The Perfume On You | JeongCheol

XXIX

         Aquel día domingo por la mañana, desperté creyendo que había tenido el más increíble sueño de toda mi existencia. Pero en cuanto me volteé, en un comienzo por mera curiosidad, descubrí que no se trataba de un sueño en absoluto. Las imágenes aparecieron en mi cabeza y paulatinamente fueron haciéndose cada vez más claras.

         El día sábado, cerca del atardecer, Won Woo me había enviado un mensaje con la dirección del lugar en el que nos encontraríamos. Cuando busqué el sitio en el mapa virtual, mi entrecejo se frunció al enterarme de que se trataba de un bar. ¿Won Woo realmente había escogido un bar para celebrar mi cumpleaños? No, no. Eso definitivamente era obra de Min Gyu.

         Me apresuré porque, sin darme cuenta, se me había hecho tarde leyendo los mensajes de Won Woo, y ya iba con diez minutos de retraso. A pesar de que finalmente llegué al bar casi treinta minutos más tarde, el sitio se encontraba vacío, excepto por un barman que estaba tras la barra preparando unas bebidas. Por supuesto, me acerqué a él para consultarle si había visto llegar a mis amigos, pero antes de siquiera pronunciar una palabra, él se adelantó preguntándome si yo era Seung Cheol. En cuanto di el afirmativo, un estruendoso ruido me hizo saltar; cinco personas me desearon al unísono un feliz cumpleaños, y yo sólo conocía a dos de ellos... 

         —¿Qué demonios está pasando? —les dije a Won Woo y Min Gyu una vez que nos encontramos a solas, mientras observaba a los otros tres tipos que, por cierto, nadie se había tomado la molestia de presentarme.

         —Son amigos de Min Gyu —contestó Won Woo.

         —Te partirás de la risa con ellos una vez que los conozcas, lo prometo —secundó Min Gyu.

         —Podrías al menos hacer las presentaciones correspondientes.

         —¿No lo hice? —preguntó Min Gyu desconcertado, sin admirarme por su torpe actuar—. Creí que sí lo había hecho. 

         Seung Kwan, Seok Min y Soon Young. Resultó que Min Gyu tenía toda la razón al advertirme que me partiría de risa con ellos. No exagero cuando digo que jamás había reído tanto en mi vida; mi estómago llegó a doler, incluso lágrimas de risa lograron escapar de mis ojos. Pero algo comenzó a preocuparme: Jeong Han todavía no llegaba y no había respondido mi mensaje donde le adjunté la dirección del bar. Min Gyu fue el primero en darse cuenta de mi insistencia por observar mi teléfono. 

         —¿Esperamos a alguien más? 

         —Sí, a Jeong Han —respondí con mi mirada aún en la pantalla, sin percatarme de que Min Gyu y Won Woo me contemplaban con miradas sospechosas y sonrisas extrañas, hasta que alcé mi vista hacia ellos y lo noté—. ¿Qué?

         —¿Cómo que qué? ¿Acaso no es el chico de la cafetería, el que te regresó la carpeta? —preguntó Won Woo.

         —Sí, el del suceso extraño del perfume —añadió Min Gyu con su mandíbula desencajada debido al asombro.

         Los otros tres chicos nos observaron curiosos por saber de qué hablábamos. O tal vez sólo miraban porque se sentían excluídos de la conversación. Cualquiera haya sido el caso, me pareció que acabar con el tema era lo correcto.

         Pedimos unos tragos livianos para comenzar. La celebración del señor Yoon del día viernes aún me pesaba en el estómago y no quería acabar hecho un desastre el día de mi cumpleaños.

         —¿Y finalmente pudiste resolver el gran misterio? —preguntó Min Gyu, poniendo nuevamente el tema sobre la mesa.

         —No, en realidad. Decidí olvidarme de eso, al menos por un tiempo.