Esta es mi historia ¿Y la tuya?

Capítulo 12: Los tres mosqueteros

¿Cómo empieza este nuevo capítulo de mi vida? ¿Quién iba a decir que iba a cambiar tanto de rumbo? ¿Cuántas locuras nuevas nos esperan?

Todo empezó hace ya dos meses, cuando la depresión que tengo no paraba de consumirme. Cuando era tanta la desesperación y confusión que tenía que nada de lo que pasaba por mi cabeza era claro.

Un día, alguien apareció y se ofreció totalmente a ayudarme con eso, con lo que me pasaba con Lucas y el enredo de sentimientos que tenía hacia él.

Al igual que Mora, todo el tiempo me decían que no valía la pena que sufriera de esta manera, que no tenía sentido, que seguir llorando por él no me llevaba a ningún lado.

Pero de repente, todo cambió y logré levantarme. Todavía no puedo creerlo, ni puedo entender cómo fue que pasó tan rápido.

Pablo una tarde no se sentía bien y lo invité a participar de una video llamada con Mora, para que los tres estuviéramos distraídos. Creo que si no me había terminado de hundir en todo este tiempo, era por mi amiga que me hacía reír siempre en cada conversación que teníamos.

¿Cómo describir a mi nuevo amigo? Es imposible poner en palabras lo que significa para mí, y menos es posible entender cómo en tan poco tiempo se volvió alguien a quien no me gustaría perder en absoluto.

Es el chico más sensible y sincero que conocí alguna vez. Es de esas personas que no te quieren ver mal y van a luchar hasta conseguirlo, porque él es así, no se rinde ante nada. Fue lo suficientemente fuerte para levantarme a mí, siendo que él tampoco estaba bien.

En fin, esa misma noche, decidimos volver a hablar los tres juntos. Esta vez la llamada duró casi siete horas. SI DIJE SIETE HORAS. Él claramente iba y volvía porque estaba con unos amigos, pero creo que fue la noche en la que más me divertí después de tanto tiempo sin poder esbozar una risa tan sincera.

Al terminar la noche, nos encontramos con que Pablo había creado un grupo de whatsapp llamado "Los 3 mosqueteros". Y desde ese momento, supe que tenía un grupo de amigos, uno al que iba a cuidar y brindarles todo el amor que tengo para dar. (Pobres no me aguantan más).

Seguido a esto, comencé a descubrir acciones o actitudes de Lucas que antes no conocía ya que solamente tenía la versión que él había decidido venderme. Pero el dolor y todo lo que yo sentía por él continuaba fuerte en mi corazón.

Hasta que la situación no dio para más. A los días de pasar mi noche totalmente borracha y destruida, Lucas se mostró preocupado, pero no tanto como Pablo y Mora. Entonces decidí que lo mejor era no hablar más.

Mi mamá se enteró de lo que había pasado esa noche, y hubo un momento bastante feo en el cual me dijo que se sentía muy preocupada por mí, que no quería angustiarse más por todo lo que me pasaba y bueno cosas que dicen las mamás.

Yo superada por todo, le pregunté a Pablo si podía ir a su casa a verlo. Él me dijo que sí, y desde ahí comprobé su incondicionalidad.

En realidad fue antes, cuando Lucas lo invitó a su casa a verse con dos chicas más, y Pablo al saber que yo estaba mal, y sabía que yo iba a ponerme mal al enterarme que él había estado allí, decidió quedarse conmigo y con Mora haciendo video llamada. ¿Quién hace eso? ¿Quién cambia a su mejor amigo por una chica que solo está triste y que apenas está conociendo?

Escribo esto y los ojos se me llenan de lágrimas. Siempre sensible nunca insensible.

A los días de ir a su casa, él vino a la mía por unos problemas que estaba teniendo. ¿Cómo no ayudarlo y escucharlo? Si ya sentía que lo conocía desde siempre.

Pero no solo eso, a los días vino él con Mora y Lucas a mi casa. Si, estuvimos los cuatro juntos en el garaje charlando, yo con Lucas sobre todo lo que a mí me pasaba con él y acordando que solo íbamos ser amigos, que yo iba a intentar dejar de lado mis sentimientos y todo eso. Y por otro lado estaban mis ahora dos mejores amigos charlando de sus cosas, y supongo que también de nosotros dos.

Ese día fue increíble, la verdad es que me sentí genial, necesitaba estar con mis amigos, sentirme bien de nuevo, contenta, contenida.

Todo terminó en un problema con mi mamá. Pero eso no importa.

El fin de semana próximo a ese, era el día del amigo, así que decidimos juntarnos los cuatro para festejarlo. Yo fui a buscar a Mora a su casa y nos encontramos en lo de Pablo. Lucas ya estaba ahí con él.

Solo estuvimos un rato juntos, pero fue el mejor que había tenido en un montón de tiempo. Hubo risas, chistes de grupo secreto respecto a Lucas, palazos que yo le tiré que obviamente los ignoró.

Pero el día termino conmigo besándome nuevamente con él. ¡Ay Nina!

Luego de eso, volvimos a vernos con los chicos un día que pasaron por la puerta de mi casa y nos quedamos acá charlando.

Otro fin de semana nos encontramos en la casa de Mora y estuvimos los tres juntos, jugando como si fuéramos nenes chiquitos.

Y este último fin de semana volvimos a estar en la casa de Pablo, los cuatro juntos, jugando a las cartas, siguiendo con los chistes secretos respecto a Lucas, quien solo se reía pero no entendía.

Pablo y Mora se quieren mucho más de lo que nos queremos los tres, y con esto quiero decir que hay bastante tensión sexual entre ellos, cosa que amo, porque sé que no es solamente eso, se quieren en serio, y yo me siento tan enamorada al verlos juntos. ¿Estará bien enamorarse de una pareja de amigos?

Ellos se besaban y yo moría de amor, y no me da vergüenza demostrarlo. Creo que se mueren de risa de verme como una nenita viendo una película romántica de Disney. Pero como diría Mora "me vale pito", son mis amigos y saben que soy esto.

Es muy difícil explicar lo que me pasa con ellos porque creo que jamás había sentido un amor tan fuerte, nunca me había sentido tan querida y acompañada.

Si hoy estoy de pie, si hoy yo me siento bien, fue porque ellos me dieron motivos para levantarme, para volverme más fuerte frente a muchas cosas. A situaciones de la vida, a mi relación con Lucas, a como tomarme algunas cosas. Y estoy segura de que si en algún momento me faltan, puedo volver a caer, pero voy a tener todas aquellas cosas buenas que me enseñaron, que me hicieron vivir en tan poco tiempo.

No tengo más que agradecerles por como son conmigo, por decirme una y mil veces que abra los ojos, por hacerme reír cada vez que me ven mala cara, por hacerme saber cuándo están mal y permitirme ayudarlos.

A Mora ya le dediqué un capítulo, y este te lo dedico a vos Pablo, que cada día que pasa te amo más y más, porque sos mi mejor amigo, el que quiere hacer que pierda el miedo a las alturas, el que hace voces graciosas para tenernos con una sonrisa en la cara, el que me carga a upa porque no quiero caminar, el que busca que todo esté bien entre Lucas y yo, el que a pesar de todo, me va a tener acá, firme como una piedra, porque no me pienso ir a ningún lado, porque todavía tenemos una y mil aventuras que vivir juntos.

Porque somos los tres mosqueteros contra el mundo.