La morena no sabía que hacer. Sin duda, la había dejado sin opciones, pero aún tenía los cuatro rehenes así que tenía cuatro oportunidades de salir.
Se acomodó el vestido rojo que llevaba y el antifaz, intentando calmarse. Sin embargo, fue imposible.
—Tengo cuatro rehenes, quiero negociar con ellos.
El Superintendente rió a más no poder. —Gatita, no vamos a negociar, vas a salir de ahí para ir a la cárcel o para ir comisaría a por tu uniforme.
—Joder, eres un hijo de puta. —pateó la puerta haciendo que está diera en la cara al policía.
Rió nerviosa— perdón.
—Perdón nada, nenaza, tienes 5 minutos o entraremos.
Se dirigió a la parte de atrás, donde estaban los rehenes y los miró. Después miró el arma y negó. La tiró al suelo, lejos de ellos y se encaminó a la puerta.
Entonces se quitó el antifaz, y Conway se sintió una niña de instituto viendo a su crush por primera vez.
Era una puta modelo, sin lugar a dudas. Era la mujer más atractiva que Jack había visto en su vida, con plus de peligrosidad.
—Muy bien, nena. —se acercó a ella y la cogió del brazo. Entonces se dio cuenta de lo dilatadas que estaban sus pupilas y apretó el agarre. —¿Qué coño has tomado?
—Nada—dijo fría la chica, bajo la mirada de toda la malla. —, tengo los ojos muy claros, se me dilatan solas.
Él asintió convencido y la llevó a la parte trasera de su zeta. Allí la metió y cerró la puerta.
—No hay más nada que ver, capullos, a vuestras cosas.
Sin más se subió al zeta con el comisario Volkov y se dirigieron a comisaría. El viaje fue en silencio, pues ninguno tenía nada que decir.
La chica solo rezaba por haber decidido bien, por primera vez en su vida. Solo rogaba por poder irse del cuerpo pronto.
Llegaron a la parte trasera y la llevaron a lo que supuso, era el despacho del superintendente. Allí el superintendente la soltó del brazo y se sentó, por fin.
—¿Cómo te llamas?
—No sé si decírselo, oficial. —jugó con la tela de su vestido y lo miró coqueta. Sin duda le ponía, mucho. La mujer expulsaba sexo por cada uno de sus poros, pero se controló.
—No soy oficial, soy el Superintendente Conway. Él es el comisario Volkov. ¿Tú quién eres?
—Bueno, —cambió por completo su actitud, a una fría. Se había dado cuenta de que esta vez no servirían sus trucos de seducción. — mi nombre es Brigitte.
Brigitte, quiso repetirlo en voz alta. —Brigitte, ¿Brigitte que más?
—Brigitte Johnson.
—Bien, Brigitte Johnson. Has sido capturada y se te acusa de más de 20 robos a mano armada.
—¿Cómo? ¿No se suponía que si me unía a vosotros me limpiabais el historial?
—Déjele acabar, señorita— habló el de acento ruso. — Pero si se une al CNP se limpiará su historial, será como si nada hubiera pasado.
—Estoy acostumbrada a vivir con lujos, no creo que siendo alumna pueda vivir como yo quiero...—suspiró pesadamente ella.
—No serás alumna, gatita. Serás mi gatita. Harás todo lo que yo te diga, y serás oficial. Quizás en unos meses subas a subinspectora.
—¿Perdones? A mí téngame respeto que en ningún momento se lo he faltado, aunque, pensándolo bien, quizás su puta madre puede ser su gatita. ¿Qué le parece? Su gatita de día. Y yo me la follo por las noches. —sonrió vacilante y el superintendente vaciló.
—¿De qué vas, anormal de cajón? —dio un golpe a la mesa— mira, zorrita, tienes esas opciones. O al trullo o entras al CNP. Y si entras al CNP no me vuelvas a hablar así, por tu bien.
—Bien, bien. — se cruzó de brazos lachica— entro al CNP.
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¿Brigitte? (Jack Conway)
FanfictionBrigitte Johnson es la atracadora más buscada de la ciudad, jamás la han capturado desde que llegó, hace dos meses. En ese tiempo ha hecho más de 20 atracos sola, y ha conseguido salir libre en todos. Jack Conway la tiene fichada, quiere que deje l...