13. Disturbios en el comedor

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Tras aquella intensa última noche de paz para nosotros, me desperté, bastante seguro de mí mismo. Sabía perfectamente que acabaríamos con la Mente Maestra, si nos lo propusiésemos, pero teníamos que tenerlo todo extremadamente bien planeado, y en secreto.

El tiempo límite acababa esta noche... Aunque por extraño que parezca, lo estaba esperando. Estaba expectante por abandonar este lugar. Di un pequeño golpe a mis mejillas para despertarme, y salí de la cama, dándome una ducha. 

Primero... Necesito ir a la habitación de Celia. Atraparemos a la Mente Maestra juntos. 

Salí de mi habitación tras asearme y cambiarme de ropa, para dirigirme a la habitación de Celia, tocando el timbre. Se escuchó el típico "ding dong", y Celia no salía.

... No salía. 

... 

Mi corazón se encogió, y empecé a imaginarme cosas que nunca antes debí imaginar. Tras unos segundos, la puerta de Celia finalmente se abrió, dejando mostrar la figura de la chica. 

Celia - ¡Ah, hola Alex!

Solté un gran suspiro, apoyando una de mis manos en la pared. No me podía siquiera imaginar un sólo día sin ella en ese momento.

... ¡Por fin sales! ¡Me tenías nervioso por un momento!

Celia - ¡Oh! Lo siento. Estaba en el baño.

Bueno, ¿estás lista ahora...? Tenemos que conseguir las cámaras de David, ¿recuerdas?

Celia - Claro que sí, vamos.

Ambos nos dirigimos hacia la Habitación Definitiva de David, mientras conversábamos un poco.

Celia - ...

Ey, Celia... ¿Cómo has dormid-...?

Celia - ... Alex.

¿Eh? Dime.

Celia - Cuando todos escapemos de aquí, ¿me seguirás recordando?

...

Claro, claro que sí, Celi-...

Ambos nos giramos al ver a Elena en el pasillo, más feliz que de costumbre, como si aceptara su destino

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Ambos nos giramos al ver a Elena en el pasillo, más feliz que de costumbre, como si aceptara su destino. Aquella chica no era muy inteligente, pero siempre nos sacaba una sonrisa.

Elena - ¡Hey, heyyyy~! ¿Ya habéis decidido lo que vais a hacer para vuestras últimas horas de vida? Quizá... ¿Queréis rezar a Atua conmigo...?

Celia - ¿Q-Qué? ¡No deberías rendirte tan fácilmente! 

Elena - ¡Nyahahahaha! ¡Mochi, mochi~! ¡Es verdad! Vosotros dos os lleváis muy bien. Ojalá sea lo mismo en el comedor...

La esperanza a menudo, llega en desesperación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora