Baile

117 9 3
                                    

El festival se acercaba, los concursos y bailes eran el centro de atención en todo Avonlea, por consecuencia a eso, la señora Rachel Lynde y su esposo se encargarían de enseñarnos a nosotros los jovenes "novatos" cómo hacerlo y así no pasar algún ridículo el día del festival.

Tuvimos un ensayo muy ameno, aunque también hubo momentos de tensión como lo fué cuando Ruby nos asombró a todas cuando dijo que estaba embarazada solo por tocar sus manos con las de los muchachos, aún peor, ella soltó en llanto cuando bailó con otros chicos que no eran Moody, ¡El amor joven está lleno de drama!. No iba a negar que en el fondo de mi corazón, me alegraba del romance entre mi amiga y el chico del Banjo, suspiré entre pensamientos al saber que yo nunca tendría la oportunidad de tener ese tipo de cosas, mis pecas y mi cabello rojizo lo dificultaban todo. Si fuese como Diana todo sería mejor, ¡es el ser más hermoso que mis ojos han visto en mis 16 años de vida!.

Caminé hasta el círculo de baile que se me asignó y no me dí cuenta de nada hasta que la música comenzó, parpadee perpleja cuando las vueltas de 8 tiempos comenzaron y unos ojos color avellana me veían como si fuese lo más hermoso del mundo. Justo así miraba a la naturaleza, como ese toque tan romántico que me caracterizaba.

Dejé escapar una sonrisa un poco confundida pero emotiva, Gilbert Blythe me tenía sin cuidado.
La amistad puede evolucionar cuando se es correspondida de ambas partes.

Omití esos pensamientos mientras dejaba que mis pies se movieran al ritmo de la melodía y solté una pequeña risa cuando el chico que raptaba mi atención y mis suspiros tomó mi mano de manera romántica e impulsiva solo para quedar junto a él, dejando a un Charlie Sloane algo confundido.

Continué bailando entre risas y miradas compartidas hasta que me dí cuenta que solo importábamos él y yo, me sentía como Elizabeth Bennet bailando con el Sr. Darcy, así nos describía, porque de alguna manera, ellos se odiaban y terminaron casándose. Obviamente eso no iba a pasar o evitaba pensar en el futuro lejano, tal vez imaginaba algo como un futuro más cercano y real. Increíblemente es que cuando pensaba en el futuro, estaba él.

Mi Anne de 13 estaría muy decepcionada de mí por tener esos pensamientos y más cuando el protagonista era Gilbert Blythe, el chico que juré odiar para siempre. ¡Qué tonta fuí al no darme cuenta!, Estaba evitando que las cosas fluyeran y eso no era muy honesto de mi parte.

Decidí hace algunos meses que debía dejar pasar lo que tuviese que pasar y éste era el momento indicado para tener esa charla con él, me sentía lista y segura.

La melodía se detuvo y le dediqué una reverencia a mi pareja de baile actual, sonreí y me acerqué un paso a él. Diana se metía en mi subconsciente con las palabras:

"Las chicas también pueden dar el primer paso".

Carraspee para que él dejara de mirarme como si fuese de cristal, seguía sonriendo.

–Sr. Blythe, ¿cree que pueda acompañar su andar hacía su hogar?– dije con seguridad y confianza, amaba chantajear a mi mente con ese positivismo para evitar que las malas vibras arruinaran mi momento.

–Señorita Shirley-Cuthbert, creo que la forma correcta es si yo puedo escoltarla hacia SU hogar– dijo divertido en lo que se alejaba de mí al ir por sus pertenencias.

Me quedé estática en mi lugar hasta que Diana de acercó para despedirse, corrí para colocarme mi sombrero y mi gorro, unos ojos volvían a estar sobre mí, voltee mi cuerpo y volví a verlo.

–¿Nos vamos Anne?– dijo el azabache acercándose a la puerta para abrirla con cuidado.

Reí inconscientemente y asentí para salir hacia el exterior.

Llevábamos unos cuantos meses coqueteando entre nosotros, con la llegada de Sebastian y Mary, todo había cambiado entre las familias de ambos, ahora los Shirley- Cuthbert eran el complemento perfecto para los Blythe-Lacroix. Éramos una familia especial, no necesariamente debíamos de tener un lazo de sangre para serlo, una familia comparte el espíritu.

–Emm... Si... Gilbert, quería saber si tú... Ya sabes, tal vez no de la manera romántica pero bueno, un poco si quieres, solo si a ti te apetece tomarlo así porque tú más que nadie sabe qué mi deber es ser esposa de la aventura pero no creo que quiera bailar conmigo en el festival, porque la aventura no es una persona sino un ...ahora solo estoy balbuceando, perdón – me dí cuenta de mi error y bajé la mirada un tanto apenada por ser así.

Gilbert solo me miraba y reía cuando eso pasaba, no sabía si eso era bueno o malo así que me encerraba en mí misma para no averiguar lo correcto.

–Anne... Anne Shirley-Cuthbert, ¿hay una posibilidad de que tú, mi mejor amiga, esté invitándome a ser su pareja de baile en el festival?– detuvo su andar como si eso le sorprendiera, yo hice lo mismo solo que unos pasos más adelante. Antes de girarme tomé una respiración muy profunda y un coraje para aceptarlo.

–No solo pareja de baile en el festival, tal vez,solo si tú quieres... Podríamos ir como acompañantes del otro a tal celebración, no sé, tal vez jugar algunos juegos, competir entre nosotros, compartir un helado...– jugué con las trenzas que llevaba ese día para evitar sentirme un poco atormentada por la confesión que resultó ser mi discurso.

Sentí como él se acercaba a mí y tomaba mis mejillas para hacerme verlo, verlo a sus malditos y hermosos ojos avellana.

–Me encantaría ser tu pareja de festival, creo que te me adelantaste un poquito porque yo iba a proponerte lo mismo– dijo todo eso de manera tan calmada y natural que me sorprendió.

–¿Ya lo habías pensado?, Cómo es que se te ocurrió el que querías que te vieran conmigo al lado tuyo, siendo yo alguien tan horrenda con estas pecas y este cabello tan horrible–

–Vuelves a decir eso sobre tí, Zanahorias y juro que te voy a odiar por despreciarte a tí misma–

–Wow wow wow, calma, estoy trabajando en ello, además, no creo que sea necesario el volver a esa época oscura de nuestra amistad– me encogí de hombros –Entonces... ¿Irás conmigo al festival y podremos bailar juntos también?–

–Si, eso acabo de decir, será un gusto ser tu pareja de festival– ~tal vez también ser tu pareja de siempre~

–No sabes lo feliz que acabas de hacerme con eso, Gilbert Blythe– en un impulso desesperado besé su mejilla y caminé rápido por el sendero para ocultar el rubor carmín que hacía juego con mi cabellera.

Él me alcanzó momentos después y así caminamos hasta su hogar, lugar donde Marilla ayudaba a Mary a cuidar de Deli.

Platicamos amenamente sobre cosas triviales y compartimos un par de abrazos entre nosotros.

Tal vez fué una buena decisión el dejar que todo fluyera en la vida si es que Gilbert Blythe está en ella, como pretendiente (en la mente de él) y como un igual (en la mente de ella).

------------------

Entregas nocturnas son mi pasión

Espero les agrade esta historia y agradezco muchísimo la oportunidad que se dan al
leer me :")

Les agradezco muchísimo

Los ama
Moonbianks ❤️

Chances  [AWAE One shots] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora