2. Asexual.

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La dejaron marchar, con la promesa de que al día siguiente sería su primer día de trabajo. Al salir, en el hall, se encontró a dos policías a los cuales guiñó un ojo, haciendo que estos, mientras ella se alejaba moviendo las caderas, cuchichearan.

El día pasó tranquilo, fue a su casa y guardó su antifaz en la caja que contenía todas las cosas importantes, cenó y se fue a dormir. Ese día no iba a llamar a Toni, no tenía ganas de explicarle todo lo que había pasado, y cuando a las 12 oyó el teléfono no lo cogió.

Sabía que al gordo no le iba a caer en gracia el rumbo que estaba tomando su vida, que la haría volver para que se uniera de nuevo a la mafia. No quería volver a su natal Nueva York, estaba harta de la gran ciudad y sus complicaciones laborales.

Al día siguiente se levantó a las siete, con mucha (muchísima) pereza fue a desayunar, se duchó y se vistió, así estaba lista a las 8 de la mañana para llegar a comisaria a y media.

Con pesadez cogió su coche, un audi R7 Sportback 2020 de su color favorito, rojo

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Con pesadez cogió su coche, un audi R7 Sportback 2020 de su color favorito, rojo. Se dirigió a comisaría y en menos de diez minutos estaba ahí. Aparcó en el lugar de los civiles y se acercó al hall de la comisaría.

Allí había un policía casi calvo atendiendo. Se acercó sin dudarlo un segundo. El poli, al verla, se relamió los labios.

— ¿En qué puedo ayudarla, señorita? — le sonrió de lado el agente.

—Estoy buscando a Jack Conway, agente. —le sonrió coqueta.

—Yo puedo ayudarlo en su lugar, le prometo que quedará... muy satisfecha. —río ronco y vio como se le dilataban las pupilas.

—Lo lamento con todo mi ser, señor. Pero debo hablar con él, solo con él. Hoy es mi primer día de trabajo en la oficina.

El poli se sorprendió por un segundo, pero al instante sonrió. No estaba nada mal tenerla de compañera, así podría acercarse... y lo que surja, pensó Torrente.

—Encantado, futura compañera. Mi nombre es José Luís Torrente, oficial. Ahora mismo llamo al superintendente. ¿Cuál es su nombre, belleza?

Ella rió— Mi nombre es Brigitte, Brigitte Johnson.

—Super, hay una joven que responde al nombre de Brigitte Johnson que dice que necesita hablar con usted. ¿La dejo pasar?

Se oyó la voz de superintendente diciendo que sí.

—Puede pasar, señorita. — sonrió cálidamente el agente.

—No se donde está su despacho— miró abajo pensativa y le miro con sus grandes ojos suplicante— ¿podría llevarme usted, oficial?

—Por supuesto— sonrió y salió de detrás del mostrador. Lo siguió por los pasillos y las escaleras del edificio.

—¿A qué se debe que quiera entrar en el cuerpo? Quiero decir, una mujer tan bella como usted...

¿Brigitte? (Jack Conway)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora