Cap 1 | Mi libro.

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Miro todo en cámara lenta, como si fuera un sueño. Aún no puedo creer estar en este punto, estar, por tercera ocasión, presentando mi nueva creación frente a la prensa y las personas que me han ayudado a hacer esto realidad, mis lectores, esas personas que dedican su tiempo a leer lo que con tanto esfuerzo y dedicación he logrado.

―Natalia, Natalia ¿Estás lista?―. Escucho como un eco la suave voz de Amanda, mi amiga y manager, trayéndome de nuevo al ahora.

Asiento, y ella con una sonrisa continua hablando. -Tienes que salir en 3 minutos, prepárate. Oh, y éxito-. Me guiña un ojo y se retira.

Inhaló, exhalo, y tomo una de las copias del libro.

―Ahora, con nosotros, Natalia Ortíz, presentándonos su nuevo libro titulado «El dolor que llevo dentro».

Termina de decir la presentadora y oigo como el recinto se llena de aplausos dirigidos a mi.

Es mi señal para aparecer frente a todos y tomar el micrófono.

―Hola medios de comunicación, y todas esas personas que han hecho esto posible. Es la tercera vez que estoy aquí y se siente como la primera. He decidido, leerles una pequeña parte de esta historia.

―«Hace algunos años, no recuerdo la fecha exacta...»―Comienzo a leer un poco nerviosa el contenido de una de las hojas del libro.

―«Ocurrió algo que jamás voy a poder olvidar, algo que me ha marcado por el resto de mis días.»― Realizo una pausa para observar que todos están atentos a mis palabras, así que continuo.

―«Era una mañana cálida, me encontraba sentada en el pasto del patio trasero de mi casa, jugando con mis muñecas preferidas, de pronto escuché unos gritos provenientes del interior de mi casa; pero no eran unos gritos normales o de felicidad, estos estaban inundados de un gran sentimiento de terror, de miedo. Inundada de temor tomé con fuerza aire y me decidí a entrar, dispuesta a encontrar al causante de semejante llamada de auxilio».

―«El sonido venía de unos de los cuartos pero no sabía de cuál, por lo que pasé por todos y pegué el oído en cada puerta, esperando encontrar el punto de emisión.
Cuando pase por el último cuarto, que era el perteneciente a mis padres oí los gritos ¡Venían de ahí!
La voz de la que provenían los gritos era emitida por una mujer, y esa mujer no era mi mamá, sino una niña.
No puede evitar asustarme muchísimo mas, pero si yo me encontraba así ¿Cómo se encontraría esa niña? Así que sin más, decidí entrar.»―No puedo evitar soltar el aire que no sabía me encontraba reteniendo, sabía lo que se avecinaba.

―«No se pueden imaginar lo que ví o ¿Si?
Vi a mi papá abusando de esa niña, y peor aún, a esa niña yo la conocía, ¡era una de mis amigas!
En ese momento exploté, le grité a mi papá hasta que prácticamente me quedé sin voz. La rabia se había apoderado de mi, ver esa escena fue lo peor que había visto hasta ese entonces, la niña suplicaba por ayuda, y cuando me vió me empezó a gritar rogandome que hiciera algo.
Con una fuerza casi sobrenatural para mi edad y tamaño la separé de mi padre y como pudimos salimos corriendo de ese cuarto, ella lo único que hacía era gritar aterrada.
Cuando estuvimos en un lugar seguro, me dijo que si no hubiese llegado yo, no hubiera podido escapar.
Pasaron 2 horas y sus papás la vinieron a buscar, el papá de ella estaba iracundo, pero lo único que hizo fue demandar a mi padre, lo cual que era suficiente ¿no?»-Respiro profundo, sintiendo como una lágrima rebelde está a punto de deslizarse por mi mejilla.

―«Pero... Eso no fue lo único que pasó, cuando entré a la casa mi papá me regañó horrible, me agarró con fuerza del brazo, me llevó arrastras hasta su habitación y me tiró en la cama, se quitó el cinturón y me pegó hasta que ya no pudo más. Cuando por fin terminó mi sufrimiento, ya para ese entonces yo estaba totalmente golpeada, prácticamente ya no existía ningún centímetro en mi piel que no hubiera sido profanado por esa correa de cuero.
Pensé erróneamente que ya había terminado el calvario, pero entonces, lleno de ira me dijo las siguientes palabras que me marcaron para siempre:
―Eres un estorbo en mi vida, ¡jamás quise tenerte! La razón por la que tu mamá no te aborto fue porque ella si esperaba tener un hijo...Pero al final, ella terminó por tampoco quererte Isabella. Aquí nadie te quiere y tú lo sabes ¿Por qué mejor no te largas de aquí, ah?

Eso me afectó muchísimo, pero no lo quise demostrar.
Acto seguido, se tiró encima de mi he hizo lo que impedí que hiciera con mi amiga, me violó.
Fue lo peor que me pasó en mí vida... En ese momento aprendí, que a lo que más le tienes que tener miedo no es a la oscuridad, a las arañas, o incluso a entidades macabras como el Coco, sino a personas de carne y hueso en las que se supone, deberías confiar.

Después de algunas horas mi mamá llegó a casa, y lo primero que encontró fue a mi toda golpeada en su cama, llorando.
Me miró, y sus ojos se entristecieron, acto seguido me preguntó: -Mi amor pero ¿Qué te ha sucedió? Dime, puedes contarme lo que sea... Por favor, ¿Qué te sucede Isabella?- Terminó preguntando con su voz rota.
Y esa, esa era la primera vez que mi mamá se preocupaba por mi, ese día que mi papá me violó...».

Y mi Twitter:@Dani_Cash178

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La oscuridad que dejó ver mi luz©✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora