2-Nuevos Aires

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Narra Hayli

Dejo correr la brisa por mi piel, suspiro muy feliz, por fin un nuevo comienzo dejando atrás el molesto pasado, es hora de empezar un camino diferente al de antes, aunque es difícil, colegio nuevo, ciudad nueva, espero tener amig@s, en fin, empezar de cero.

Miro a mi hermano pequeño Andrés, tiene 8 añitos, sin él ya estaría en una depresión, yo tengo 18, hemos sufrido mucho, mi madre falleció hace sólo un mes, piensas que jamás se acabará y que estará ahí para apoyarte pero de pronto te la arrebatan, así que nos venimos a vivir con mi tía Tamara y mi primo Oscar a Madrid.
Por fin llegamos luego de casi cuatro horas de viaje, además mañana entro a clases lo único que pido es que sea un buen día, diferente a los que he tenido hasta ahora.

-Abajo pequeñín.- hago que se ponga su mochila.

Tomo los bolsos y bajamos del auto que pagamos, miro a mi alrededor, no venía aquí desde los 10 años, ha cambiado bastante, me gusta este sitio.
Camino hasta la entrada y toco la puerta, sonrío al ver la pulserita que me dio mamá a mis 15, desde ese día jamás me la he quitado, la extraño demasiado.

-Hayli.- me abraza mi tía.- Como estás cariño, adelante pasa.

-Muchas gracias.- entramos en la acogedora casa, suspiro recordando viejos tiempos.

-Tu tienes que parar de crecer.- le revuelve el pelo a Andrés.- Anda ve arriba a buscar a Oscar.

Miro la pared, camino hasta esta y veo la foto de mamá con mi tía.

-Son recuerdos hermosos.- sonrío triste.- Adoro su sonrisa.

-Es difícil perder a alguien cuando eres demasiado joven y peor si es tu madre, mi hermana era la persona más buena que había.- me abraza.

-La extraño demasiado, me sabía comprender, no tenía ningún secreto con ella.- lloro en su hombro.

-En normal, ha sido hace muy poco, sabes que tú eres una hija para mí y te ayudaré en lo que sea.

-Gracias tía.- limpio mis ojos.- Lo peor de todo fue como murió.

-Venga no me hagas llorar.

Escucho a alguien bajando las escaleras, quedo sorprendida mirando a Oscar, está super cambiado. Es tres años mayor que yo, tiene 21, lo adoro es como mi hermano mayor.
Corro a su encuentro, me toma en sus brazos dando vuelta conmigo.

-Por fin estás aquí, ahora si que podremos salir de fiesta.- me besa la mejilla.

-Pues claro que sí.- golpeo su hombro riendo.- Como has cambiado, supongo que tienes novia.

-La tengo, va en tu colegio y creo que es tu compañera, mañana la conocerás, se llama Esperanza.

-Que bueno primito.- juego con su pelo.

Toma mis bolsos, lo sigo para saber cuál es mi habitación, está muy linda, le tengo que dar mi toque y queda genial.
Me deja para que me arregle, ordeno mis cosas, cuelgo la foto de mamá conmigo en la pared, no puedo creer que ya no esté. Mi tía me recuerda mucho a ella, siempre tienen una sonrisa en su rostro.

**

El cansancio está invadiendo mi cuerpo, ya es tarde.

-No quiero ser mal educada, pero mañana tengo clases.- me paro de la mesa.

-Tranquila hija, ve a descansar el viaje fue largo.- sonríe amable.

Subo las escaleras llegando a mi cama, arreglo mi pijama pensando en el día de mañana, es raro ser la nueva en último año, camino hasta la ducha, me relajo con el agua tibia cayendo por mi cuerpo, esto es lo mejor.
Me tomo mis pastillas y me voy a la cama, de apoco mis ojos ya no dan más abiertos hasta que se cierran.

AMOR PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora