“Y ya no somos
dos”.—Iru-ka sen-sei. —dice Kakashi, sonriendo acomodandose al medio de los felices caminantes.
Los ojos oscuros de Iruka le miraron sorprendidos. Sintiendo un extraño galopeo en el pecho, el perfume de Kakashi le llega en olas, causando un nerviosismo que no había antes en él.
Ajeno a lo que estaba sintiendo el joven maestro, Kakashi sonrió de una manera sarcástica y con toda la intención de hacerse ver, hacia el extraño que estaba ahí. Este extraño le resto importancia a su gesto, para continuar con sus dangos, observando al resto de la gente caminar. Kakashi sintió un tic en una de sus cejas, era demasiado incómodo caminar de tres en las calles de Konoha —en realidad eso era mentira, las calles eran lo suficiente amplias para que todo la generación de jóvenes ninjas caminara en filas de costado—, el punto es que, Kakashi se había acostumbrado a que solo fueran él e Iruka. No había otra forma de que aquello se formulara.
Aún así, el sujeto no entendía la indirecta o el desafío. Definitivamente debía dejar de hablar demasiado con Gai, estaba agarrando sus costumbres. Cómo sea, Kakashi de pronto se vio al medio de una conversación animada, dónde Iruka ni siquiera hacia contacto visual con él, ¡Cómo si el tipo de cabello púrpura fuera tan lindo como para evitar mirar a Kakashi! El hombre mayor negó, percatando el color rosado en las mejillas del maestro. Tragó saliva nervioso, porque quizás él mismo había dicho sobre olvidar cierta confesión. Lo cual no significaba que estaba emocionalmente listo para ver partir a Iruka y con alguien más.
Se acomodó las manos en los bolsillos, aún aburrido y molesto, siguió caminando al medio de los otros dos.
Kenzo posiblemente se estaba harto de su palabrería, al menos eso creía Iruka, pero cuando estaba nervioso acostumbraba a hablar más de la cuenta, a divagar en realidad. Terminaba incluso olvidando los temas importantes de conversación, lo cual podía hacer enfadar a su oyente. Cerró su boca, de manera rápida, avergonzado por esa acción. Tener a Kakashi cerca nunca antes le había resultado tan difícil.
—¿Ocurre algo? —preguntó Kenzo, alzando una fina ceja. Kakashi rodó los ojos, pero también volteo a mirar a Iruka.
—Es que siento que estoy hablando mucho. Lo lamento. —sonrió, llevando una de sus manos a la nuca para rascarse.
Kakashi miró al tipo negar, pasando por el lado de él como si no fuera nada.
—No hay problema. Creo que ha sido encantador escuchar todo eso sobre ti. Más que nada, me interesan esas cosas. Creo que un maestro es la mejor forma de conocer la aldea. —alzó los hombros.
Antes de que Iruka pudiera decir algo más, Kakashi se encontró señalando un lugar que le interesaría mucho. ¡La cima del monte Hokage, las vistas son increíbles! ¡Una caída es otro caso! Iruka lo miro con rareza, alarmado porque parecía que el Sexto Hokage se estaba hundiendo el solito para pasar la historia como el peor líder de esa aldea.
Rodeó con su mano la muñeca de Kakashi, evitando que el hombre siguiera caminando en esa dirección. Ante el toque, su corazón latió más rápido y, las cosas eran tan simples antes. Quería atribuirlo a qué siempre que estuvieron juntos, nunca había alguien realmente cerca de ellos, no como ahora con este tercer sujeto. Pero Iruka sabía, que aunque fueran solo ellos dos, habría algo más que se interponía. Eran tres, más sus sentimientos.
—De todos modos, ¿Quién rayos tiene una cita tan aburrida? —comentó con ácido, Kakashi. Mirando con desgana a Kenzo, quien hecho su cabeza hacia atrás, no entiendo el asunto.
—¿Cita? —interrogó Iruka, ahora no entendiendo el punto del hombre que se hacía llamar su amigo. Le soltó la muñeca.
—Exacto. Eres demasiado aburrido, y él, —señaló a Iruka, volteando su cabeza hacia un lado de forma floja. — Merece algo mucho más increíble.
Iruka soltó un jadeó, mientras Kenzo miraba al moreno y luego al hombre que parecía tener una sobredosis o alguna posesión de algún jutsu.
—¿Es tu novio o algo así? Porque lo lamento, lo me está enseñando la aldea. Aún no he podido hablar con el Hokage, pero, ¿No es poco profesional hacer un arranque de celos?
Sí, en la vida de Kakashi habían muchas veces que tuvo malas ideas, pésimas. Pero supo cómo librarse de eso, no por nada era un genio, sin embargo, recontando sus casi caídas en batalla y está caída. Era posible que estuviera pensando en que esto era el fin de su existencia.
Para empezar, sí era poco profesional hacer eso, mucho más si la confianza y algo tan absurdo como los celos estaba de por medio. La peor parte, es que él no era solo un simple ciudadano, él era la cabecilla de la aldea, la imagen principal por lo tanto debía ser un ejemplo a seguir.
Añadiendo que:—Este es Kenzo Uchima, líder de la Aldea Taki.
Quizás Iruka debió haberle dicho eso desde un principio. Porque, okey, le mintió. No era tan trabajador como había presumido, pero todo el mundo sabía que Kakashi Hatake era un distraído, ¡Por el Sabio de los Seis Caminos, Iruka, deberías saberlo, fuiste quien le reviso sus horribles informes!
Cuando Sakura y Naruto regresan de su misión, se paran con firmeza ante el Hokage. Al principio la cabeza cabizbaja, apoyada en sus manos es señal de sobre esfuerzo en el trabajo. Los ex estudiantes parecen orgullosos o algo así, mientras una sonríe de lado, el otro extiende sus labios en una sonrisa energética. Hasta que Kakashi levanta su rostro y la expresión que le da a Sakura no es específicamente la de un “sobre esfuerzo en el bien de la aldea”, tampoco cuando el hombre les dice que está muy arruinado.
La explicación de aquellas palabras a sus estudiantes, acaba con un Naruto persiguiéndolo en la oficina, mientras Sakura se pone a pensar con una mano en su mentón, mientras que también desea que nadie entre por esa puerta. Porque, qué imagen iba a dar ahora sí el Hokage. Un total espectáculo.
Por otro lado, Kenzo Uchima —quien aún no sabe quién era aquel tipo de cabello gris—, piensa que aunque no son novios —porque eso se lo aclaro Iruka—, tienen una tensión que lo angustia seriamente.—Tal vez deberían salir. Tómalo como consejo de un líder, en curso de ser sabio. —comentó de la nada. Iruka se puso recto.
Negando que, no podía ser eran amigos. Kenzo sonrió por primera vez, al menos desde que había estado en Konoha, murmurando lo absurdo que eran las personas mayores.
—¡No soy tan viejo!
—Pues aunque seas viejo o no. Estoy seguro que ese tipo, siempre estará contigo. Incluso tendidos en esta extraña dinámica de "amigos".
Kenzo ya tomó una decisión y necesita dársela a saber al Hokage, directamente para mayor diplomacia.
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𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢𝗦 𝗬 𝗡𝗢 𝗠𝗔́𝗦.
Fanfiction"𝖫𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗇𝗈 𝗅𝗈 𝗏𝗈𝗒 𝖺 𝗈𝖼𝗎𝗅𝗍𝖺𝗋. 𝖠𝗆𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗏𝖾𝗋𝖽𝖺𝖽, 𝖺𝗆𝗈𝗋 𝗆𝗎𝗒 𝗋𝖾𝖺𝗅. 𝖳𝗎 𝗆𝗎𝗇𝖽𝗈 𝖾𝗇𝗍𝖾𝗇𝖽𝗂́ 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗎𝗇𝖺 ...