Capítulo 7: Sufres

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Después de aquella conversación con Soyeon, a Yuqi no le quedaba otra que ir a hablar con la persona a la que podía estar haciendo demasiado daño sin que él tuviera la culpa. Así que, al día siguiente de abrirse en canal a la rubia, se dirigió a casa de su, hasta el momento, novio para romper con él. Le dijo que era lesbiana y que lo quería, pero no como pareja. Lucas aceptó bastante fácilmente la situación y le agradeció su sinceridad para, finalmente, quedar como amigos. En ningún momento le dijo que quien le había ayudado a descubrir su sexualidad era la mejor amiga del chico, pues no lo veía necesario y tampoco quería generar un problema entre ambos, aunque no fuera culpa de ninguno de los dos. Pero, para evitar líos, prefirió guardarse aquella parte de la historia.

El siguiente escalón que debía subir era contar la verdad a su familia. Sabía que no iba a ser fácil para ellos, debido a su cultura y cómo habían sido educados, pero debía ser completamente honesta si quería vivir en libertad. Para poder tomar la valentía que necesitaba, le pidió apoyo a Shuhua, quien dijo que estaría en todo momento a su lado por si las cosas no salían bien. Antes de bajar al comedor, donde sus padres veían tranquilamente la televisión, le dio unas últimas palabras de aliento.

- Yuqi, eres la persona más valiente que conozco y estoy muy orgullosa de ti por hacer esto. Pase lo que pase, en esta casa siempre me tendrás a mí para defenderte. Puede que, al principio, las cosas salgan mal, pero lo acabarán comprendiendo, te lo prometo. - ambas se abrazaron una última vez, respiraron profundamente como cuando eran pequeñas y debían confesar alguna trastada a sus padres y bajaron las escaleras para reunirse con sus progenitores.

- Mamá, papá, ¿podéis apagar un momento el televisor? Necesito deciros algo importante. - la pelirroja se había colocado frente al sofá que ocupaban sus padres, mientras Shuhua se había sentado en el sillón al lado de ellos. Ambos adultos la miraron con cierta preocupación en sus palabras.

- ¿Ha pasado algo grave? No nos preocupes así, hija. - contestó su padre.

- La verdad es que, yendo por partes, he roto con Lucas. Lo quería mucho y es un gran chico, pero no le quiero como algo más que un amigo y no era justo para él seguir en una relación que no le iba a llevar a ninguna parte.

- Bueno, siempre está el hijo de la vecina. Es muy buen chico y... - Yuqi no dejó que su madre continuara.

- Por favor, mamá, estoy intentando decir algo importante, así que déjame terminar. - la mujer se calló y esperó a que su hija volviera a hablar. - Lo que estoy intentando decir es que Lucas nunca me va a poder gustar como algo más que un amigo. Ni Lucas ni ningún chico.

- Por eso no te preocupes, hija. Seguro que el chico ideal está esperando por ti en... - otra interrupción de su madre fue cortada de nuevo por Yuqi.

- De verdad, mamá. Estoy intentando decir algo importante, así que déjame hablar de una vez. - la pelirroja suspiró y se masajeó las sienes. - Estoy convencida de que lo he sabido siempre. Una parte de mí, muy en el fondo y opacada por muchas cosas, me decía que era así, pero he intentado ignorarla por mucho tiempo. Pero es que ya no puedo ocultar lo que me pasa. Por mucho que quiera, no puedo seguir negando la realidad y no puedo vivir angustiada teniendo esto dentro y sin poder sacarlo. - como vio que su madre iba a volver a hablar, lo siguiente lo dijo lo más deprisa que pudo. - Lo que estoy intentando decir es que soy lesbiana y me he enamorado de una mujer.

El salón quedó en un completo silencio. Ninguno de los presentes se movía ni pretendía decir algo con palabras. Yuqi y Shuhua estaban esperando a que sus padres hablaran, mientras estos se encontraban más bien en shock, sin encontrar las palabras necesarias que decir, pero por motivos bien distintos. La primera que se movió, tras un par de minutos que se hicieron angustiosos para todos, fue la madre de Yuqi, quien se levantó para irse a la cocina, pero Yuqi no se lo permitió.

- Mamá, por favor, di algo. - suplicaba, mirándola directamente a los ojos.

- ¿Qué quieres que te diga? Has tomado una decisión que no comparto y no tengo mucho más que añadir. - habló, de la manera más seca que Yuqi había escuchado nunca.

- Pero, mamá, sigo siendo la misma persona que era unos minutos atrás. Que me gusten las mujeres no significa nada. Soy quien soy. - las lágrimas empezaban a asomar por los ojos de la pelirroja.

- Sí han cambiado las cosas. La decisión que has tomado está mal y deberías saberlo. Va en contra de Dios y eso no se puede tolerar. - el tono de su madre se había vuelto más enfadado.

- De verdad, te prometo que no le estoy haciendo daño a nadie. No voy en contra de nada. Y esto no es una decisión que se toma, sino que es quien soy. No lo puedo cambiar. Por favor. - Yuqi ya no controlaba sus lágrimas y comenzó a sollozar sin poder parar.

- Yo... no puedo. - y, sin decir nada más y bajando la cabeza, la mujer salió de la escena. Entonces, fue su padre quien se levantó para abrazar a la pelirroja.

- Escucha, Yuqi. Yo tampoco lo entiendo del todo, pero eres mi hija y te voy a querer siempre. - Yuqi se abrazó más a él, agradeciéndole sus palabras. El hombre se separó un poco para mirarla a los ojos. - Te prometo que lo entenderá. Le va a costar, pero también te quiere y lo acabará aceptando. Tú solo dale tiempo. - acarició su rostro para quitarle algunas lágrimas. - Voy a ir a hablar con ella. - y salió del salón. Shuhua ocupó el lugar de su padre, abrazando a Yuqi con todas sus fuerzas y sentándola en el sofá.

- Como ha dicho papá, mamá lo acabará entendiendo. Pero ahora mismo está en shock.- Yuqi no paraba de sollozar, mientras su hermana le hacía caricias en el cabello. - Te prometo que todo estará bien. Pronto. Estoy muy segura de ello. -y se quedaron allí sentadas y abrazadas, hasta que Yuqi se quedó dormida sobre el cuerpo de su hermana. Incluso con la chica dormida, Shuhua no dejó de hacerle caricias en el pelo. Deseaba que todo aquello se solucionara lo más pronto posible.

Hasta que llegaste tú - YUYEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora