ᴘᴀᴅʀᴇ sᴏʟᴛᴇʀᴏ [ʙᴏɢɢɪᴠᴀɴ] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠ

—¡Derek!¿Cepillaste tus dientes? — le pregunto al pequeño castaño mientras acomodaba su camiseta. El pequeño de ojos verdes azulados asintió, estaba emocionado saldría con su Mami, con Hannah y aquel hombre de cabello rubio

Boggi cargo a la niña que no hablaba mucho, llevaba un vestido de flores blancas que resaltaba el tono claro de su piel.
Boggi se sentía un poco cansado anoche no había dormido mucho pensando en si había cometido un error al aceptar la propuesta de Iván, quería creer que estaba bien lo que hacía pero su lado desconfiado le hacia temer por otro posible abandono. Aun que eso no era una cita y Iván no le gustaba, no tanto o quizás si, pero el castaño no hiba a admitirlo

Minutos más tarde se encontraba frente a la camioneta de Iván, este totalmente vestido de negro lo miraba con una sonrisa. Iván tampoco había dormido por primera vez estaba nervioso, Boggi le gustaba y le gustaba mucho todo de él le gustaba y aunque tenía que conocerlo más a fondo, por ahora solo se conformaba con el mal humor y las sonrisas repentinas del castaño.

Al fin de cuentas Boggi subió a su auto, la pequeña Hannah no entendía por que estaban con el chico de cabello rubio loque si sabia era que es muy bonito como su Mami

Llegaron a una cafetería en el centro, el ambiente entre ambos era un tanto incómodo, a un que Iván estaba tan contento que no lo notaba, pero Boggi si lo sentía

—Normalmente paso por aquí siempre que voy a mi trabajo—  hablo el rubio, sonrió mientras disimuladamente Derek le tomaba la mano,el pequeño castaño frunció el ceño al darse cuenta que el rubio no hizo nada para apartarlo al contrario lo tomó con una pequeña sonrisa

—Nunca había venido — Boggi miraba asombrado el lugar todo era rústico y había un olor agradable a café y pan recién hecho

Encontraron una mesa cerca de la ventana y sin dudarlo se sentaron ahí, estaban esperando a que les tomarán la orden.
Derek estaba sentado junto a Iván y Hanna en una silla para bebés a lado de Boggi

Boggi sonreía a su pequeña quien balbuceaba cosas sin sentido

—¿Cuántos años tienen?— Preguntó Iván intentando iniciar una conversación con Boggi

— Derek tiene seis y Hannah recién cumplió cinco — respondió acariciando el cabello casi rubio de la pequeña

En ese momento una de las meseras se acercó a tomarles la orden, ahora sólo tenía que esperar. Cuando Derek se levantó para ir al baño, dijo que descubrio una zona de juegos así que fue y se llevó a Hannah con el

Iván no sabia sobre que hablar con Boggi, había muchas cosas sobre el que quería saber, pero no quería hostigarlo.

—Ahora me doy cuenta por que te vez más güero que ayer — se mordió el labio para no reírse, Iván lo miró un momento hasta que comprendió a lo que se refería

—De casualidad por qué mi ropa es toda negra — sonrió de lado, enternecido por la sonrisa que Boggi tenía en su rostro

—Eres muy frivolo— se rio

—Y tu eres muy lindo— contestó el rubio a lo cual es castaño dejo de sonreír y se puso serio aún cuando Iván sonreía.
Ante la insistente mirada de Iván, el castaño miró hacia otro lugar intentando ocultar su sonrojo —Dame una oportunidad— pidió ahora de una forma seria, Boggi palidesio no quería equivocarse, enserio que no pero Iván solo lo hacía difícil —Por favor — volvió a pedir y Boggi no lo soporto más, sus ojitos verdes se cristalizaron tenia ganas de llorar
Iván se preocupo ¿Había dicho algo que no debía?

—No puedo—murmuró con la voz quebrada, daba gracias a que estaba en una mesa tan alejada de los demás —Lo siento— su miedo podía más, las tantas preguntas que siempre lo atacaban volvieron a su mente, atormentandolo

—¿Por qué? — estaba preocupado pero tan bien molesto au que no quería estarlo —¿Por qué lloras? — Boggi lloraba silenciosamente, el dolor y los sentimientos que había guardado hace cinco años habían vuelto —Si no me dices no puedo ayudar — murmuró al borde de la histeria, quería ayudarlo, quería ser que lo tenía tan mal

—Te iras... — susurro cuando logro calmarse, pero Iván no entendió a lo que se refería —Como todos, te iras...— Boggi no lo estaba mirando directamente, se etaab abriendo hacia el y estaba seguro que después de eso Iván no volvería a acercarse él y eso dolía

—Bien...— comenzó a decir el rubio, tomó aire ante la atenta mirada de Boggi —No se que inbecil te lastimo— escupió con evidente molestia —Pero estoy tratando de acercarme a ti, estoy tratando de tener una relación contigo por que me gustas, me gustas demaciado— Boggi sintió un escalofrío en su espalda —No me importa que seas un huraño grosero por que yo también lo soy — soltó una risita —No me importa que tengas dos presiosos hijos por que a mi también me agradan y estoy seguro que con el tiempo aprenderé a quererlos y cuidarlos, espero que también ellos — el mismo se sorprendió por sus palabras, es decir el nunca diría algo tan cursi a nadie.
Entonces se dio cuenta y es que Boggi no sólo le gustaba, estaba perdido por el —Solo te pido una oportunidad, no te lastimare, ni a ti, ni años niños — y entonces tomo la mano del castaño sobre la mesa

—Tiempo...— murmuró sin aliento, las palabras de Iván era justo lo que necesitaba escuchar, es decir, si no se arriesgaba, nunca encontraría a alguien especial —Dame tiempo, podemos....no se ~... salir los cuatro juntos, pero... — Iván sonrió una sonrisa sincera y esperanzada, cosa que hizo sonreír a Boggi, poco a poco iba dejando salir de nuevo a ese joven que una vez fue

—Eso está bien — apretó su agarre a la mano de Boggi

Pasado un par de minutos llegó su desayuno y Boggi tuvo que ir a buscar a los pequeños mientras que Iván recibía una llamada de su secretaria

—Señor Martínez, siento mucho interrumpirlo pero se presentó el señor Víctor y quiere verlo ahora — Iván frunció el ceño, escucho la voz preocupada de su secretaria, justo ahora era lo que menos quería escuchar

—Ahora no puedo prepara una cita durante la semana— respondió el rubio, se disponía a cortar la llamada cuando Boggi se acercó a él con Derek y Hannah. Boggi traia una presiosa sonrisa en el rostro

—Dice que no puede esperar, mañana mismo tiene que salir del país y no regresará hasta dentro de unos meses — suspiro

—Bien arregla una por la tarde cerca de las tres — y corto la llamada. No podía irse ahora que Boggi había accedido a intentarlo

—¿Todo bien? — preguntó el castaño atento al rubio

—Todo bien, bonito— y esta vez Boggi se sonrojo, la molestia que sentía antes por ese apodo, desapareció

Besos en el siempre sucio