Continúa.

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— ¿Estás segura de que esto funcionará? ¿Es decir, los kwamis son inmunes a la magia de Hawkmoth?

—Afortunadamente sí.

Con manos temblorosas abrió la puerta a la casa del Maestro Fu, caminó con lentitud en la oscuridad y escuchó unas voces del otro lado de la puerta, eran sus voces, abrió la puerta como de golpe y entró.

—Maestro Fu, me alegra tanto que esté bien.

El mencionado le abrazó riendo, y entendió de inmediato que venía por ayuda, no es como si otros días fuera para simplemente platicar con él, frunció el ceño ante su pensamiento.

—Bueno, entonces, ¿por cuál kwami se te antoja venir hoy?

—No estoy muy segura, pero, tampoco tengo mucho repertorio, creo que Rena Rouge nos ayudará hoy.

Adrien frunció el ceño al no sentir en sus brazos a la chica. Entonces una voz que reconoció de inmediato se escuchó a través de la puerta, se puso de pie de inmediato y salió.

Ladybug volteó a verle y sonrió.

— ¿Entonces Marinette está bien? —preguntó Alya observando la pequeña caja que se le había entregado.

—La he escondido bien, la tenemos que proteger a toda costa, y si es posible, necesitamos a Rena Rouge para lograrlo.

Nino palmeó su espalda apoyándola. Alya asintió.

— ¿Y cómo es que estás tú aquí, Ladybug? —preguntó Adrien elevando una ceja, le encantaría escuchar la excusa que tenía. Los ojos de la chica se desviaron hacia otro lado y carraspeó.

—Estaba usando el traje cuando sucedió todo —frunció el ceño—. No me queda mucho tiempo, si se me acaba, es posible que desaparezca también.

El rubio sonrió ampliamente y soltó una leve risa desapercibida, asintió, él también tenía que salir de ahí para poder ayudarles.

—Será mejor entonces que nos separemos, si nos encuentra juntos no sería buena idea. Iré a mi casa a resguardarme, podrás llamarme —mencionó dirigiéndose a su mejor amigo, éste asintió.

—De acuerdo... Tengan cuidado, todos.

Saltaron entre los tejados ocultándose en la oscuridad, la chica no tenía muy claro cómo lo iban a derrotar, ni siquiera sabía cómo encontrarlo, o siquiera cómo era que los iba a eliminar, sabía que eliminó a las personas que no la conocían, pero, Alya, Nino, Adrien, ¿cómo era el poder que los desaparecería de la faz de la tierra?

—My lady, estoy sorprendido que usted aún se encuentre entre nosotros —comentó Chat acercándose a ellas, Rena rio.

—Chat, la pregunta aquí es por qué estás aquí, creí que no te vería hoy —lo abrazó de inmediato, alguien más en el equipo, pensaba que tal vez Carapace debió unirse, pero, ya era suficiente arriesgarse a que le pasara algo a Alya.

—Me gusta Marinette.

— ¿Te gusta Marinette? ¿Tú y Marinette se conocen? —Ladybug se ruborizó por completo, Chat por su parte sonrió triunfante y asintió, definitivamente le gustaba y ya no podía negarlo.

—Hablaremos de éso luego, ¿cuál es el plan?

—Oh chica, me encantaría hablar de éso ahora mismo, ¿cómo se conocen? —preguntó intrigante acercándose al chico, éste se hizo hacia atrás.

—No es buen momento Rena —murmuró tomando su hombro para luego lanzarla sobre Chat.

—Es buen momento Chat, gato estúpido, creo que también vas a ser eliminado —gruñó Félix luego de haber lanzado cosas sobre Rena.

—También tenemos que hablar de éso —comentó Rena poniéndose de pie, sabía que el plan había comenzado y salió corriendo de la vista de ellos.

—Marinette, ¿dónde está ella? —preguntó el corazón dolido del joven rubio—. Entreguen a la chica, y podré eliminarla después de ustedes. Entonces todo volverá a ser normal.

La semblante del gato negro se volvió fría y arremetió contra su opuesto.

Ladybug observó la pelea esperando a que el plan de Rena Rouge funcionara, si los sentimientos estaban de por medio, tenía que combatirlos con los mismos.

Entonces una copia de Marinette apareció en los tejados junto con el zorro y un estridente trueno se escuchó por el cielo. Félix soltó un ahogado suspiro acercándose a ella. Su rostro desfigurado por la tristeza la abrazó y atrajo su cálido cuerpo, Marinette le respondió el abrazo y una chispa de celos le recorrió el cuerpo entero a Chat.

Sabía perfectamente que era una copia, pero, ¿por qué sentirse así justamente ahora?

Ladybug aunque no escuchaba lo que Félix le decía a su copia, sentía perfectamente lo que él, tal vez Hawkmoth esta vez no había elegido correctamente, no era enojo lo que sentía, tal vez era arrepentimiento.

La chica bufó en silencio y atacó a Félix tirando el objeto que contenía el akuma.

No era precisamente la victoria que había esperado, pero, era lo mejor.

Ni siquiera ella sabía lo que sentía exactamente por él, de quien sí estaba segura era de la fidelidad del amor que tenía hacia Adrien, algo que ya no podía ocultar.

Semaine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora