AMOR PROHIBIDO

En Busca Del Paraiso

Narra Hayli

Es doloroso perder a alguien que confiaba más en ti que en su propia familia, metí la pata como nunca antes, traicioné su confianza, ignoré lo único que me pidió, el demonio interior me ganó conquistando lo más prohibido, es mejor sanar lejos de aquí, terminaré el segundo semestre en mi antiguo colegio, así no habrán más problemas en la vuelta de la esquina y no tendré a una amiga con hermanos super tiernos y lindos.

Arreglo mis maletas con una tristeza inmensa, mi tía me ofrece tener clases en un colegio de aquí serca pero no, es seguro que me los seguiré encontrando por ahí y será peor, me odian, yo igual lo haría, Andorra es mi única solución, menos mal no vendí la casa. Observo a mi hermano que corre a abrazarme, él se quedará aquí, debo estar sola, meditar, estar emocionalmente estable.

-Te extrañaré, ya no tendré más capítulos de la novela Haylinski- pone cara triste.

-Idiota.- se me llenan los ojos de lágrimas.- Esa familia me cambió.

-Seguro te recuperas, vamos te ayudo con eso.- toma mis maletas para dejarlas en su auto.

Me despido a duras penas de mi tía y hermano, los echaré un montón de menos, son mi familia que siempre estarán ahí para darme aunque sea un pequeño aliento de apoyo.

Cierro la puerta dejando lindos momentos, hora de irse sin antes hacer una breve parada en el trayecto al aeropuerto.

Dejo chocar el viento contra mi rostro para que sequen las lágrimas que volverán aparecer una y otra vez, a ver si ahora empiezo por fin de cero y no la cago, porque esas ganas de llorar, el nudo en la garganta que tengo es la impotencia de no poder arreglar esos corazones rotos por mi y te sientes la peor persona del mundo.

Se detiene frente a la casa, bajo con los sobres en mano, toco la puerta un par de veces aparece sorprendido, de seguro no me esperaba para nada, me abraza.

-Supe todo.- se encoje de hombros.

-Soy una cabrona.

-No, tú hiciste hasta lo imposible por Bella, te dispararon por defenderla, le arreglaste la vida a esa familia, te lo deben.

-No me perdonarán, ten esto.- le entrego los sobres.- Este es para ti y el amarillo para que se lo des a la familia, ojalá están los cinco cuando se lo leas.

-Y por qué no sé lo das tú.- hace una mueca.

-De seguro Justin o Bella lo queman antes de leerlo.- reímos.

-Los conoces demasiado bien.

-Mejor que a mi misma, se lo que odian, sus miedos, sus secretos, muchas cosas y Bella tiene el miedo a quedarse sola, protejela y apoyala, ella te quiere mucho.

-No te vayas, todos te necesitaremos un montón.- se le ponen los ojos rojizos.

-Ya morí.- lo abrazo.- Adiós Ian, espero no perdamos el contacto.

-Adiós amiga, cuidate mucho, te pondré al día de todo.- me abraza otra vez.

Bien es hora de irme para siempre de Madrid, las cosas no salieron como me las esperaba, pinté un dibujo en mi mente que sólo fue en blanco y negro, nunca se produjo algo colorido.
Adiós hermosa ciudad, quedan recuerdos dolorosos enterrados aquí.

Narra Justin

No dejo de extrañarla, me dejó mal de todo, me enamoré perdidamente como nunca antes, han pasado varios días desde que supe que estuvo con Sebastián y todas las noches sueño con ella, se instaló ahí para atormentarme con su belleza, por fin entiendo lo que se siente que te rompan el corazón, andas quebrado por dentro, no te dan ganas de nada, quieres mandar todo a la mierda y dejar de sentir el dolor en el pecho.