Capitulo 76

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(...)

Ya había tenido mi ultimo examen y las clases habían terminado. Sentí como si me quitaran un peso de encima. Saqué de mi casillero solo lo necesario y las guardé en mi mochila. Cerré la puerta de metal con un pequeño golpe y sentí una paz que no había tenido en semanas.

Liam me esperaba recargado en la pared de enfrente, con las manos en los bolsillos. Al verme, extendió su mano y sin decir nada, la tomé con una sonrisa cansada pero feliz. Salimos juntos hacia el estacionamiento.

El trayecto en auto fue tranquilo, con música suave de fondo, nuestras manos entrelazadas y sin necesidad de hablar demasiado.

Al llegar al departamento, subimos por el elevador y al entrar dejé la mochila a un lado, me até el cabello en un chongo rápido y fui directo a la cocina. Tenía antojo de algo sencillo pero rico, así que preparé pasta con pollo y verduras. Mientras cocinaba, Liam se sentó en la barra, observándome con una sonrisa como si ver como picaba cebolla fuera el espectáculo del día.

-¿Huele bien?

Pregunté mientras revolvía la pasta

-Huele a que te amo más cada día

Dijo, burlón, pero con esa mirada que siempre me desarma.

Cuando terminé, serví los platos, nos sentamos a comer en silencio, solo intercambiando algunas miradas.

Cuando terminamos, llevé los platos a lavar, comencé a limpiar la mesa después, mientras que Liam intentaba ayudarme, pero lo empujé suavemente hacia el sofá.

-Tu ya hiciste suficiente por hoy, ve a descansar

-Pero...

-Shh, ve

Dije apuntando con el dedo como si fuera su madre. Me lanzó una mirada divertida, pero obedeció.

Terminé de limpiar todo y me tiré en el sofá, exhausta pero feliz. Apenas cerré los ojos, sentí como el peso de alguien se dejaba caer encima de mí.

-Liam!

Dije riendo, abriendo los ojos. Él sonrió travieso y se acomodó en mi pecho.

-¿Sabes que pesas, ¿verdad?

Dije mientras me reía y trataba de empujarlo un poco.

-Lo sé- Dijo él con voz grave- pero tú me soportas

-No solo eso- susurré acariciando su cabello- también te quiero así

Nos quedamos ahí, acurrucados en el sofá.
(...)

Estábamos sentados en el departamento, cada uno con su libreta abierta y los apuntes regados sobre la mesa. Era uno de esos días en los que el cansancio no se puede ocultar, ni, aunque lo intentes con café o con música de fondo.

-Ya no quiero estudiar

Dijo Liam con voz quejumbrosa, dejando caer su bolígrafo sobre la libreta

-Liam...

Lo miré levantando una ceja

-Ya estoy harto

Repitió, mientras caminaba hacia el sofá y se dejaba caer dramáticamente, recargando la cabeza hacia atrás, como si el mundo estuviera a punto de acabarse por una tarde de estudio.

Me quedé observándolo, entre divertida y con ternura. A veces parecía un niño atrapado en el cuerpo de un chico fuerte y seguro. Me acerqué despacio.

-¿Quieres que nos detengamos un momento?

Le pregunté, sabiendo que la respuesta ya era obvia

-Por favor...

My Only One IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora