03 | Prisoner

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03 | Prisoner

Los problemas en Hogwarts ese año estaban llegando más temprano que nunca

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Los problemas en Hogwarts ese año estaban llegando más temprano que nunca. Por eso Isis decía que el colegio estaba maldito, o bien, lo maldijeron junto a la llegada de Harry Potter, quien sin querer acarrea todos sus problemas hasta allí. Por costumbre, las cosas empezaban a ponerse feas siempre en Halloween, pero ese año era especial porque se había adelantado; tenían un prisionero que había escapado de Azkaban, junto a unos horribles dementores que se apostaban en la entrada del castillo.

Y como si esos problemas fueran pocos, Draco Malfoy hizo un escándalo en la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, lo que terminó en un brazo herido y decenas de quejas contra Hagrid, el profesor, que llegaron a los malintencionados oídos de Lucius Malfoy, lo que significaba problemas a la décima potencia.

Isis bajó la escalinata de piedra con rapidez aquel martes, aún era temprano pero debía ver a Hagrid antes de ir a su clase de Encantamientos, a las nueve.

—¡Hagrid! ¿Estás ahí? —Su mano dejó de tocar la puerta cuanto el semigigante fue a abrirla, con los ojos rojos y la barba más desaliñada que nunca.

—¡Oh! Hola, Isis, pasa, pasa.

Ambos entraron a la vieja cabaña, donde Isis fue director hasta el sofá y tomó asiento. Fang, el perro jabalinero de Hagrid, se recostó a sus pies, y el guardabosques se ubicó en el sillón en frente suyo.

—Me enteré lo qué pasó ayer, con Malfoy, lo siento mucho.

—No te disculpes, no hiciste nada malo —En los ojos de Hagrid había cierto brillo de dolor—. Aunque pensándolo bien, eres amiga de ese rubio mimado.

—No, de hecho, esa amistad se rompió para siempre, entre Draco Malfoy y yo nunca más habrá nada.

Hagrid la volteó a mirar, pero Isis miraba a cualquier parte menos al semigigante. No quería pensar en Malfoy, ni mucho menos en la amistad que tuvieron.

—Bien, me parece perfecto que no seas nada de ese Malfoy —dijo Hagrid, bruscamente—. ¡Imagínate! Ser amiga de alguien que no quiere que los demás sepan que te juntas con él.

Un mohín traspasó el rostro de Isis. Era verdad, Draco y ella habían sido amigos el año pasado, pero para él era algo como un crimen y nadie podía saberlo, se mantuvieron en secreto hasta más o menos finales de año, cuando los problemas de la Cámara secreta llamaban más la atención que la unión de ellos dos.

—Sí, bueno, olvidemos eso. ¿Cómo estás tú? habría tomado la clase de Cuidado si me hubiera enterado antes de que serias profesor.

—Te entiendo, te entiendo, pero ahora mismo es lo mejor. Ya no creo durar mucho en el puesto.

—¿¡Qué!? —Se escandalizó la chica—. Pero si apenas es el segundo día de clases.

Los ojos de Hagrid se aguaron rápidamente.

UNDERRATED | HARRY POTTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora