Yuu & Nikolai

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De camino al trabajo, Carla observó a dos policías con su Zeta estacionado, se trataban de Yuu y Nikolai. Vió como ambos se dieron un simple beso y la reacción de Carla fue sonreír. Por fin alguien en esa ciudad era feliz con su verdadero amor y podía demostrarlo sin temor alguno.

Una vez llegó a comisaria con su máscara puesta, Yuu y Nikolai entraron justo unos segundos después.

- Vaya hola chicos, ¿qué tal estáis?

- Hombre hola Carla - dijeron ambos mientras la sonreían - nos vamos a patrullar un poco porque en nada me iré a hacer un 10-10 - dijo Nikolai.

Horas después, Carla se encontraba junto a Conway y algunos alumnos haciendo negociaciones en un atraco, cuando de repente en radio se escuchó a Nikolai gritar:

- QRR, repito, QRR.

Toda la maya en ese preciso instante se quedo conmocionado.

- ¿Qué pasa?, ¿dónde coño estáis responded? - dijo Conway.

- Chicos, mandad ubicación - dijo Carla atónita pero tranquila.

- Me cago en la puta, les han quitado las comunicaciones. Carla, quédate en el atraco con los alumnos, me iré a patear la puta ciudad en su búsqueda.

- 10-4

A pesar de la situación, Carla optó por comportarse de una manera fría y con cabeza, como se comportaba su madre en ciertas situaciones de su pasado, intentando que el atraco saliese correctamente. Confiaba en que ambos saldrían con vida, que podría volverlos a ver.

Una vez el atraco finalizó con éxito, Carla decidió ir a comisaria donde se encontraba toda la maya llorando. Carla corrió hasta donde estaba la multitud. Observó las expresiones de todos, expresiones cabizbajas y tristes.

- Qué pasa - dijo suspirando y mirando a todos.

Todos los policías la miraron y no dijeron nada. Carla lo entendió y volvió a salir corriendo hacia su Zeta en dirección el hospital

- No... no... - dijo sufriendo un ataque de ansiedad.

Una vez llegó al hospital, siguió corriendo hasta encontrarse con su padre en la puerta con los brazos cruzados. Una vez Conway vio como Carla llegaba corriendo y con una expresión de temor, soltó sus brazos cruzados.

- Carla...

- No... no... - dijo mientras caía en los brazos de Conway. No tenía fuerzas.

Conway la dejó apoyada en el suelo mientras ella gritaba y lloraba de rabia. Fueron bastantes minutos en los que ella lo único que hacia era gritar mientras elevaba su cabeza y sus lágrimas brotaban por su rostro sin parar. Conway, por su parte, observaba a Carla llorar y gritar pero él no produjo ninguna expresión.

Después de calmarse, ella apretó los dientes y el puño y se levantó. Producía sonidos de rabia. La carcomía la ira, ¿quién había sido? ¿quién había matado a esos policías que se amaban y que ella consideraba como amigos?. Estaba claro, las únicas personas que serían capaces de hacer tales atrocidades a policías. Se levantó e intentó salir del hospital mientras apretaba los puños. Quería vengarse. Conway la agarró de los brazos y no la dejó salir.

- ¡Suéltame! ¡Suéltamente ya! - dijo mientras gritaba.

- Carla, no fueron ellos.

Cuando escucho eso, Carla se detuvo y dejo sus manos relajadas.

- Fue otra mafia - después de decirlo la soltó.

Después de decir eso, salió lentamente del hospital y se sentó en el bordillo, mientras lloraba.

La chica del pelo escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora