Mink
Al solo escucharla hablar sucio de esa manera me hizo excitarme aún más, nadie me había pedido que se lo hiciera así, con tanta necesidad, me calentaba muchísimo. Sin querer hacerla esperar más, metí dos de mis dedos dentro de ella con fuerza y sin previo aviso, lo que la hizo tirar su cabeza hacia atrás y contraer ligeramente sus piernas. Mantuve por un momento los mantuve quietos, esperando a que su respiración se calmara un poco.
—Más... —Murmuró, mi cuerpo se tensó, cómo me encantaba lo vulnerable que estaba. No se parecía para nada a la Noiz que conocía.
Empecé a mover mis dedos fuera y dentro de ella de forma lenta, noté como mordía su labio inferior para evitar gemir, me calentaba mucho que hiciera el mayor esfuerzo por no gemir, pero a la vez, quería oírla gritar. Después de unos segundos, sus caderas ya se movían al ritmo de mis dedos, logrando que sea cada vez más profundo.
Me apoyé con el brazo izquierdo sobre el sofá, a un lado de ella, pegando mi cuerpo con el suyo. Con una rápida embestida al entrar en ella, tiró su cabeza hacia atrás, pero ahogando sus gemidos, apretó con fuerza la banda de cabello que sujetaba sus muñecas. Joder, déjame escucharte gemir. Su cuello se veía tan apetecible, y no dudé en atacarlo con suaves mordidas y succionando para dejarle pequeñas marcas rojas. Mh...sí, marcas que indicaban que era mía. Podía escuchar su pesada respiración, que intentaba controlar sin éxito, pero la mía también estaba agitada, y me excitaba tan solo el hecho de tenerla así.
—Ah...Min-k.. —Gimió cuando aumenté la velocidad. Oh, mi nombre se escuchaba tan bien en sus labios en estos momentos.
Una parte de mí quería follarla tan fuerte que la hiciera gemir y gritar. La otra parte quería torturarla aún, no dejar que se corra. Empecé a mover nuevamente mis dedos de forma lenta, obteniendo un quejido de respuesta.
—¿Qué? —Susurré con una sonrisa, sabía que no podía verme, pero me encantaba que me dijera lo que quería.
—Nh.. Más rápido —Se sonrojó al decirlo, no había nada más caliente y tierno que ella en este mundo.
Saqué mis dedos, volviendo a introducirlos con más fuerza, haciendo que su espalda se arquee, y no pueda evitar gemir. Sí, por más gemidos así haría lo que fuera necesario. Moví mis dedos dentro y fuera de ella sin cambiar de ritmo, cada vez más rápido. Sus gemidos eran cada vez más notorios, y aunque a veces la veía intentar morder su labio para evitar gemir, no lo lograba.
Me di el lujo de admirar su cuerpo, estaba agitada, estaba sudando, pero estaba jodidamente sexy. Empecé a besar su mandíbula, bajando por su cuello, hasta llegar a sus pechos, pasé mi lengua sobre uno de sus pezones, obteniendo un gemido de aprobación como respuesta. Me lo metí a la boca, comenzando a succionarlo levemente, sin dejar de entrar y salir de ella con mis dedos, llegando a acariciar su clítoris con el pulgar. Sentí como su cuerpo empezaba a temblar, estaba por llegar.
Gimió mi nombre al llegar al orgasmo y sentí que solo con eso podría llegar yo también. Me mantuve dentro de ella por unos segundos, y al salir soltó un pequeño gemido. Se veía tan tierna así, podría mirarla toda la noche, pero tenía otros planes para ella.
La tomé de las muñecas por la banda rosa de cabello, haciendo que se acomodara en el centro del sofá, dejando sus manos sobre su pecho. Me quité las bragas, lanzándolas a un lado y coloqué mis rodillas a ambos lados de su rostro, mordiendo mi labio inferior. Ella levantó las manos aún atadas, logrando acariciar mi espalda y cintura de una forma lenta.
No tuve que decir nada más que ahogar un gemido cuando sentí la calidez de su lengua contra mi feminidad, ya estaba tan mojada por tenerla a ella gimiendo mi nombre y no creo que podría aguantar mucho. Empezó a explorar con su lengua cada parte que podía, de forma lenta, joder, me estaba torturando de la manera en que yo lo había hecho con ella. Pasó su lengua con fuerza sobre mi clítoris, haciéndome tirar mi cabeza hacia atrás, gimiendo. Uh...recién está comenzando y ya estoy gimiendo. Mis caderas se empezaron a mover lentamente al ritmo de Noiz, y ella soltó una pequeña risa.
—¿Quién es la golosa ahora, rosita? —Murmuró, acariciándome nuevamente, logrando hacer que mi cuerpo se estremezca.
—Noiz... —Mis mejillas estaban ardiendo, pero por suerte ella no podía verme.
Ella se calló por un momento, abrió la boca para lo que yo creía que iría a hablar, pero en vez de eso, mordió mi clítoris de forma suave, pero igualmente me produjo pequeñas sacudidas que recorrieron mi cuerpo, ya estaba cerca de venirme. Dejó de morderme sólo para succionar mi clítoris con fuerza, arrancándome un gemido.
—Joder... Noiz —Jadeé, tomándola por el cabello, tirando suavemente de él.
Cerré los ojos para concentrarme, no, no podía correrme aún. Su lengua me acariciaba cada vez más rápido y sus labios me atrapaban una y otra vez, succionándome, haciéndome estremecer, haciendo mis piernas temblar.
Pensé en Noiz, la Noiz que me había jugado una broma horas antes y había terminado empapada en barro por su culpa, la misma Noiz que por alguna razón apareció en mi casa, era la misma Noiz a la que lancé un balde de agua helada y la misma Noiz que ahora estaba debajo mío, arrebatándome gemidos.
De repente, sentí su lengua entrar en mi, esa sensación invadió todo mi cuerpo en un segundo. Sus manos me acariciaban de una forma tan reservada, tan contrario a como su lengua entraba y salía de mi interior, haciéndome arquear la espalda sin quererlo. Tomé de su cabello con más fuerza, tirando mi cabeza hacia atrás. Joder, ya no podía aguantar mucho más tiempo.
Tiré de su cabello una vez más, al sentir el orgasmo acercarse, mis piernas temblaban y estaba a punto de tocar el cielo. Ella soltó un pequeño gemido, sentí sus uñas clavarse en mi cintura. Mierda, nunca me había sentido así con nadie, nunca había tenido las ganas de terminar tan rápido.
Y con un último gemido, mi vista se nubló por completo.
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¿Cuáles son los shippeos que más les gustan? ( ͡° ͜ʖ ͡°) A mi me encanta Renao, pero en el cuerpo de Ren en Rhyme, es más sexy u_u.
