Plumas Negras (KookV/VKook)

Capítulo 5°- Eras Tú

Unos toquidos provenientes de la puerta bastaron para hacer estallar en sus caras la fascinante burbuja que los había estado rodeando sin explicación aparente. Ambos se observaron sin saber qué decir o cómo actuar tras lo que estuvo a punto de ocurrir, siendo el pesado sonido de sus respiraciones el único intermediario que cortaba aquella atmósfera cargada de desconcierto.

—Servicio VIP.

Fue el anuncio que dio el trabajador del hotel tras un segundo intento mientras aguardaba en medio del pasillo a que alguno de ellos atendiera su llamado. Jungkook fue quien reaccionó primero tomando la debida distancia, debatiendo el móvil de sus acciones junto con esa sensación de euforia con la que sus latidos golpeaban.

—"¡Qué demonios está pasándome!" —fue el pensamiento que como relámpago sacudió de lleno su cabeza encaminándose hacía la entrada en estado automático, una acción efectuada más por inercia que por voluntad—. ¿Qué deseas? —mencionó Jungkook con irritación hacía el servidor que había interrumpido lo que fuera que estaba sucediendo entre Taehyung y él.

—Disculpe, aquí se encuentra... —releyó por vigésima vez el nombre escrito en la colorida papeleta comprobando que tanto el número de la suite como el chico que alcanzaba a verse en el fondo de la habitación concordaran con la descripción que le habían dado—. ¿Taehyung? —indicó con amabilidad impulsando las pesadas bolsas de compras que llevaba a cuestas para que no continuaran resbalando.

—¡Sí, soy yo! —confirmó enérgico Taehyung con la incertidumbre a flor de piel al acercarse, viéndose bloqueado su camino cuando el brazo de Jungkook jalara con fuerza de los pliegues de su ropa para hacerlo retroceder varios metros atrás, terminando de colocarse desconfiadamente entre el joven trabajador que lo requería y él.

—Para qué lo buscas —arremetió agresivo el guitarrista, tomando por sorpresa al botones que trataba de cumplir con su trabajo.

—So-Sólo he venido a entregarle esta cortesía al joven Taehyung —le oyó excusarse sin demoras conforme alzaba los grandes paquetes que cargaba sobre sus antebrazos, no pasando desapercibido en ningún momento para Jungkook las múltiples marcas de diseñador que sobresalían con elegancia en cada uno de los empaques.

—¿Quién manda todo esto? —exigió saber el castaño una vez los obsequios fueran sobrepuestos en uno de los muebles de la estancia.

—Lo lamento, pero esa es información confidencial, si eso era todo me retiro y perdonen ambos la molestia —hizo una leve reverencia, giró sobre sus pasos y se marchó.

Avanzó entre los amplios pasillos buscando con discreción al cliente que lo había contratado para que cumpliera la orden de surtir al ojiazul con los atuendos más exclusivos que adornaran los aparadores de las boutiques de ropas del primer piso del hotel, lógicamente sin dar un solo detalle o particularidad que revelara su identidad. No tardó demasiado en localizar al esplendido benefactor, ya que tal y como él lo había mencionado, aguardaría paciente por su llegada para oír de su propia boca que su trabajo hubiese sido ejecutado a la perfección. El sonido de la música escapaba por aquellos auriculares que cubrían sus orejas, viendo como el joven simulaba mover las cuerdas de una guitarra imaginaria. Dio unas palmaditas en su hombro tratando de llamar su atención, consiguiendo que bajara sus audífonos para posar su interés en el recién llegado.

—¿Le entregaste el pedido que ordené? — deliberó sin rodeos Yoongi.

—Así es, todo salió como lo dispuso, sin embargo...

—Di lo que tengas que decirme —le altercó Yoongi teniendo una vaga impresión de lo que el botones pretendía informarle.

—El chico que comparte habitación con ese pelinegro me hizo demasiadas preguntas, pude darme cuenta de que no le agradó en absoluto el que recibiera esos presentes —concluyó con su reporte.