—Tus seguidores quieren que aparezcas por redes.
Samantha sube la mirada al chico sobre el que está recostada. La cuarentena les suponía una hostia enorme a sus carreras, viendo que, a pesar de ser ambos reconocidos cantantes del panorama hispanohablante, una parte considerable de sus beneficios seguían siendo los conciertos. Pero en momentos como este, con ambos negándose a levantarse de su cama, demorando el momento en el que tendrían que responder a los correos y llamadas de sus discográficas, agradecía poder pasar un estrecho indefinido de tiempo encerrada solamente con él.
Flavio tarda un momento en darse cuenta qué su novia espera una respuesta, demasiado ocupado en observarla con devoción. Samantha recibía una gran satisfacción al ver que tras casi dos años de relación seguía quedándose embobado con ella.
—¿Y cómo sabes tú eso?
—Pues porque yo sí estoy activa y encima voy stalkeando, te sorprendería el número de fans míos que también siguen tu carrera.
Al fin y al cabo, lo único que tenían en común de cara al público eran sus amigos en el mundo del espectáculo. Ni la prensa ni sus fans habían descubierto que su relación iba mucho más allá que encuentros fortuitos en eventos.
—¿Sí? ¿Y qué dicen?
—Mmmh... Que los tienes abandonados. Y qué como de increíble tiene que ser con quién estás haciendo cuarentena como para mantenerte tan ocupado. —Esta última frase vino seguida de una carcajada por parte de ambos.
—¿Seguro que dicen eso?
—Bueno, puede que lo de increíble haya sido yo, pero sí están intentando averiguar si te traes algo entre manos con tanto silencio.
—Ay, Samanzi, como te gusta exagerar. —dice el murciano sonriendo mientras ataca a la rubia con cosquillas.
—Ei, deixam! Flavio. —pronuncia ella alargando la o final, fingiendo molestia.
—Vale, vale, ya paro. ¿Y qué cree la experta en redes que debería hacer para calmar a las fieras?
—Alejandra te dijo de hacer un directo para cantar algunas canciones de tu último disco, podrías pensártelo.
—Sí, no estaría mal, la verdad.
—Si quieres puedo ayudarte a prepararlo, yo los hago continuamente.
—Eso también estaría bien.
Samantha le deja un tierno beso en los labios, pero cuando él extiende los brazos hacia su nuca, queriendo profundizarlo, ella salta de la cama deshaciéndose de las sábanas.
—¡Oye, ven aquí! —exclama el chico, indignado.
—Así no va haber manera de empezar el día.
—Y eso sería horrible, ¿verdad?
—Clar, seguro que nos echan la bronca. —intenta razonar Samantha, aunque con poca fuerza ya que mientras lo decía se había ido acercando a su novio hasta estar separados por unos pocos centímetros.
—Una pena, eh.
A Samantha solo le da tiempo de responder vagamente asintiendo con la cabeza antes de que Flavio le acaricie el pómulo con el pulgar y una sus labios. Tras unos segundos, se separa para dejar un reguero de besos a lo largo de su cuello, tirando de ella para que volviera sobre la cama y enredándolos a ambos entre las sábanas.
***
Un día después del anuncio seguía en shock. Eran sus primeras nominaciones en unos premios importantes, y justo se había colado en algunas categorías de las más importantes: Artista Emergente y Álbum del año. De acuerdo, los singles y disco habían hecho grandes cifras, sobre todo para alguien que solo estaba empezando. Pero no se lo esperaba, para nada.
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Forelsket {flamantha}
FanficForelsket [Noruego] 1. La euforia que sientes cuando te enamoras. [Colección de mis historias flamantha: one-shots, au's, songfics...]