Casi una semana atrás, la vida parecía ser más sencilla.
Ella continuó acostada en el suelo. Los rayos del sol pasaban entre las hojas de los árboles del jardín real. El césped era fresco. Era la paz que necesitaba después de su entrenamiento.
— Acompañame a la cena de hoy.
Rumi mantuvo sus ojos cerrados. Estiró sus brazos, siendo inmune al cosquilleo del césped por el uso de su armadura.
Shigaraki se mantuvo una semana siguiendola a todas partes, pidiéndole que fuese con él a la cena. Aquella cena era un evento importante, una reunión entre los herederos de los reinos del mundo y los actuales reyes.
Debido a que un mes atrás el príncipe Shigaraki Tomura había cumplido la mayoría de edad, su asistencia se había vuelto obligatoria.
— ¿No debería estar en sus lecciones de astronomía, alteza?—. Cuestionó con un tono burlón. No necesitaba abrir sus ojos para saber que Shigaraki la miraba con una sonrisa ladina.
— Si, tienes razón —. Asintió Shigaraki, fingiendo meditarlo. Se inclinó hacia el frente, bloqueando el sol que llegaba al rostro de Rumi. Examinó su rostro. Parecía agotada por el entrenamiento de hace unos minutos, el sudor cubría su frente. Su cabello blanco se acomodada perfectamente debajo de su cabeza, otorgándole un poco de comodidad. Rumi siempre tenía un aspecto más relajado cuando estaba rodeada de la naturaleza.— Iré a mi clase, pero en ese caso, tú deberías acompañarme. Eres mi guardiana, ¿No? Tu deber es permanecer a mi lado.
Él nunca había dado órdenes a Rumi. No la consideraba una herramienta o escudo, la consideraba su amiga. Era la persona que estaba siempre para él, apoyándolo en sus mejores y peores momentos.
Rumi permanecía al lado de Shigaraki porque ella así lo deseaba, no por el honor o el dinero que podría obtener si protegía la vida del príncipe. Disfrutaba de hacerle bromas y jugar con él en el palacio.
Ella estaría a su lado sin dudarlo. Él también lo haría.
Incluso siendo muy joven, a Shigaraki nunca le había gustado vagar solo por los pasillos del palacio. Todos los que lo habitaban eran adultos sin expresiones en sus rostros, los cuales lo ignoraban.
Llegó a los diez años sin tener alguien con quien hablar. Su padre estaba todo el día en la sala del trono, y Kurogiri siempre estaba al lado de su padre. La primera persona que lo miró a los ojos y le sonrió fue Rumi, una pequeña de aproximadamente su edad que entrenaba junto a los reclutas con el deseo de ser soldados del reino.
Desde ese día, sin falta, Shigaraki despertaba temprano para llegar al campo de entrenamiento y buscarla.
Rumi era increíble.
Estaba dedicada a su meta, era puntual en los entrenamientos y se quedaba hasta tarde, siempre buscando la perfección en sus ataques. Era buena con todas las armas disponibles, pero el príncipe sabía que la fortaleza de la chica era el combate sin armas.
No pasó mucho tiempo antes de que se volvieran amigos. Y cuando Shigaraki cumplió 15 años, había pedido que Rumi Usagiyama fuese su guardiana personal, cosa que ambos habían acordado.
Rumi abrió sus ojos. Sobre ella, Shigaraki la observaba sonriente, sus ojos marcaban la travesura en sus palabras.
— Sabes que iré a la cena, señor exigente. No se porque insistes tanto.
Rumi lo escuchó suspirar. De reojo, lo vio jugar con el pasto. Shigaraki tenía su ropa habitual, un traje de la corte sencillo de color blanco y marrón. Su cabello llegaba a los hombros y nunca estaba acomodado de manera correcta, Rumi había comprendido tiempo atrás que aquello era a propósito, ese era el estilo del príncipe. Nunca había actuado como uno, al menos, no según su padre.
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DustBunny Week
Фанфик》DustBunny《 es el nombre que se le da al shipp entre Rumi Usagiyama/Mirko y Tenko Shimura/Shigaraki Tomura de la serie Boku no Hero Academia. La #DustBunnyWeek inicia el 3 de agosto del 2020 y concluye el 9 de agosto del mismo año. Su origen es gra...