—Hola cariño— Sandeul me abraza apenas me ve llegar, es un abrazo rápido porque estamos sobre el tiempo— ayúdame a colocar la mesa, Harie justo acaba de llegar y estábamos en eso.
Le di la noche libre a TaRa, sé muy bien que aquí nos quedaremos hasta mañana porque los señores Kim son demasiado conversadores y desde que Seokjin les insistió en conocer a todos sus amigos— pues ellos sólo habían tratado con Yoongi— resultó que se llevaron excelente, nunca había visto a Seungmin reírse tanto y tan seguido por culpa de las ocurrencias de Jungkook.
El mencionado sale de la cocina chupándose los dedos, apenas me nota, se paraliza.
—En mi defensa, diré que al menos no fue el pastel— levanta las manos, niego con la cabeza, es que son iguales— gusto en verte, Kaet, muy preciosa.
—Muy apuesto, señor Kim— sonríe agradecido, disculpándose conmigo para irse a sentar.
Harie me propina una nalgada y me guiña un ojo pasando por mi lado, tan descarada como siempre, al entrar a la cocina veo a demasiada gente ya ocupándose de todo, por lo que no entiendo porque necesitan mi ayuda.
Esta cena fue algo que se nos ocurrió a Sandeul y a mí, para Seokjin no hay cosa más importante que su familia y amistades, por lo que obviamente pasar su cumpleaños número treinta —sigue odiando que le recuerden ese número— cenando y rodeado de a quienes ama, es definitivamente un plan perfecto.
—¡Ya están aquí!— grita Harie, asustando a Seungmin.
Entonces, Sandeul entra en pánico también y le pide amablemente a todo su personal contratado abandonar el lugar por la puerta trasera, lo hace muy amablemente, pero temblando de los nervios.
No entiendo porque, Seokjin es tan despistado que estoy seguro que no se espera una reunión en su honor, apagan las luces, tampoco entiendo porque, pero me quedo quieta en mi lugar al lado de Harie.
—Chicos— escucho su voz, agotada y a punto de perder la paciencia. Ese es mi hombre.— yo los aprecio mucho, pero quiero irme a mi puta casa a dormir.
Luego murmura una maldición por las luces apagadas, Jungkook le dice que tal vez se fue la luz, el pasillo de entrada es bastante largo y todo se escucha.
Escucho a Seungmin reír con malicia, alcanzo a distinguirlo moviéndose hacia el equipo de sonido y temo por los nervios de Seokjin.
Es justo así, las luces se encienden y una canción randoom suena a volúmenes inaguantables, Seokjin brinca y grita en su lugar muerto del susto mientras su padre se ríe de él, Harie contiene la risa.
—¡Kim Seungmin!— regaña Sandeul— no puedo contigo.
Cuándo el susto se le pasa, todos se acercan a saludarlo y abrazarlo, Harie me avisa que Mirai llegará en unos minutos más, mientras Seungmin lo abraza más fuerte que el resto y le canta “felices treinta” haciéndolo malhumorar.
Hasta que por fin es mi turno de sonreír y abrazarlo.
—Feliz cumpleaños, mi amor— me coloco en las puntas de mis pies para poder darle un pequeño beso a esa preciosa sonrisa que trae.
—Entonces eso de que no ibas a poder salir de trabajar temprano era pura paja para arreglar todo esto— asiento, efectivamente así fue— y como yo soy tonto, resultó bien.
Eso también es muy cierto.
Tomamos asiento minutos después, Mirai llega en el instante perfecto y felicita a Seokjin antes de sentarse junto a Taehyung, todos están conversando y pasándola bien, Seungmin se encarga de avergonzar a su hijo contando historias de su adolescencia y Yoongi corrobora todo lo que dice, entonces Taehyung está limpiándose las lágrimas por la risa y Jungkook se atraganta con la comida para que Seokjin no lo juzgue por reírse.
—Treinta malditos años y tú sigues avergonzandome— le dice, indignado.
—Puedes tener ochenta, pero si yo sigo vivo, siempre contaré las mismas historias de mi hijo el estúpido.
Y así es toda la cena, Seungmin contando disparates y Seokjin gritando que no es cierto, que así no sucedieron las cosas.
Me levanto para ir al baño, es más bien una excusa para poder responder a mi teléfono que vibra con insistencia, pero tengo el presentimiento de que ya sé de quién se trata y comienzo a hartarme.
Efectivamente así es.
Número desconocido
Felicita a mi hermanito de mi parteSeguro la pasó muy bien antes de ir contigo.
Luego hay varias fotografías de Seokjin junto a una mujer, que si bien no es de mi agrado, la conozco.
Se trata de su ayudante, pasan la mayor parte del tiempo juntos por lo mismo, porque ella podría considerarse una secretaria para Seokjin, lo repito, ella no me agrada para nada, me causa repelús, pero confío en Seokjin y me ha dicho en más de una ocasión que ella no representa nada para él y que sólo está ahí porque hace bien su trabajo.
No importa cuántas veces bloquee el número, él continúa apareciendo, tendré que hablarlo con Seokjin después de la cena.
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LOVE INK»KSJ
FanfictionSeokjin pertenecía a ese grupo de personas que eran juzgados por el número de tatuajes que cubrían su cuerpo. Kaet perteneció por momentos a ese grupo de personas que juzgaba a los demás por su apariencia, así que en su mente, criticó a Seokjin por...