La esperanza a menudo, llega en desesperación.

2. El Desafortunado Definitivo

De repente, oscuridad.

Aquel fue el comienzo de todo...

Y el fin de mi vida normal y corriente...

Cayendo en picado hacia la sedienta desesperación...

Debí haberme dado cuenta de eso, entonces...

No estoy aquí por ser el Estudiante Afortunado Definitivo, sino más bien, el Desafortunado Definitivo. 

Bienvenidos, a la academia de la Desesperación. 

...

Mpgh... 

Q- Qu-... ¿Uh?

Me encontraba con ambos antebrazos sobre un sólido pupitre, recostado, en una pequeña sala de instituto bastante oscura. Levanté mi cabeza de la mesa, rascándome levemente la cabeza, observando a mi alrededor. Parecía estar sólo en esa aula. 

¿D-Dónde... Dónde estoy?

Mi rostro expresaba una gran cantidad de cansancio, aparentemente sin llegar a hacer esfuerzo físico. Me sentía como si me hubiera atropellado un tren, no exagero. Mi boca estaba parcialmente abierta. 

No sería la primera vez que me había echado una siesta en una clase aburridísima. No tenía ni idea de por qué estaba durmiendo allí. Ni siquiera tenía la certeza de saber en qué clase estaba. 

¿Qué pasa aquí?

Me levanté con cuidado de mi pupitre, acomodándome un poco mis pantalones y mi pequeña chaqueta. Alcé mi cabeza, percatándome de una gran cámara que apuntaba y se había enfocado hacia a mí. Me pareció muy extraño, pero decidí ignorarla, sintiéndome bastante intimidado por la misma. Todas las ventanas estaban completamente tapadas por grandísimas placas de hierro, denegando cualquiera entrada de luz, quitando las pequeñas bombillas de la sala.

¿Por qué es todo tan extraño en este lugar...? Supongo que es normal, al fin y al cabo es una academia respaldada por el gobierno...

Alcé mi vista hacia el pequeño reloj situado sobre la pizarra, que marcaba las ocho de la mañana. Realmente me sentía en una mazmorra por culpa de la poca luminosidad a causa de las planchas de las ventanas. 

¿Las ocho...? ¿Tan rápido? ¿Llevo aquí casi una hora? ¡Voy a llegar tarde!

Antes de salir, me tropecé con una especie de papel, sin llegar a caerme, apoyándome sobre la pared. Me agaché con cuidado hacia el mismo, para comenzar a leerlo.

Maldito papel...

--------------------------------------------------------------------------------------------

FOLLETO DE ORIENTACIÓN

¡El nuevo semestre ha comenzado! ¡Bienvenidos a vuestro nuevo mundo, esta espléndida academia! ¿No es esperanzador?

--------------------------------------------------------------------------------------------