La chica del pelo escarlata

Amor

Cuando regresaron a la casa de Greco, Soyla les recibió muy entusiasmada.

- ¿Te gustaría ver alguna película?

- De acuerdo - dijo Carla con la perrita entre sus brazos.

- ¿Cuál te gustaría ver?

- Me gustaría ver una de miedo... Sinister por ejemplo.

Comenzaron a ver esa película, y Carla era una chica muy miedosa. A lo largo de la película, Carla se asustó varias y veces y abrazaba a Greco en busca de protección. Greco la correspondía el abrazo para consolarla y decirla que todo estaba bien y sólo era una película.

Antes de que la película terminase, Carla volvió a asustarse pero esta vez no decidió abrazar a Greco, en esta ocasión fue Greco quien la abrazo a ella al notarla asustada.

- Tranquila que es solo una película - tras decir estas palabras, Greco la dio un beso en la frente.

Ese beso dejo a Carla helada al ser una muestra de cariño muy sincera. Le miró fijamente a los ojos, desapareciendo ese miedo que ella tenía. Cuando Greco la miró a los ojos de vuelta, Carla decidió acercarse ligeramente al rostro de Greco, mirando a su boca. Greco hizo lo mismo. Sus frentes se juntaron y ambos miraban sus labios. Tras varios segundos, Greco acarició el rostro de Carla e inmediatamente se besaron.

Tras eso, se separaron y volvieron a unir sus frentes. El sonido del teléfono de Carla les hizo despegarse y volver a la realidad. Se miraron unos segundos y Carla respondió el teléfono:

- ¿Si?

- Carla, soy yo, ¿dónde estás? No has estado en casa en todo el día

- Papá estoy con Greco porque... me está explicando algunas cosas que se le olvidó decirme sobre el CNP.

Greco al oír eso frunció el ceño mirándola. Carla le miró y sonrió de una manera sarcástica.

- Me quedaré a dormir porque todavía nos queda mucho.

- De acuerdo, ten cuidado. Y si ese capullo te hace algo te juro que...

- Papá por favor. Buenas noches papá, te quiero.

Una vez colgó, Greco la dijo:

- Oye pero no me metas en tus asuntos... te voy a dar algo de ropa para dormir.

Greco la dio una camisa blanca larga para que pudiese dormir a gusto.

Sin darse cuenta, ambos se quedaron dormidos en el sofá. Carla se quedó dormida en el pecho de Greco. Se despertó en mitad de la noche y se levantó para observar la casa más lentamente.

Vio muchas fotos y recuerdos de cuando Greco era más joven. También agarró una foto de la boda de Sofía y él, pero no la dio importancia. Cuando dejó la foto, vio al lado un sobre que decidió abrir. Antes de poder abrir del todo el sobre, Greco se lo quitó.

- ¿Qué haces?

- Perdona solo estaba...

- Este sobre no lo abras por favor.

- De acuerdo... Lo siento no lo sabía... - dijo Carla con la cabeza cabizbaja.

Greco, para explicarla que no tenía mayor importancia, abrió él mismo ese sobre y le enseñó lo que había escrito. Mientras Carla leía lo que ponía, Greco decidió poner sus manos sobre su rostro y besarla. Carla se quedó tan sorprendida que tras varios minutos volvió a besarle, pero esta vez duró varios minutos.

A la mañana siguiente se despertaron arropados bajo una manta pero sin ropa, entrelazando sus dedos.