20-Imposible

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Narra Ian

Termino de tomar un vaso de leche, toca mi trote nocturno, todas las tarde/noche corro 5 kilómetros para mantenerme en forma, soy muy aficionado del ejercicio, me hace desestresarme de la universidad y de los problemas que tengo en mi vida.
Coloco  mi teléfono en el brazo, conecto los auriculares y comienzo a mi rumbo, me voy al ritmo de la música.
Ella no quiere Gucci ni Padra Fendi ni Louis Vuitton, no le importa jacuzzi limusinas ni mansión, pensaste que con toda la plata tendría su corazón, pero con letras dulces me la llevo a mi sillón.

Me dejo llevar, continúo al ritmo por la ciudad, saludo sonriendo a la gente de siempre, ya se acostumbraron a verme pasar por aquí, llego al parque como de costumbre para hacer estiramientos y algunas flexiones, me llama la atención una chica rubia sentada en un banco, por lo general sólo vienen adolescentes a jugar fútbol. Me acerco más, está fumando un cigarrillo, levanta su mirada, vaya sorpresa.

-Me estás siguiendo.- sonrío sentandome a su lado.

-Necesitaba despejarme un rato y probar esto, la verdad que ayuda bastante a relajarse.- bota humo.

-Has ejercicio, créeme que es mucho mejor relajante que eso que te está matando.

-Tú que estás haciendo aquí, no me digas que te mando Justin?.

-Vengo aquí todas las tardes trotando desde mi casa, jamás me mandaría Justin a buscarte.- me quito la camiseta para mojarla y refrescarme un poco.

-Pues el ejercicio te está dejando muy bien marcado.- mira mis abdominales mordiendose el labio.- Mi hermano acaso no confía en ti.

-Sabe que puedo hacerte caer en mis brazos.- pongo mis manos afirmadas en la muralla y comienzo flexiones de brazos.

-Por favor, si la que te tiene loquito soy yo.- ríe poniendo una pierna sobre la otra.

-La otra noche eras tú la que no me dejaba tranquilo, por tu hermano que no acabamos en tu cuarto.

-Ian hay algo que yo no me acuerde haber hecho?.

-Me comiste esto sabrosos labios, te subiste sobre mí, querías que, bueno ya sabes que querías, no voy a entrar en detalles.- me gano en posición para hacer crunch de brazos cruzados.

Me mira sorprendida con ojos y boca abiertos como platos, se rasca la cabeza.

-Estas jugando conmigo cierto, no es verdad.- se pone de rodillas en el pasto y afirma mis piernas para no levantarlas.- Tus ojos son muy preciosos.

-Por toda mi familia te prometo que es verdad, por qué crees que Arsa y Hayli se reían cuando preguntaste que te había pasado al lado de la ceja y mis ojitos te cautivan guapa.

-Se supone que me golpee con la mesa o no.- choca con mi rostro, me esquiva la mirada cada vez que lo hago al llegar donde ella.

-Te golpeaste si, pero fue cuando yo te saqué se encima de mi para que Justin no viera en la situacion que estábamos, el te mandó a acostarte luego de que nos besaramos en la habitación de Aitana, volviste al sofá donde estaba yo, esa noche sólo querías tener relaciones sexuales conmigo, ambos lo queríamos.

Se pone de pie mira hacia otro lado, no se lo cree, suspira tomándose la cabeza, se gana al frente de mi.

-Imposible, yo no puedo, ósea no soy capaz de llegar a eso, me estás tomando el pelo, mientes muy mal la verdad.- mira mi torso.

-El alcohol lo puede todo, a lo mejor así te acuerdas.- la tomo de la cintura con brusquedad y pongo mis labios sobre los de ella, demora en responderme pero lo hace.

Parpadea rápido levantando sus cejas,  la beso esta vez con lengua, pone sus manos en mis pectorales.

-Va a sonar muy raro pero, podrías seguir haciéndolo, es que es imposible que ocurra.

-Que ocurra qué.- me siento en la banca, queda sentada sobre mí.

-Sólo sigue vale, hasta que diga que pares te detienes enseguida.

-No sé que experimento es este pero me agrada muchísimo.

No me lo creo, obedezco su orden activando mi lado apasionado, toma mi cuello intensificando el beso, increíble que Bella esté haciendo esto, conste que ahora no está para nada borracha, nuestras lenguas juegan juntas, entremedio le doy unas mordidas a esa boquita tan irresistible, sus manos se pasean por mis abdominales, bajo lentamente a su cuello succionando de este, se hecha hacia atrás disfrutandolo, mis manos las pongo debajo de su chaleco, se estremece al sentirlas frías, paso las yemas de mis dedos por su cintura hacia arriba llegando a esos melones. Miro su rostro y tiene los ojos cerrados esperando que siga con mis labios, depósito besos mojados en su clavícula, su cuerpo es pura adrenalina que por dentro me atrapa, paso mi lengua sobre su boca sabor fresa, sonríe dándome una larga succión de labios, le desabrocho el brasier, pongo mi mano en uno de sus pechos masajeandolo, necesito una habitación.

-Imposible.- quita su chaleco, se pone de pie y me lleva a un banco donde está totalmente oscuro rodeado de árboles y en la esquina de las murallas, es perfecto, nos sentamos tal cual estábamos, desabrocha cuatro botones de su blusa.- Continúa.

-Buena idea.- deboro su boca.

Un momento, realmente está probando algo conmigo, me gusta ser su experimento, dirigo mis labios a uno de sus pechos, muerdo y tiro de su pezón, ella se comienza a moverse sobre mí miembro.
Su teléfono prende la pantalla sonando.

-Lo había olvidado.- se baja de encima de mi, hace que le abroche el brasier mientras ella arregla su pelo, toma su chaleco, me da un apasionado beso igual al de la otra vez.- No sabes cuanto te lo agradezco, ya sabes que esto nadie lo debes saber, adiós Ian, ya nos veremos.- se despide y se va.

Joder Bella me tiene bien loquito al final, veo escondido detrás de un árbol, la ha venido a buscar su novio, las coincidencias de la vida, aunque no entiendo que era imposible que pasara, almenos hice que se olvidara de toda la tragedia que está pasando con Arsa.
Me acomodo mi polera, esto jamás lo vi venir, me devuelvo corriendo a casa.

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Uhh vaya vaya!!

AMOR PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora