ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪx

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Boggi se encontraba en su habitación recostado sobre su cama con un sonrojo, se mordía el labio ansioso.

Bien recapitulando, había pasado alrededor de diez minutos besándose con Iván, cuando ambos creyeron que era suficiente se separaron, aún cuando no querían hacerlo, por el momento era suficiente.
Iván había mantenido una sonrisa miéntras comían y el castaño sonreía nervioso y tímido por su mente pasaba la pregunta »¿Lo habrá hecho bien? «, le ponía nervioso pensar que quizás haya cometido un error y que Iván no quiera volverlo a besar, sin embargo, el rubio besaba muy bien.
Mordia su labio con suavidad sin ser consciente de los gemidos que Boggi no dejó salir, moriría de vergüenza si lo hubiera hecho.

Estaba hecho un lío, contento y de alguna manera satisfecho, pues cinco años habían pasado desde que tuvo ese tipo de contacto físico con otra persona, no podía negar que su deseo sexual despertó desde el momento que Iván rozo sus labios, lo necesitaba, era adulto y tenía necesidades, sin embargo, nunca se atrevió a tocar se por si mismo, simplemente ignoraba sus deseos.

Por otro lado se encontraba Iván, casi igual que Boggi, con una enorme sonrisa miéntras lavaba los platos que habían usado, se había ofrecido encantado de ayudarle al castaño, quien subió para bañarse.

Con lo que había sucedido Iván confirmó que estaba enamorado de Boggi, lo deseaba y lo quería, le gustaba todo de Boggi, el castaño era totalmente perfecto.
Hace apenas unas semanas solo era atracción física, pero ahora estaba completamente enamorado de él, intentaria más con él castaño, poco a poco como el lo había pedido.

Por ahora se bañaria y luego intentaria volver a besarlo, lo necesitaba, le había encantado la forma tímida en la que Boggi le había correspondido el beso, sin embargo a los minutos se le olvidó aquella timidez y lo tomó del cuello para acercarlo más a él, sólo de recordarlo regresaban las ganas de querer besarlo nuevamente.

Boggi se estaba vistiendo, llevaba un pantalón negro un poco rasgado de las rodillas y una camisa negra, hoy no tenía que salir era su día libre, no tenía nada que hacer.
Finalmente salió de su habitación, encontró a Iván por el pasillo hacia su habitación, Boggi se ruborizo al instante.

- Iba a buscar un poco de ropa bonito - casi había olvidado que la ropa del rubio se encontraba en su habitación

-¡claro! Puedes usar el baño de mi habitación - dijo mientras desviaba la mirada del cuerpo contrario

- Bogg.. - dijo el rubio con una voz más gruesa de lo normal, se acerco al castaño y dudo en tomar su mano, después de unos segundos cogio su mano con cuidado, la mano del castaño estaba cálida a comparación de la suya la cual estaba fría por haber lavado los trastes

Bogg sintió como su corazón se aceleraba, estaba nervioso pero también quería abalanzarse sobre Iván y besarlo nuevamente, lo deseaba y quería hacerlo, ahora sus bebés no se encontraban en casa y podría hacerlo sin problema

Cuando sintió la respiración de Iván cerca de su boca, mordió su labio inferior ansioso

- ¿Puedo hacerlo?...¿Puedo besarte? - un escalofrío recorrió su espalda, la voz del mayor sonaba tan malditamente ronca.
Sin pensarlo asintió con un rubor en sus megillas, la sonrisa satisfecha de Iván sólo lo sonrojo aún más

Boggi cerró los ojos esperando los labios de Iván, los cuales no tardaron en juntarse con lo suyos con gentileza y cariño.
El agarre de sus manos desapareció siendo remplazado por uno en su cintura, tímidamente subió sus manos a los hombros del rubio, acariciando de ahí hasta su cabello, sintió como el bello de Iván se estaba erizando, eso era buena señal o eso esperaba.

ᴘᴀᴅʀᴇ sᴏʟᴛᴇʀᴏ [ʙᴏɢɢɪᴠᴀɴ] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora