XXI

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Domingo 19 de julio, 2020

Querido Abraham Lincoln:

Llevo casi tres horas intentando dormir y no he podido pegar un ojo ni por diez minutos. Por suerte, escribirte siempre me ha tranquilizado, es por ello he decidido levantarme para contarte una vez más sobre los últimos acontecimientos que han sucedido.

         El jueves por la mañana, se acordó un viaje de negocios para los días viernes y sábado, a Japón y China respectivamente. En un principio me sentí afligido porque el viernes era el cumpleaños de Won Woo, y ese día me encontraría en Tokio ayudando al señor Yoon y a Jeong Han a firmar contrato con los empresarios, pero Jeong Han logró animarme. Incluso el viernes, cuando me invitó a almorzar después de la comferencia, me recordó que era el cumpleaños de Won Woo, el cual había olvidado completamente por la tensión que sentí desde el día anterior, y hasta me acompañó a comprarle un obsequio después de obligarme a usar su teléfono para llamar a mi amigo y saludarlo, porque mi teléfono no funcionaba en el extranjero.

         Ese mismo día por la noche, viajamos cerca de cuatro horas hasta Hong Kong, donde tuvimos algunas complicaciones para llegar a un acuerdo, pero finalmente todo resultó de maravilla y el señor Yoon no podía más de felicidad.

         Y por supuesto, no iba a perder la oportunidad de molestar a Jeong Han una vez más por su comportamiento en el primer vuelo, cuando se emborrachó. No podía evitarlo, porque la escena había quedado tan grabada en mi memoria como si hubiese ocurrido hace pocos minutos atrás. Su voz todavía se oye tan clara en mi cabeza... Jeong Han es el tipo de persona que es capaz de ser divertido, tierno y molesto a la vez. Si hubieses estado allí para verlo, pensarías igual que yo. 

         ¿Puedes creer que Jeong Han se desconsoló tanto porque creyó que había arruinado nuestra amistad con el espectáculo que se montó en el avión? Me catalogó como mal amigo cada vez que halló una oportunidad, pero ¿quién tomaría en serio a una persona ebria? Es más, cuando ya estaba sobrio, no cabía duda de que nunca quiso decir esas palabras por lo avergonzado y apenado que se encontraba cuando nos encontramos a solas.

         Ahora que lo pienso, ¿por qué a Jeong Han le afectó tanto? ¿Por que pensaba que nuestra amistad estaba arruinada por una insignificancia como esa? Yo jamás dejaría de ser amigo de Jeong Han, mucho menos por algo así.

The Perfume On You | JeongCheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora