[Basada en la canción de arriba, escuchadla entera o no, hay pequeños spoilers pero a mí me gusta hacerlo, cómo queráis. 😊
Las frases en cursiva están directamente sacadas de la canción.]
Pasó algo más de un año entre aquella primera noche y su siguiente encuentro.
Había sido un año de cambios, lleno de subidas y bajadas.
Afianzó su amistad con algunos miembros del grupo madrileño, les visitaba cuando podía, siempre convenientemente sin cruzarse a Samantha. Aunque sus sueños y pensamientos a veces quedaran fuera de su control y recordaran aquel tono específico del azul de sus ojos.
Amaba su familia y su tierra, pero se cansó de vivir en la monotonía y decidió mudarse para ver si su suerte mejoraba. Convenció a Gèrard, llenó un camión de cajas y alquilaron un piso, que por poco les dejaba en bancarrota, en Barcelona.
Rompió su relación porque no se querían lo suficiente como para intentar la distancia. Y porque si le había bastado con un día para enamorarse de alguien en Madrid, Flavio creía que en Barcelona podría pasarle algo parecido también.
Lo primero era totalmente cierto, lo segundo resultó ser que no.
Llevaban casi seis meses viviendo en la gran ciudad y seguía sin encontrar a nadie. Había tenido citas y relaciones efímeras, pero nada serio, nadie que le hiciera sentir suficiente. Para Flavio siempre se trataba de eso, incluso con sus amistades. Necesitaba conexiones reales para sentirse cómodo.
Y gente apasionada, porque para escribir hay que vivir y hay mucha gente en este mundo que se limita a sobrevivir. Muchos porque no tienen otra opción, el mundo no se cansa de darles golpes. Otros lo prefieren, la comodidad, monotonía y seguridad, por encima del viejo "carpe diem". Y él necesita escribir para sentirse vivo. Por eso sabía que nunca había estado tan vivo como un año atrás, en aquel primer fin de semana en Madrid. Su cabeza y corazón habían estado tan llenos de necesidad por escribir que se pasó todo el tren de vuelta componiendo.
Por eso justo había tomado la decisión de mudarse, pero aún no había encontrado algo (alguien) que le inspirara de tal manera. En ocasiones deseaba coger el primer transporte a Madrid y confesar a la rubia todo lo que había sentido aquella noche, quizás hasta cantarle alguno de las canciones que gritaban su nombre. Pero Flavio era consciente de que se habían hecho daño, y lo mejor que podía hacer era superar lo suyo para al menos poder salir con todo su grupo de amigos algún día.
Por eso, lo que menos esperaba Flavio aquella tormentosa noche de verano, era que Samantha fuera hasta él.
***
Flavio no esperaba que nadie llamara a su puerta aquella madrugada. Gèrard había salido con su pareja, y él había querido aprovechar esa noche para estudiar unas nuevas partituras de piano que había encontrado recientemente. Su compañero de piso tenía llaves, y en principio pasaba la noche fuera, pero supuso que habría pasado algo con ese plan, quizás debido a los relámpagos que iluminaban la habitación.
Al otro lado de la puerta, en cambio, encontró aquellos ojos azules que había intentado olvidar. Sin embargo, estos carecían de su brillo habitual y estaban rodeados de un oscuro círculo negro difuminado. Sus dientes castañeaban. Una chaqueta fina rodeaba sus hombros, pero no había bastado para frenar la lluvia, que había calado por debajo de su ropa. Evitó fijarse en como el tejido mojado se pegaba a ella como una segunda piel, centrándose en el temblor de su cuerpo y la inestabilidad de sus piernas.
Miles de preguntas rondaban su cabeza. "¿Qué haces en Barcelona?" "¿Cómo sabes dónde vivo?" "¿Quién te ha hecho daño?" Y, sobre todo: "¿Qué puedo hacer para que tus ojos brillen de felicidad y no por lágrimas atrapadas?" Sin embargo, su cerebro no parecía conectar con sus músculos, porque solo pudo pronunciar su nombre, con voz quebrada y débil.
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Forelsket {flamantha}
FanfictionForelsket [Noruego] 1. La euforia que sientes cuando te enamoras. [Colección de mis historias flamantha: one-shots, au's, songfics...]