35-En El Fondo

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Me tiembla la mano para disparar, tengo mi propia arma, necesito volver el tiempo a los 14 años y retomar desde ahí para que nada de esto pasara así.
Ando en estado de shok, hija de sicarios, quien lo diría, la violencia literalmente corre por mis venas.
Nos dio una serie de documentos con registros de cuentas, números telefónicos, direcciones de casas, en fin, todo un mundo oculto.
Realmente tengo miedo de una recaída, necesito explotar de alguna manera sin hacer daño ni hacerme a mi tampoco.
Es que no tengo derecho a ser feliz?, no quiero ni imaginar que vendrá después. Solamente me quedan mis hermanos, las chicas y bueno Ian ahora por lo visto, es realmente tierno, creí que iba a huir con lo que le conté.
Camino por la orilla del mar fumando un cigarrillo, no quiero volverme adicta, me encanta la brisa que choca contra mi cuerpo, encuentro un lugar hermoso en el cual me siento.
Observo a unos chicos que juegan fútbol, se ven tan felices, deben tener 10 años de edad, pensar que algún día fui así con Justin y Sebastián.

Sin duda esta chica no me deja sola, de seguro teme que algo malo pase.

-Ya me tenías preocupada.- se sienta a mi lado.

-Necesitaba pensar.

-De que ahora tienes la herencia o que tus padres matan.

-Me estás jodiendo, voy a matar a Aitana.- apreto mis manos.

-Oscar me lo contó y sin querer escuché lo que no debía.- levanto mis hombros.

-Secreto.- levanto mi dedo meñique.

-Ya tú sabes.- sonríe juntando los dedos.- Tú no fumas.

-Los problemas si, estoy agotada de todo, este año me ha tocado muy terrible excepto por ti.

-A veces las personas buenas son las que te destruyen sin querer.- desvía la mirada.

-Dudo que tu lo hagas.- la abrazo.

-Uno nunca sabe lo que pueda pasar, nunca se planea.- acomoda mi cabello detrás de mi oído.- Jamás pensaste que Ian te iba a gustar, dejen de lado eso de los amigos no se tocan.

-No puedo, va contra mi ser.

-Piensas estar toda la vida ocultandoselo, hay un punto donde querrás salir con él, andar libre.

-No quiero pensar en un futuro que quizás ni sea real.

-Pues vivamos el presente.

-Ahora me dirás que te pasa a ti, estás muy rara.

-Tuve una charla con Ian, me hizo hacer frente hacia los problemas para lograr conseguir algo de bienestar, tengo que ir a la cárcel, me consume el miedo de ver a ese hombre a la cara.

-Entonces te acompañaré, ese sitio es terrible.- me da un escalofríos.

-Has ido?.

-Justin estuvo una semana ahí por lo de la chica que yo maté, se culpó, entonces como fue en defensa propia quedó libre.- pongo mi cabeza en su hombro.

-Matar suena una palabra demasiado fuerte.

-Nadie la mandó a meterse con él, sabía lo que pasaría, pero aún así lo hizo delante de mis narices, la hubiese perdonado sí Justin la provocó, pero ni eso, ella le insistió.

Pone cara de preocupada al ver que Arsa? viene corriendo hacia nosotras.

-No me gusta la expresión que trae.

Llega cansada respirando rápido, se afirma del hombro de Hayli.

-Es Aitana, empezó a vomitar sangre, luego se desmayó y están en el hospital de la ciudad.- apenas le sale la voz.

Nos ponemos de inmediato de pie, damos paso muy rápido hasta llegar a casa, sólo está Ian sentado afuera en el borde de la piscina algo triste.
Ya es demasiado, mi hermanita se tiene que poner bien, de seguro es un virus que se ha pegado por ahí.
Llamo a los chicos pero no recibo respuesta alguna, más tenso se pone el ambiente, al fin y al cabo esto es para darme cuenta que tengo un corazón que vela por el bienestar del resto.

Me contengo en sus brazos, acaricia con la punta de sus dedos mi cabello dando tierno besos en mi frente, es tan bueno como para hacerlo sufrir, debe tener alguien 24/7 pero entre tantas me ha elegido a mí, la más prohibida y problemática que puede haber, con ciertos traumas que tengo que superar.

Por fin aparecen pero sin mi hermana, con una cara que les llega al piso, tienen cansancio en su ser.

-Quedó allá, deben hacerle un par de exámenes.- suspira Hakan agotado.

-Esta familia está maldita.- cierro mis ojos.

Subo al balcón resignada, lágrimas caen haciando mi vista borrosa, estoy sumergida en el océano, cada vez que logro salir a la superficie llega algo que me vuelve donde justo estaba antes o me envía más abajo aún estando en el fondo, ojalá nunca hubiese nacido para este sufrimiento, ya sólo falta que Hayli me traicione y literlamente me ahogo.
La impotencia no la aguanto.
Golpeo como loca la pared dando fuertes puñetazos imaginando que es un saco de boxeo.
Logra frenarme, miro mis manos sangrando, ni siquiera siento dolor, hace que la mire, esta con los ojos algo llorosos, caigo sentada contra la pared mirando el cielo.

-No puedes hacerte esto, me provocas un dolor inmenso.

-Necesito desaparecer para no sentir más.- la observo.- Cómo lo haces para no estar así de jodida.

Se gana al frente de mi cruzando sus brazos, niega jugando con su anillo.

-El dolor que siento me lo guardo sacandolo en forma de ayuda, saliendo a correr, gritar, cantar, así libero todo lo que paso día a día, hay veces en que estoy muy jodida pero salgo adelante y tú señorita no serás la excepción, bastante habías durado sin un ataque como este.

-Por favor Hayli, tanta paciencia me tienes?.

-Mucha, ven que te curare esas heridas, odio verte así.- hace que me siente en la cama.- Ya vas a cumplir 18, serás una adulta responsable, inteligente, buena con el resto, nada de andar haciendo cosas idiotas.- me desinfecta las heridas.

-Auch duele.- me quejo.- Para eso estarás tú, me guiarás por el buen camino.

-Nunca se sabe lo que puede ocurrir de aquí a unos meses más, quizás ya no esté serca de esta familia de problemáticos.- sonríe.

-Todos te adoramos, no podríamos dejarte ir.

-Ojalá sea así.- me pone las vendas.

Siento que me quiere decir algo con esas palabras, anda rara como cuando le gustaba ese chico que tenía novia, no la entiendo a veces, es como que se despide sin que nadie la heche.

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Mucho sufrimiento!!

AMOR PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora