triste y con lágrimas. Mis sueños y mis deseos se destrozaron en mis manos, y desaparecieron por el cielo. ¿Por qué la vida es tan oscura? ¿Por qué no puedo vivir simplemente mi vida tranquilamente, sin estar tan agobiada y vacía? Creo que eso no va a pasar nunca. Aunque rezca por todos los dioses que existen en diferentes religiones. Nunca. ¿Por qué? Eso es la gran pregunta, y nunca hay una explicación. Me dejaron caer como un ángel sin alas que quería volar. Y lo peor de todo es que yo ni siquiera quería volar, porque sabía que cada metro que me alejaba del suelo, me haría más daño en la caída. Y así fue. Que más da cambios, si lo que me proporcionan siempre es la misma mierda. Ya estoy cansada de pasear la calle sola, de respirar entrecortadamente porque mis lágrimas no me obedecen. Tiritando en la frialdad del desamor. Que más puedo hacer yo, una nena perdida y desorientada sin compás en un espacio lleno de arena blanca. No sé qué hice para merecerme todo este dolor inevitable. ¿No puedo evitarlo y no estar así de mal siempre, cada día que pase? Yo veo que no, que nuevo año, nueva mierda de vida. Como siempre. Pero no pasa nada, ya estoy acostumbrada a eso. Si es que todo lo oscuro me persigue como una sombra por el día. La vida no me da caminos, sólo uno que es el incorrecto. Y lo tendré que recorrer sola, otra vez. Gracias vida, muchas gracias por ser tan amable conmigo. Aunque la ironia muera en la sahara fría llena de nieve.