Ser Hokage era una tarea mucho más complicada de lo que parecía. Correspondía a llenar papeleo, intentar siempre dar buenas noticias y pelear constantemente con el consejo.
Kakashi tenía ganas de escapar de eso, y las dudas que le habían calado cuando recién el título parecía suyo, querían volver. Sin embargo recordaba a Naruto, si dejaba el puesto aún sin el rubio estar listo, posiblemente lo buscaría sin importar el lugar para traerlo de vuelta —y Naruto si que era capaz de hacer tal cosa—, entonces solo se limitaba a leer un poco de su libro y a mirar con aburrición el papeleo.Pero ese día era diferente a cualquier otro, no solo porque había un fabuloso sol brillando en lo alto, ni porque la gente parecía estar más feliz. Era uno diferente por el simple hecho de que hoy era el día en que por fin estaba entendiendo lo que lo había dejado noqueado por un largo tiempo. A veces las situaciones golpean más fuerte que una patada de Gai, Kakashi sabía bien eso.
Kakashi a lo largo de su vida, particularmente después de dejar ANBU pudo conocer varias mujeres que hicieron a su corazón latir, que literalmente en una ocasión, le congelaron el cuerpo. Tristemente nunca había pasado más que eso, siempre se hacía una ilusión, y cuando parecía mutua, notaba que realmente no podrían darle de vuelta todo lo que él estaba dispuesto a dar.
Hasta que de un momento a otro, las cosas le estaban saliendo medianamente bien. Según lo que él mismo estaba analizando y creyendo.
Su vida por primera vez estaba en paz. En suma paz.—¿Otra vez leyendo una carta de Kahyo? —preguntó Shikamaru, apenas ingreso a la oficina. Solía no tocar, buscando averiguar si Kakashi hacía su parte del trabajo.
Kakashi simplemente asintió, poniendo una expresión de seriedad apenas notó la sonrisa ladina del menor. Hacía un tiempo la gente había esparcido el rumor de que Kahyo y él posiblemente estaban en una relación. Pero parecía que nadie podía ver qué simplemente vivían una linda amistad, que empezó de muchas formas. Era una mujer bella sí, pero cualquier amigo podría presumir el monumento que era una amiga y viceversa.
—¿Y qué era lo que necesitabas Shikamaru? —interrogó, inquieto por el silencio.
—Lo necesitan para la inauguración de la nueva planta en la Academia Ninja.
La rapidez con la que el hombre saltó sobre la mesa, acomodando su ropita y gorrito de Hokage, removió un poco a Shikamaru de su puesto. No sabía si era su imaginación, o algo, pero entre más serios se ponían los jóvenes adultos de su generación, era como si la de Kakashi fuera en retroceso. Quizás porque en toda su vida jamás gozaron de la tranquilidad, de actuar simplemente en calma y no qué el escalofrío de la muerte en sus espaldas.
Pudo sentir una sonrisa detrás de la máscara de Kakashi, y suspirando ante tal fastidio, siguió al hombre que caminaba demasiado animado, hacía un lugar rodeado de niñitos.—¿Debería llevarle algún regalo a Iruka- Sensei?
—La celebración es sobre una estructura nueva. ¿Qué tiene qué ver Iruka- Sensei con eso?
Ambos detuvieron su camino, ignorando un poco a la gente que se inclinaba y soltaba un “Buenos días, Hokage-Sama”.
Sorprendiendosé un poco algunos, porque por primera vez no iba tan atrasado a algún evento.
El hombre mayor se llevó una mano al mentón analizando lo antes dicho por si mismo.—No sé cómo tratar esto de ser amigos. Es nuevo para mí. —respondió de pronto. — Digo, con Gai siempre estamos, bueno estabamos compitiendo y siempre todo era un caos. Pero con Iruka todo es mucha calma. ¡No sé cómo mantener la llama de la amistad viva!
—Juntarse mucho con Gai- Sensei lo ha puesto raro. —dijo serio, sintiendo como una gota corría por su nuca.
Al llegar al evento, Kakashi jamás pudo juntarse con Iruka. Porque los profesores se encontraban sentados en otro lado, y junto a él solo estaban aquellos que pertenecían a la dirección. Estuvo todo el rato sentado de manera casi estrafalaria, sintiendo como Shikamaru pateaba la silla como castigo. Estaba haciendo un berrinche en medio del público y el Nara tenía ganas de renunciar a su trabajo. No estaba para cosas tan complicadas.
Sacando de su burbuja al hombre joven, los aplausos sonaron por el lugar. El Hokage se acomodó mejor en su silla al tener ya fijas las miradas del resto en él.Cuando algunos presentes se comenzaron a levantar, Kakashi quiso imitarlos, pero debía cortar la cinta de inaguración en el salón junto al director.
Su misión de cruzar el lugar y estar junto a su amigo, se vio cruelmente interrumpida.—Es más difícil ser amigos en tiempos de paz, que en los de antes. —murmuró el hombre.
En verdad era todo un dilema. Antes cambiaban en coordinación, pero ahora que nada grave interrumpía, al menos Kakashi era más consciente de su entorno. De cómo era Iruka, y de como ahora parecía querer aprender de él. Pero normal, los amigos quieren aprender las cosas buenas de los otros. Seguramente.
Cuando la ceremonia acabo, tuvo que volver a sus tareas de Hokage. Solo quería un descanso.
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𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢𝗦 𝗬 𝗡𝗢 𝗠𝗔́𝗦.
Fanfiction"𝖫𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗇𝗈 𝗅𝗈 𝗏𝗈𝗒 𝖺 𝗈𝖼𝗎𝗅𝗍𝖺𝗋. 𝖠𝗆𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗏𝖾𝗋𝖽𝖺𝖽, 𝖺𝗆𝗈𝗋 𝗆𝗎𝗒 𝗋𝖾𝖺𝗅. 𝖳𝗎 𝗆𝗎𝗇𝖽𝗈 𝖾𝗇𝗍𝖾𝗇𝖽𝗂́ 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗎𝗇𝖺 ...