Abrí los ojos lentamente. Me sentía cansada, con un leve dolor de cabeza y la boca seca. Al moverme noté que el brazo de Liam me rodeaba la cintura, cálido y fuerte, como si me protegiera incluso dormido. Con cuidado me zafé de su agarre y busqué mi teléfono en la mesita.
12:04 p.m.
Genial. Medio día y apenas me estaba levantando. Suspiré y me senté al borde de la cama un momento, dándole un masaje suave a mis sienes. Me puse de pie y caminé hacia la cocina, arrastrando los pies, todavía adormilada.
Abrí un cajón y tomé una pastilla para el dolor de cabeza. Camine hacia el refrigerador y lo observe, pensando en que podría preparar.
Al final me decidí por carne. Algo rápido, pero que se sintiera reconfortante. Saqué la carne, condimentos y un par de verduras. Calenté todo y comencé a cocinar. Mientras la carne chispeaba en el sartén, puse la mesa con tranquilidad, intentando dejar atrás la tensión de anoche, que aun me molestaba en mi cabeza. Las palabras de Zayn aun me sonaban.
Una vez todo estuvo listo, apague el fuego. No quise despertarlo aún. Que descanse un poco más, mientras tanto recordé que necesitaba lavar ropa. Fui a la lavandería, ya tenía la ropa lista en el cesto, así que comencé a meterla a la lavadora. Entre las prendas reconocí la chamarra de Liam de la otra noche que salió con los chicos. Al momento de tomarla entre mis manos, el olor a su perfume me invadió, haciéndome sonreír, la acerqué un poco más a mi mientras seguía sonriendo, cuando sentí que algo cayo en mis pies. Deje la chamarra en la lavadora y levante lo que se había caído. Era un papel que se encontraba arrugado, la abrí lentamente, y el corazón me dio un vuelco.
En ella había escrito con tinta azul un número de teléfono, debajo un nombre "Maddy", y junto al nombre un pequeño corazón.
Me quede paralizada. Leí el papel una, dos y tres veces. Como si mi cerebro necesitara una confirmación más antes de estallar. Mi estomago se retorció. ¿Por qué Liam tenia esto en su chamarra? ¿Quién es Maddy?
Caminé firme hacia el cuarto con el papel en la mano. La rabia me iba subiendo por todo el cuerpo como una ola caliente. Liam dormía boca abajo, me paré frente a él.
-¿Me puedes explicar que es esto?
Solté, con voz firme y el papel temblaba en mi mano
-Mmm...- fue lo único que murmuró, todavía entre sueños
-Liam
Hablé elevando un poco la voz, él se incorporó de golpe, tallándose los ojos con una expresión de confusión. Me miró con el ceño fruncido.
-¿Qué es qué?
-Vete a la mierda
Dije mientras le lanzaba el papel. Cayo sobre sus pies, simplemente me di la vuelta para salir de la habitación antes de hacer o decir algo peor.
Liam
Hailey salió de la habitación furiosa. Sus pasos firmes resonaban contra el suelo. Me incorporé de inmediato, aun confundido, con el corazón acelerado y la cabeza dándome vueltas.
Tomé el papel y lo abrí. Era el maldito papel que me había dado la mesera del bar la otra noche. ¿No lo había tirado? Estaba completamente seguro de que lo había hecho.
-¡Hailey!
Grité mientras me bajaba de la cama apresurado, descalzo, corriendo tras ella por el pasillo.
Ella estaba en la sala, dándome la espalda, con los puños apretados a los costados. Me acerqué, pero antes de poder decir una sola palabra, ella se giró de golpe.
-No quiero que me digas ni una sola palabra- escupió con la voz quebrandose entre la rabia y la decepción- soy una estúpida por haber pensado que...-hizo una pausa, mordiéndose el labio con fuerza- olvídalo
-¿pensado que?
Pregunté dando un paso hacia ella
-¡Que podríamos vivir una vida juntos sin problemas! - gritó- que podríamos ser tu y yo, sin mentiras, sin juegos...
Sus ojos estaban brillosos, pero no dejó que las lagrimas cayeran. Era fuerte.
-Hailey, tenemos que hablar
Dije con las manos en alto, intentando que confiara en mí al menos por un segundo
-¿Hablar? ¿De qué? ¿De como tienes escondido el numero de una tal Maddy con un corazón a lado, en tu chamarra?
-No es lo que piensas...- cuando intente hablar, ella me interrumpió
-voy a salir a caminar, necesito tranquilizarme
-¿Puedo ir contigo?
-No. Quiero estar sola
Me quedé en la sala, viendo como agarraba sus llaves, se colocaba su suéter y salía del departamento sin decir una sola palabra más. La puerta se cerró con un suave clic. Y ahí me quedé, de pie, con el estomago revuelto y mi corazón aun latiendo demasiado rápido.
Miré el papel con el numero una ultima vez antes de apretarlo con fuerza en mi mano. Caminé al bote de basura, y lo rompí en mil pedazos, lo tiré sin pensarlo.
Hailey
Mis pasos eran lentos, como si cada metro que recorría de vuelta al departamento pesara más. Habían pasado algunos minutos, después de la pelea con Liam. El aire fresco había despejado un poco mi mente. ¿Por qué tenia Liam ese papel? ¿Por qué no me lo dijo?
Sentía dentro de mí una tormenta de emociones, una mezcla de tristeza, enojo, duda... pero también amor. Maldita sea. Lo amaba.
Cuando llegue al departamento, Liam salió de la cocina, se miraba demasiado preocupado. No dije nada al principio, pero cuando nuestros ojos se encontraron
-Estoy lista para escuchar
Él asintió, respiro hondo, camino hacia mi y comenzó a hablar.
-ese papel... fue de la mesera del bar hace unos días. Me lo dio sin que yo se lo pidiera, cuando estaba en la puerta a punto de irme, lo metí a mi bolsillo por impulso, me supongo... estaba seguro de que lo había tirado, lo juro
Su voz era sincera. No temblaba. No buscaba excusas.
-¿Por qué no me lo dijiste?
-Porque no significaba nada. Pensé que hacerlo seria exagerado. No quería que pensaras mal. Me equivoque, lo sé. Debí decírtelo. No lo leí más de una vez, juro que pensé que lo había tirado en la basura. A la chica le dije que tenía novia.
Me crucé de brazos, no como gesto defensivo, sino para darme valor. Él bajó la mirada, culpable.
-Te amo, Hailey. Y no me perdonaría perderte por una estupidez como esta. No he hecho nada que te falte al respeto
Me quede en silencio, observándolo. Vi sus ojos rojos, su mandíbula estaba tensa. Suspiré y me acerqué, tomé su mano
-No quiero que me falles, Liam. No solo porque te amo... sino porque me costó mucho confiar en ti. En el amor de nuevo
Él levantó la mirada
-no lo haré. No otra vez...
Me rodeó con sus brazos, yo correspondí el abrazo, y me aferré a él con fuerza.
ESTÁS LEYENDO
My Only One II
Genç Kurgu"Aun te sigo amando" Liam regresa a Nueva York, después de casi 2 años de vivir en Ohio, vuelve en busca del perdón de Hailey, pero ella no sabe si pueda llegar a perdonarlo por lo que le hizo en el pasado. Palmer y Noah estarán en medio de sus cami...
