Día 3: Academia UA

689 94 31
                                    

— Entonces...— Inició Tenko de manera nerviosa mientras examinaba las reacciones de Rumi. Era su oportunidad y no podía arruinarlo. — Estaba pensando en que podríamos ir al centro de la ciudad, ahí tu podrías detectar los sonidos de los robot, ¿No? Lo mejor es evitar el enfrentamiento directo si no sabemos en donde...

— ¡Salgan de ahí, inútiles!

Los ojos de Tenko viajaron hacia al frente. ¿En que momento Mirko se había alejado tanto de él?

— ¡Espera! —. Gritó Shimura mientras extendía su brazo como un intento de alcanzar a Usagiyama. — ¡Debemos tener cuidado con la estructura de los edificios!

Rumi continuó avanzando entre veloces saltos, ignorando a Tenko. La práctica de rescate era obligatoria, solo podía esperar que el compañero seleccionado por su profesor no estorbase en su camino.

Se detuvo en un cruce de caminos e intentó calmarse. Sus orejas se movían intentando detectar a los robots que debían "salvar", pero los jadeos de su acelerado compañero bloqueaban cualquier otro sonido.

¡Mirko!—. Shimura la llamó por su nombre de héroe. Él en verdad se tomaba eso en serio.— Necesitamos...

— Yo me encargo.

Al decir aquello, rápidamente saltó lejos, buscando a los robot que estaban programados como "villanos".

Tenko la miró con incredulidad, ¿No debía ser aquello un trabajo en equipo? Rumi se negaba a siquiera escucharlo.

Sonó un fuerte golpe desde la dirección a la que había ido Rumi. Su cuerpo recuperó la energía, sus pies avanzaron sin dudarlo un instante. En la escena, Mirko golpeaba a los robots de dos metros con sus piernas, el metal de estos recibía claras abolladuras, haciendo notar lo mortal que podía llegar a ser la fuerza de su compañera.

En comparación, sin su quirk, él no podría hacer mucho. Era cierto que Mirko podía encargarse de aquello.

Una extremidad de alguno de los robots pasó sobre su cabeza, asustándolo. Se mantuvo en el suelo, observando desde abajo el frenesí por el que pasaba Usagiyama. ¿Era un efecto secundario de su quirk? No recordaba ver a conejos que disfrutaran de romper cosas.

Un destello llamó su atención. Entrecerró sus ojos, bloqueando la oportunidad que el polvo tenía para cegarlo. En una de las ventanas del edificio más cercano podía ver a un pequeño robot. Los que debían salvar.

— ¡Mirko!—. Gritó. Ella parecía ignorarlo, o quizá genuinamente no podía oírlo.

♡♡♡

— ¡...Y aunque corría peligro por las piezas que lanzabas, tu compañero tuvo que arrastrarse para completar la misión que AMBOS debían completar JUNTOS!

El grito del profesor hizo que Tenko se encogiera en su lugar, asustado por el tono. A su lado, Rumi, quien era la verdadera víctima del regaño solamente parecía aburrida.

Al menos era un regaño en la oficina y no frente a toda la clase.

El profesor pareció notar el desinterés de la chica, no le quedó más opción que suspirar. Acarició sus sienes, intentando calmarse.

— Necesita aprender a trabajar en equipo, señorita Usagiyama—. Dijo finalmente, mirándola con severidad.

— Los equipos son para débiles que dependen de la fuerza de sus compañeros —. Se defendió Rumi. — Lo que necesito es volverme más fuerte por mi cuenta, no dejar que otros se arriesguen en mi lugar.

— La UA educa a sus alumnos con el propósito de que sean grandes héroes profesionales en el futuro—. Exclamó el profesor. — Y aprender a colaborar es uno de los rasgos principales en los héroes.

DustBunny WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora