ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪ

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Un joven de veinticuatro años, con bata y cabello castaño oscuro, caminaba entre los pasillos leyendo una carpeta en su mano derecha, mientras que con la izquierda buscaba su móvil.
No se dió cuenta cuando giro en el pasillo del lado contrario también venía un joven con cubrebocas y cabello rubio, chocaron y de no ser por rubio quien lo tomo de la cintura para evitar una caída

—Lo siento, no te vi— una voz ronca pero a la vez suave se colo por los oídos del castaño, con el ceño fruncido y decidido a ignorar esto se giro

—Solo fíjate por dónde caminas— respondió tosco sin mirar al chico, lo cuál hizo sonreír al rubio

—Claro bonito— detuvo unos segundos sus pasos al oír el apodo que, hace un par de años lo hubiera avergonzado  y hecho sonrojar con facilidad. Pero ahora solo provocaba molestia en el castaño.

Decidió ignorar al rubio y seguir con su camino, tenía que hablar con su hermana y pedirle que recogiera a sus hijos del colegio, pues todavía tenía que hacer horas extra.

Boggi es un médico pediátrico, pero podía atender a pacientes de todas las edades por los pocos doctores que había en ese hospital.

Ocurrió un accidente automovilístico y hubo unos cuantos  heridos y tenía que cubrir esas horas y atender a los lesionados.
Cuando su hermana le confirmo que pasaría por sus hijos, retomó su camino hasta una de las salas.

— Buenas noches, Emilio — Hablo cuando entro a la habitación del paciente, hizo las revisiones rutinarias y luego curo sus heridas vendo sus huesos no tan gravemente lesionados.

— ¿Cómo sabe mi nombre ? — hablo apenas con la voz ronca por el esfuerzo

— Está en tu expediente — respondió con simpleza, mientras le colocaba una aguja en el brazo que conducía a la bolsa del suero

— Hola bonito, ¿Cómo se encuentra mi hermano? — Boggi giro su rostro con una expresión de fastidio al ver al chico de cabello rubio con quien había chocado hace un par de minutos, el cuál ahora llevaba la cara descubierta y se daba cuenta que el y su paciente eran gemelos

—Mi nombre es Bogdang Gnatovich, soy el doctor encargado del paciente Emilio hasta que le den de alta, y por ahora se encuentra bien. Solo tiene que descansar y dejar que la medicina haga efecto — Comenzó a hablar de forma fluida sin importarle demaciado que el rubio lo estuviera mirando lo de pies a cabeza — Ahora si me disculpan — se giro hacia la puerta — Tengo otros pacientes que atender — concluyó para luego salir de la habitación.

—Mi nombre es Iván. Iván Martínez, lindo — el castaño apenas escucho antes de cerrar la puerta, rodo los ojos y siguió con su rutina en el hospital. Mientras que en la habitación Iván sonreía 

— ¿Lo conoces? — pregunto extrañado Emilio mientras se acomodaba en la camilla

— No, ¿Me vas a decir por qué tuve que salir de mi departamento a medio polvo? — pregunto  Iván con falso fastidio, ansioso por la respuesta

— Me he peleado con Jimena, solo no quería estar cerca de casa, y no me he dado cuenta que el semáforo estaba en rojo. Yo golpe al otro auto —

—¿Esta vez por qué pelearon? —  pregunto Iván cruzándose de brazos

— Por nada importante en realidad — el pelinegro se quedó pensando en la discusión con su novia. En realidad no habían peleado por algo de importancia, pero ambos eran muy impulsivos y por esa razón peleaban seguido.

—Como sea, ya le avise que estás aquí en diez minutos llega. Despiértame si viene el doctor con bonito culo — se sentó en una silla que se encontraba cerca de la camilla.
Una risa burlona se escuchó en la habitación por parte de Emilio.

ᴘᴀᴅʀᴇ sᴏʟᴛᴇʀᴏ [ʙᴏɢɢɪᴠᴀɴ] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora