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only maya goes to heaven

Cassey Adams jamás había sido problemática. Nunca había buscado provocar a las personas, sin embargo, parecía que los conflictos acudían a ella automáticamente.

Recordaba el infierno que había vivido durante los tres años de preparatoria, cuando por accidente le tiró encima un yogurt a Everly Collins en el uniforme. Intentó disculparse de mil formas, pero la porrista solo había entendido una señal: su sentencia.

Fue entonces que, día a día, ella y sus seguidoras encontraban la forma de hacerle la vida imposible. Empujándola, humillándola, maltratándola.

Aun así, Cassey nunca había buscado vengarse.

Ni siquiera lo pensó cuando, al revisar su bandeja de mensajes de texto, había recibido seis fotos de Everly Collins besando a Stan Lucas en las gradas del campo de fútbol. Simplemente no podía procesarlo.

Sabía que la abeja reina de la escuela tenía un rey, y ese rey era Louis Tomlinson. Ni siquiera había pensado en la posibilidad de un engaño entre ellos.

Pero era verídico, lo comprobó al revisar la calidad de las fotos. No había edición, no había trampa.

"Haz lo que tengas que hacer" fue todo lo que el anónimo dejó en el mensaje. Y a pesar de todo, Cassey no sabía qué hacer.

Intentó llamar al número anónimo para pedirle una explicación. La llamada ni siquiera entraba.

A Cassey no se le ocurrió más que recoger sus pertenencias, y salir huyendo de la escuela con una bomba en el móvil.

•••

Es de noche, y en lugar de entrar a su casa, Harry se encuentra corriendo por el vecindario. La respiración agitada se le engancha al pecho cuando decide parar y tomar aire.

—¡No puedo creerlo, Niall!—dice por enésima vez—. La has liado, la has cagado. ¡No me jodas!

—No sé cuántas veces tengo que disculparme por lo mismo—el fantasma flota sobre él—. ¡Harry! ¡Tienes que darte prisa!

—¡Y una mierda!—grita él, rojo de frustración—. ¡Teníamos un trato y lo rompiste! ¡Acordamos hacerlo a mí manera!

—¿Y qué querías que hiciera? ¿Qué me sentara a observar tu fracaso? ¡Harry, ellos no sabrán que fuiste tú!

—Si fui yo o alguien más no importa—dice— ¿Qué no entiendes? La estabilidad de Louis depende de esa relación—exclama.

—¿Ah, eso crees? Pues perdóname, porque parece que Louis estaría mil veces mejor sin ella.

Harry se tira de los cabellos.

—Escucha, no tengo tiempo para esta mierda. Enserio, Niall. Deja de cagarla y dime que vamos en la dirección correcta.

—Sí—asegura—, según su expediente, está a dos cuadras más. Número 12.

Harry continúa su camino, a punto de explotar de enojo.

•••

—Solo llama al timbre, di que vienes por tarea o algo—dice Niall cuando están en el patio de la casa Adams.

—Oh, qué gran plan, Niall. Un chico llamando a mitad de la noche para ver a una chica por "tarea", y dices que el paleto soy yo.

El fantasma chasquea la lengua.

—¿Tienes una mejor opción? Quiero oírla—se cruza de brazos.

Harry se muerde un labio, pero rodea la casa para ir al jardín trasero. Hay una ventana, asume que se trata de la habitación de Cassey por el color rosado de las cortinas.