IX.

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“Y de pronto vino alguien”.

Shizune está sonriendo lo mejor que puede, es probable que convencer a Kenzo Uchima de que acepte un tratado con la aldea de Konoha no sea tan fácil como el Sexto intento señalarle que sería

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Shizune está sonriendo lo mejor que puede, es probable que convencer a Kenzo Uchima de que acepte un tratado con la aldea de Konoha no sea tan fácil como el Sexto intento señalarle que sería. El hombre se ve bastante aburrido, aunque Shizune tiene la idea de que durante los días de su estadía no ha visto ninguna clase de nueva reacción.

Si no fuera porque le tocó la mano al principio, pensaría que incluso estaba hablando con alguna marioneta o un tenebroso sujeto bajo los efectos del Endo Tenzei. Es un alivio que no sea ese el caso. Es momento de llevarlo hacia Ichiraku, algo debe hacer sentir bien al menos al hombre en algún momento. Aunque se trate de recordar a Konoha como el mejor lugar en su gastronomía.

—Le encantará, ya verá Lord Uchima. —señaló, dando paso para que el hombre más joven entrará al lugar.

Con sus ojos de un color púrpura oscuro, observo los adornos, al mismo tiempo que sus pupilas se dilataron al poder oler tan exquisito aroma de verduras y carne cocina. Asombrado por el repentino acontecimiento, Kenzo avanzó hacia una silla, sorprendiendo a la mujer que se encargaba de ser su guía, por el repentino rastro de interés que había mostrado.
Ambos tomaron asiento, Kenzo decidió que probaría cada platillo que hubiera ahí, antes de que pudieran preguntar algo Shizune hizo muecas para que mejor solo siguieran la petición de aquel joven hombre.

Kenzo abrió los ojos, cuando tragó el primer bocado de fideos, para nuevamente llevar los palillos al plato y seguir el mismo procedimiento.

—Aquí en Ichiraku sirven el mejor ramen de la Nación. —señala Shizune con orgullo.

El hombre la mira de reojo asintiendo, tiene mucho sentido para él. Vuelve a comer, distraído de su entorno sin notar que algo termina poniendo nerviosa a la mujer a su lado. La mujer se levanta de su lugar, soltando algunas incoherencias de por medio. Parece tener que ver con qué llegó alguien importante, asume que su pareja o algo, porque está hablando sobre lo mucho que le extrañaba. Y oh no. Shizune, su guía hasta el final de su estancia lo ha dejado solo comiendo en alguna tienda de esa aldea.

—¿Ha? —exclama. Con ojos cansados, dándole un pequeño sorbo a sus fideos.

Estará bien, seguramente. Solo que no sabe si aquello afectara una posible relación pública con esta aldea y la pequeña villa que el respalda. Sigue comiendo el nuevo platillo que han puesto sobre el mesón y olvida los temas políticos por un momento.
Hasta que la cortina del local se mueve un poco, dejando ver a un hombre muy cansado —es divertido porque Kenzo siempre tiene aspecto de cansado—, mira de reojo al hombre que suspira. Tiene una coleta alta y de pronto lo asocia a una persona muy muy amable, porque si bien notó su presencia le sonrió agregando un: Provecho ahora usted también.

Kenzo parpadea, quizás lo que necesita para una mejor diplomacia es la clase de ayuda que una persona como ese hombre a su lado puede darle. Una aura desinteresada de esas que saben cómo socializar.

—Disculpa, ¿Cómo te llamas? —preguntó el visitante. Dejando de comer por fin.

Iruka se crispa un poco ante el repentino timbre ronco en la voz del hombre sentado a unos metros. Pero se recompone de forma fácil, claro que notó que se trataba de un extranjero o algo así. En la aldea todos se conocen de una u otra forma, sobre todo si se trata de un maestro ex encargado de asignar misiones. Todo conectado.

—Iruka Umino, ¿Y usted? —añade. La verdad es que es posible que el chico frente a él tenga la misma edad de Naruto o algo, pero no puede evitar sus palabras formales.

—Kenzo Uchima, líder de la Aldea Taki. —ya dicho el título completo, siente que fue una total estupidez. Casi como si realmente fuera absurdo revelar su posición de actual trabajo.

Iruka lo mira de arriba abajo. Entonces este tipo era aquel que había estado poniendo nervioso a Kakashi respecto a tratados de importancia sumando historias anteriores que conectaban en tragedias ambas aldeas. Termina notando que Shizune no está y piensa que sería terrible que esté hombre crea que el Sexto Hokage es el peor Hokage de la historia, porque no es cierto, no señor. Si está en él impedir que la reputación de Kakashi no se pierda, puede hacer un trabajo extra.

—¿Ha probado los dangos de la tienda de la esquina?

Kenzo niega. Mientras Iruka le habla de importantes cambios que se están haciendo en la aldea últimamente. Señalando inversiones por parte del Hokage, para expandir nuevos comercios y trabajos en diferentes áreas.

Pero hay un problema. Que Kakashi Hatake, al salir de la torre, pensando en lo brusco que quizás oyó ante Iruka. Encuentra al moreno caminando muy amigablemente con un extraño.
Que de alguna forma tiene la misma cara de agotado de Kakashi y, qué pasa. Kakashi no sabe que ese es Kenzo Uchima, el visitante esperado. Así que con la clara maña infantil que posee y sale en sus momentos menos oportunos se acerca hacia ellos con la intención de arruinar lo que cree es una cita.

Porque Kenzo tiene la boca llena mientras sostiene un dango y escucha a Iruka hablar. Lejanos del siguiente momento que ambos vivirán.









N/A: Esperemos que me vaya bien en la prueba que hice hoy /llanto.

Kenzo Uchima es un personaje original, que tiene su propia historia dentro del universo de Naruto que he ido (mentira aún ni siquiera sale del todo a la luz), creando. Visualmente lo considero como Ayato Kirishima de Tokyo Ghoul (por eso sale al principio JSJS). Y nada, si en algún momento saco todo los demás proyectos a la luz y los leen, es posible que se encuentren con él por ahí. Gracias por leer💕 Vamos cerca de la recta final 👀

𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢𝗦 𝗬 𝗡𝗢 𝗠𝗔́𝗦. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora