ᴘᴀᴅʀᴇ sᴏʟᴛᴇʀᴏ [ʙᴏɢɢɪᴠᴀɴ] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏɴ

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɪɪɪ

Es fin de semana y un castaño salía contento de su trabajo ya que podría disfrutar de la tarde junto a sus bebes. Era sábado y su jefe le había dado el resto de tarde y todo el domingo, siempre hacia horas extras y le gustaba que su jefe reconociera su excelente trabajo.

Su pequeña Hannah estaba al cuidado de Mia, al prometido de su hermana le dieron el alta al rededor de las diez de la mañana y ahora se encontraba completamente bien solo necesita guardar reposo. Su hermoso hijo Derek tenia una actividad en su colegio, era una mañana de juegos que hacían una vez cada mes y por estar a finales de mes correspondía ese día para hacer las actividades.

Había prometido ir por el a su escuela y pasar por algún antojo que el pequeño quisiera, para finalmente ir por su pequeña princesa.

—¡Oh! Saliste temprano bonito— su sonrisa se borro al percibir la sensación de calidez en esa voz, tan ronca pero a la vez tan suave que lo tranquilizo por un instante. NO, no le podía causar nada, no podía sentir nada y no debía.

Ignorando por completo al rubio, apresuro sus pasos hacia su carro, que por desgracia había estacionado lejos, para no estorbar a las ambulancias

—Me gusta cuando llevas ropa normal y no esa bata, aun que también te queda muy bi...— lo interrumpió abruptamente al detenerse frente a el

—Déjame en paz, tengo cosas importantes que hacer— contesto Boggi con una mirada que según el castaño era amenazadora, pero a los ojos de Iván era mas como de una ardilla malhumorada. Prosiguió a caminar hasta su auto

—Puedo ayudarte con tus cosas— insistió el ojiazul sonriendo embobado por la cercanía de ambos cuerpos. Con un suspiro de frustración el castaño miro el auto que estaba siendo remolcado. Cuando llego por la mañana iba tan apurado que no se dio cuenta de la señal de NO ESTACIONAR

—¡Mierda!— susurro con molestia—¡No!¿Por que?— Tenia que ir a recoger a su bebe al colegio, le prometió que lo haría y solo faltaba veinte minutos para que saliera y en metro tardaría una hora en llegar

—¿Es el tuyo?—pregunto desconcertado el ojiazul

—Eso a ti no te interesa— contesto molesto y lleno de angustia. ¿Ahora que haría?, no podía pedirle a su hermana que fuera por Derek, ella estaba demasiado ocupada cuidando de Lucas y por si fuera poco también de Hannah

—¿Tienes prisa?, ¡Oh! ¿Algún compromiso?— al no recibir respuesta del castaño prosiguió —Quería invitarte a salir ya te lo había mencionado, pero aun asi te lo repito— comento el rubio

—¿Si salgo una vez contigo me dejarás en paz?— dijo con un tono no tan enojado, mas bien había sonado con malicia, algo tramaba y el rubio no le importaba con tal de estar unos minutos con el castaño

—No prometo nada, bonito— sonrió mostrando sus dientitos blancos. Boggi lo miro con los ojos entrecerrados, pero ahora no le importaba nada mas que ir por su bebe al colegio

—No importa...¡Vamos!— grito sacando de su ensoñación en la que se había sumergido el rubio

—Tranquilo, bonito— con una risita se acerco a su auto, un auto deportivo negro. El castaño no dudo en montarse en el asiento del copiloto, por su hermoso bebe haría lo que fuera, a un que esta situación no estaba tan mal

—Llévame al colegio, Arrels— contesto boggi, el rubio frunció el ceño al ver la impaciencia del castaño

—Quería llevarte a almorzar primero, pero...— fue interrumpido por el de ojos verdes

—Eso luego, ahora llévame ahí, Derek me espera— ansioso miraba por la ventana, ya se había retrasado demasiado

—¡Oh! si, mi hijo— murmuro sonriendo, mientras hacia arrancaba el coche

Sin mas manejo con rapidez y cautela hacia el colegio del pequeño castaño, ese niño le simpatizaba bastante, no lo conocía, pero había visto como le estrellaba el carrito de juguete en la cara de Jimena. Sin poderlo evitar soltó una risita al recordarlo, su carita pequeña y delicada con esos ojos verdes es precioso como su padre

—¡Aquí!,¡Ahí esta!¡Ahí esta!—  dijo emocionado dando saltitos en el asiento del copiloto al ver a su pequeño, quien miraba a todas partes buscando a su mami—¡Derek! cariño— Lo llamo sonriendo, el pequeño al escuchar la voz de su padre corrió hacia el

Iván miraba todo desde el interior del auto y no podía evitar pensar ¿Dónde se encontraba el padre de ese par de demonios?. Por que si, esa niña hermosa a al que Boggi llamo Hannah, lo había obligado a cargarla y en un par de minutos se había quedado dormida, gracioso que lo hayan obligado dos niños que no son mayores de los diez años. A los minutos entro el castaño con el pequeño en el carro

—Puedes dejarme en el centro comercial y luego perderte—  dijo dándole un beso en la frente a su pequeño, quien miraba con emoción al rubio

—Me siento usado— contesto Iván mientras ponía en marcha el auto —Te traje aquí y no pienso dejarte en otro lugar para que vuelvas a tu casa solo — Dijo fingiendo indignación —Además te prometi un almuerzo y eso hare—el castaño rodo los ojos —Te llevaré a comer y después te dejaré en tu casa—

Boggi no dijo nada simplemente se volteo hacia la ventana y sonrío sin que el rubio lo viera, no quería admitir que la forma en la que Iván le hablaba le agradaba. No podía admitirlo y debía alejarse de él

Con él auto estacionado y un silencio incómodo, Boggi decidió salir del auto, camino con Derek de la mano mirando tiendas y demás. El pequeño le enseñaba cosas que llamaban su atención.

Boggi se sentia tranquilo hace ya unos meses que no salía con su pequeño príncipe, gracias a que tenía mucho trabajo. Iván los seguía de cerca, los miraba y aún que para el fuera extraño no se encontraba aburrido o desesperado, no es más le gustaba ver como el castaño, quien a los ojos de Iván parecía un cachorrito sonriendo y brincando con su cría se veía hermoso, pero también había notado las miradas curiosas que el pequeño le dedicaba, en las cuales el solo atinaba a so reír un poco

Besos en el siempre sucio