- Yo... La maté... - dije en susurro, admirando el cuerpo y el rostro sin vida de la coneja.
En la preparatoria teníamos tres uniformes diferentes que representaban a cada grupo, primeros, un uniforme oscuro con franjas rojas y blancas en las muñecas, segundos, un uniforme rojizo con las mismas franjas en las muñecas, y el del tercer grado, que era verde con franja del mismo color pero más oscuro. Tenía en uniforme de primer grado.
En primer lugar ¿Quién era ella? ¿Cómo se llamaba? ¿Estaba enamorado de mi pantera? Acariciaba la mejilla para escuchar una vibración en su bolsillo derecho, tome el teléfono. Estaba bloqueado y una notificación de Furbook había llegado, note que había un círculo donde podía colocar una huella. Tomaba su mano, coloque el dedo indice derecho apretando el círculo para ver cómo el teléfono se desbloqueaba, abrí la aplicación y entre a su perfil.
- Renata... - mencioné su nombre en susurro. De pronto, escuché pasos afuera.
Apagaba el teléfono, casi se me caía por la sorpresa al escuchar los pasos de un estudiante quejándose.
- Estúpido profesor... ¿Que se cree...? - dijo entrando al cubículo de mi lado.
Una gota de sudor corrió en mi mejilla, mi corazón empezó a latir rápidamente. Escuchaba con asco como la orina de mi compañero empezó a chocar contra el agua del escudado, después escuchar lo siguiente que me prendió el foco.
- Ojalá se maté algún día y deje de andar jodiendo, pinche profe puto - dijo para dar una carcajada y cerrar la puerta del baño, lo que me daba menos visibilidad y más ventaja.
Al escuchar que el estudiante deseó el suicidio de su profesor, se me ocurrió aparentar un suicidio... Pero... ¿Cómo?
Salí del cubículo con el cuerpo aún dentro y acomodado a modo que las piernas no se vieran por debajo, exploraba el baño, y viendo una pequeña puerta justo a mi lado, la abría para encontrar una habitación con limpieza.
Observaba con determinación. La habitación contenía varios productos de limpieza (limpia pisos, limpiador de ventana, trapos, escobas, trapeadores, etc). Para mis suerte encontré un mecate, el material era parecido al que mis guantes tenían.
Revisaba el perímetro, y nadie parecía recurrir los pasillos de los baños, era una institución grande, por no decir gigante. A lo que también habían más baños cerca de las aulas. En el sanitario donde me encontraba estaba cerca del gimnasio, el cual, sus clases habían terminado, lo que me daba más oportunidades y muy altas de no ser atrapado...
Tomaba el cuerpo de la coneja para meterlo a la habitación y después cerrar la puerta. Miraba el cuerpo, ya empezando a enfriarse, tomaba el mecate para hacer el nudo en el cuello de la joven, al asegurarme de que el nudo estaba muy bien sujetado, cargaba el cuerpo con mi hombro.
Había una silla que me permitió subir y atar muy bien el otro lado del mecate a una lámpara, la cuál de veía resistente, baje, aún con el cuerpo casi cayendo de mi hombro.
Aparte la silla y tire el cuerpo, el cual, como ví mis expectativas, simulaba perfectamente un suicidio.
Salí del baño, con el teléfono en la bolsa, dispuesto a deshacerme de él. Cambié mi dirección para dirigirme atrás del gimnasio, dejar el teléfono en el suelo, y con todas mis fuerzas, dar un fuerte pisotón que hasta mi pierna me dolió. El teléfono tenía la pantalla quebrada, pero no estaba satisfecho, miraba a mi al rededor y encontré una piedra grande y gruesa, la tomaba y como vil martillo golpeaba el teléfono, destruyendo aquel teléfono por completo.
Todas las pruebas estaban eliminadas, asustado de que algo me pasará, comenzé a dirigirme a mi salón correspondiente. En el camino comenzé a arrepentirme, estaba asustado, confundido, pero... Era más el miedo a lo que me pasará si me descubren.
Al llegar a mi salón, no me regañaron, me dijeron que los primeros días podías perderte, debido a como dije antes, la escuela era enorme. Me senté, y mi día continuo normal.
Después de unas 4 horas de clases, finalmente merecíamos un descanso, aún... Estaba tranquilo comiendo en una silla apartado de casi la mayoría de toda la institución. Cuando de pronto alguien se sentó a mi lado la pantera, me miraba con una sonrisa.
Ese sentimiento, volvió... Miraba a otro lado, intentando ocultar mi sonrojo.
- Bueno, creo que ya sabes cómo me llamo, pero... Iniciamos con el pie izquierdo ayer, así que... Quiero tener otra oportunidad de conocerte... - suspiro para seguir mirándome con esa sonrisa.
Yo, por su parte muy nervioso sin saber que hacer, y al borde de un ataque de pánico, volteaba lentamente viendo esos hermosos ojos.
- Mi nombre es Jake Arkensaw... Es un gusto en conocerte... - dijo estirando su mano en una invitación a estrecharla.
Aún con nervios y mi mano temblorosa, correspondí, estrenando ambas manos.
- S... Santiago... Me llamo Santiago, es también un gusto conocerte... - sonrió.
Fuimos interrumpidos con un grito que a lenguas se notaba de terror de un adulto... El silencio a excepción del grito reino, todos mirábamos de dónde provenía ese sonido. Un profesor que se encontraba ahí, acudió rápidamente al igual que vi uno que otro profesor correr.
Las palabras "¿Qué pasó?" "¿Qué fue eso?" Empezaban a abundar nuevamente.
Mi corazón empezó a latir... ¿A esto le llaman miedo? Empezaba a sudar, mientras Jake me miraba algo confundido.
- Hey, relájate, tal vez solo fue un chico que se asustó por qué estaba jugando... - de pronto, un profesor llegó corriendo, era un león, fornido y con gafas, y alterando a todos grito a viva voz.
- ¡A todos los estudiantes! ¡Por ningún motivo entren a los baños que están a un lado del gimnasio! ¡Por ningún motivo! ¿Entendido? - muchos empezaron a asustarse, mientras varios asentían asustados y temerosos.
Algunos jóvenes intentaban calmar a a otros, la pantera se veía algo extrañada, pero parecía no importarle.
- En seguida vuelvo - dijo para levantarse y echarse a correr, buscando a alguien, mientras miraba la multitud entera. Poco tiempo después, las sirenas de policía y ambulancia resonaron en todo. Asustando aún más a los estudiantes, sobre todo a mi... Poco tiempo después también se enteraron que una alumna se había suicidado en la habitación de limpieza en el baño de los hombres, el conserje quién era alguien asustadizo grito alarmando a todos.
"Encontraron el cuerpo... Y posiblemente encontrarán al asesino... " Repetí en mi mente mientras apretaba fuertemente mi pantalón.
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Sin Sentimientos - [Furry Yaoi]
FanficSantiago es un joven husky siberiano enamorado de una pantera macho. Después de no tener sentimientos por nada ni nadie, finamente, sintió lo que es el amor a primera vista. Su obsesión fue tanta, que ya no importaba si rompería un corazón al tener...