LOVE INK»KSJ

56

Tres meses

Seokjin

—Cielo— la sonrisa tensa y falsa de Kaet me impide mantener mi seriedad, me inclino a su altura y así puede hablarme al oído— quiero que nos larguemos de esta porquería de cena en este instante ¿se puede? ya me harté.

La mujer que la había interceptado para hablar vuelve a reírse y aprieta su hombro, Kaet le sigue la risa aún cuando no tiene idea de cuál es el motivo.

Este era un evento importante para mis padres, se supone que yo vengo para apoyar a papá y lo mismo sucede con Kaet, ella viene a darle apoyo a mamá, hay varias personas pertenecientes a los medios que están fotografiando y escribiendo que montón de cosas en sus libretas, seguramente al despertar el día de mañana, nos encontraremos con todo tipo de artículos.

—Tendrán que disculparnos— me levanto, tomando la mano de Kaet en el proceso para que haga lo mismo, el problema está en que quiénes nos acompañan en la cena, también se levantan— pero es bastante tarde y estamos cansados.

—¡Claro que no! es comprensible— tararea entre risas uno de nuestros más recientes socios—el estado en el que se encuentra la señorita Kim ha de requerir mucho descanso.

La noticia del embarazo de mi Kaet se regó con rapidez, así como también se supo acerca de ella trabajando con mi madre, al principio habían sido solo rumores que Kaet había preferido no confirmar alegando que no quería escándalos, pero ahora no existía manera de negarlo, menos con ambas frecuentando juntas los mismos lugares, asistiendo a conferencias y de más, ahora todos sabían que Kaet era la mano derecha de mi madre.

Unas últimas sonrisas antes de poder partir al fin, no esperamos a encontrarnos con mis padres y despedirnos, preferimos salir directamente hasta el estacionamiento y una vez Kaet sube al auto comienza a maldecir hasta a los muertos.

—Me duelen los malditos pies.— me muerdo el interior de la mejilla, controlando mi risa, pues si me burlo, estaré acabado— ¿Sabes que quiero?—si, lo sé— que pase el maldito tiempo y bebé salga.

Me pongo en marcha, se quita los tacones y los deja en los asientos traseros antes de chillar con molestia.

—Dame la mano— pide, me detengo, no hemos salido del estacionamiento— tengo calor.

Está inquieta, enciendo el aire pero ya sé lo que dirá ahora.

—No, ahora hace mucho frío— lo apaga y baja un poco la ventana— ugh, maldita sea, jodido clima de mierda.

Kaet aprendió a ser grosera gracias a los dolores y malestares que ha experimentado estos primeros meses, no me molesta en absoluto, me divierto mucho, de hecho.

—No comiste nada allí dentro— recuerdo, tomando rumbo nuevamente— seguro tienes hambre.

—Todo olía asqueroso, no tengo apetito— suspira— mamá me llamó hace unas horas y dijo que está muy contenta con su pareja en no sé dónde— aún no me acostumbro, de hecho no le creí a Kaet acerca de su madre teniendo novia hasta que tuve que llamarla y me contestó la susodicha y un “cariño, te necesita el novio de Kaet” se escuchó fuerte y claro, ahí me cayó el veinte— estarán de regreso pronto y querrán ir a vernos ¿está bien?— asiento— quién no me ha llamado ni por error es papá, es más, creo que me odia, mi hermana tampoco, pero a esa no la extraño.