0.1 Prólogo.

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—Quiero hablar con ella, joder. — el Superintendente golpeó la mesa con fuerza, acción que no pasó inadvertida por el comisario. —Dile a la gatita que va tener que esperarse, que el gran Jack Conway quiere hablar con ella.

Mientras, Brigitte estaba alterada. Ningún policía se acercaba a ella para negociar y ya llevaban diez minutos allí. Se acercó al encapuchado que estaba cerca y le preguntó porque no empezaban ya las negociaciones, mientras se colocaba mejor el antifaz que siempre escogía para estos trabajos.

—Lo lamento señorita, el Superintendente se está dirigiendo a nuestro 10-20 para hablar con usted. No procederemos hasta que llegue el H50.

—¿Para qué quiere hablar ese conmigo? — gruñó y se puso a vigilar a los rehenes, una vieja insoportable no paraba de gritar aún estando encerrada en el baño. La podía oír desde allí, y la estaba poniendo de los nervios.

Al poco tiempo Conway llegó a la joyería y ella suspiró nerviosa.

Sin parar ni un segundo, se dirigió a la puerta para hablar con la chica.

—Nenaza, —habló alto, con la voz grave que lo caracterizaba— tengo una oferta para ti. Te entregas y te unes a nosotros, el CNP. Borraré todo tu historial.

—No tienes historial mío, imbécil. —río bajo ella.

—Hoy te vamos a pillar, tú eliges.

Se asomó y vio bien. Estaba toda la malla que conocía presente, al parecer se tomaron muy enserio lo de atraparla de una vez por todas.

—Mira gatita, te lo voy a hacer más fácil. —se acercó a la moto y pinchó la rueda con un cuchillo, dejando a la morena sin saber que hacer.

Estaba atrapada, el capullo del intendente la había atrapado.

Solo había una opción.

¿Brigitte? (Jack Conway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora