CAPÍTULO 9

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SUNMI POV

Al final, aunque me hubiese estado negando durante semanas, Somi y HueningKai dieron una orden de que fuese al médico a ver qué me pasaba y el mismo día que fui, me hicieron unas cuantas pruebas en la cabeza.

Salí de hacerme el TAC y me volví a vestir con mi ropa, quitándome esa horrible bata que me habían puesto para la prueba, después me quedé sentada en la consulta, esperando a que el médico volviese y me dijese algo.

Me distraje explicándole a YunHo por mensaje las pruebas que me habían hecho, había intentado venir, atrasar o adelantar su examen a cualquier otra hora, pero no había podido, aunque aun así me había preguntado que tal todo y parecía preocupado, por eso intenté restarle importancia. Igual le pasó a mi hermano, que justo en ese momento salía de su examen y me estaba preguntando.

-Bueno, SunMi – el doctor entró en la consulta con unos papeles y carpetas en la mano y me sonrió amplio – tenemos que hacer el análisis de todas las pruebas y eso nos llevará un par de días – me explicó sentándose en su enorme sillón – así que te voy a dar hora para dentro de dos días y comentamos los resultados, ¿te parece?

-Sí – dije cruzando una pierna por encima de la otra - ¿hay por qué preocuparse?

El doctor suspiró y tecleó algo en el ordenador.

-No puedo decirte nada a ciencia cierta aun, pero HueningKai y Somi han hecho lo correcto ordenándote que vinieses – dijo sin mirarme.

Yo asentí una vez con la cabeza y esperé a que me hiciese un pequeño informe para que se lo diese a HueningKai y Somi conforme había estado en el médico.

Me dio su tarjeta para que lo llamase si de nuevo me olvidaba de algo o si los dolores de cabeza eran excesivos y después dejó que me fuese.

Salí de la consulta y caminé por los pasillos para encontrarme con mis madres y San, que decía que ni loco me dejaba sola en el medico y se había saltado las clases para ir conmigo.

A él lo vi a lo lejos del pasillo, mirando hacia el otro lado y frente la máquina expendedora, cuando se aseguró que no había nadie que lo viese, le dio dos puñetazos al cristal para romperlo y coger lo que quisiese.

-Te he visto – le dije caminando hacia él sonriendo.

-Es que se ha tragado mis dos pavos, tía – me dijo él ofendido – dos pavos para unas galletas, esto es un robo – negó con la cabeza – si solo vienen cuatro putas galletas, SunMi – dijo indignado y abriendo el paquete.

-Cobras a mil pavos el minuto, San – solté una carcajada - ¿te has enfadado por dos pavos?

-No, me he enfadado porque la máquina se los ha quedado – dijo señalando la máquina rota y luego se me quedó mirando – mil pavos el minuto – rió – y trabajo cuatro horas al día, ser mafioso es el mejor trabajo del mundo.

-Desde luego – dije cogiendo algunas cosas de la máquina para el camino.

-¿Por qué la gente no quiere ser mafiosa? – frunció el ceño – si no hubiese nacido en la mafia, me hubiese metido yo – me pasó un brazo por los hombros.

-Porque somos ilegales y solemos morir – le contesté agarrándole la mano que caía por mi hombro.

-Que va, tía – dijo él – mira el abuelo SuHo, más fresco que unas pascuas el tío.

-El abuelo SuHo va a enterrarnos a todos, acuérdate de lo que te digo – bromeé yo.

-Ojalá sea así – suspiró - ¿qué tal la última prueba?

REFLECTION (Kpop Multifandom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora