XI

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Miércoles 6 de mayo, 2020

Querido Abraham Lincoln:

¿Es demasiado extraño si confesara que, cuando estoy en la oficina del señor Yoon, puedo predecir que Jeong Han entrará por la puerta un minuto más tarde? Lo es, ¿verdad?

         Pero lo extraño no acaba allí, porque esto no se debe a que haya memorizado su forma de caminar y pueda sentir sus pasos aproximarse por el corredor; tampoco es porque pueda oír su voz cuando saluda a los demás trabajadores mientras se encamina hacia la oficina. Me encantaría decir que es debido a una de estas opciones razonables, pero la verdad es que el misterio ha regresado para torturarme nuevamente; cada vez que Jeong Han está por dirigirse hacia algún lugar en el que me encuentro, puedo sentir su perfume. ¡Cuánto quisiera que la causa sea que Jeong Han usa abundante perfume!, pero esto pareciera no tener explicaciones racionales, porque cuando Jeong Han se encuentra a pocos metros de mí, ya no puedo sentirlo.

         En cuanto me di cuenta que esto comenzaba a ser un suceso recurrente, inicié un registro mental del tiempo que tardaba Jeong Han en aparecer y concluí que era alrededor de un minuto. A veces le decía al señor Yoon que su hijo estaba por entrar a la oficina, y cuando Jeong Han se iba, él me exclamaba con su rostro lleno de asombro: ¡Todavía no me explico cómo lo haces!

         No me atrevo a decir que las cosas serían más fáciles si supiera a qué se debe este misterioso enigma que me tiene con tanta intriga, pero al menos me quitaría un gran peso de encima. Aunque debo admitir que, de vez en cuando, temo conocer la verdad.

The Perfume On You | JeongCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora