CAPÍTULO 22

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SEONGHWA POV

Abrí el envoltorio de la barrita de chocolate que me había dado el tío BeomGyu después de entrenar, me pasé la toalla por los hombros sudados y me metí en la sala de reuniones a esperar que llegase el momento de torturar a ese hombre que salvamos del tiroteo para saber quienes eran y qué pretendían.

Al entrar le choqué la mano a mi hermano, que, aunque podía levantarse de la cama, aún estaba débil de tanto disparo y tanta sangre que había perdido.

Yo seguía pensando que en todo eso había algo muy raro, lo hablé con el abuelo SuHo y él me dijo que intentase que no cundiese el pánico entre los demás, contra más gente lo supiese más posibilidades de que el topo o traidor lo supiese también y sería más complicado pillarlo, así que solo lo hablé con Somi y HueningKai, que aparte de mis mejores amigos eran los jefes.

-Buenos días – el abuelo SuHo entró sonriendo amplio en la sala de reuniones - ¿siguen sin aparecer Kwan, Vernon y Junsun?

-Por aquí no han pasado – dijo Holland sirviéndose el café.

Nosotros nos miramos de reojo, hacía tres días que esos tres habían dicho que se iban "un momentito" a París, pero teniendo en cuenta el historial criminal que tenían, no era para irse de copas por allí.

-Bueno, mi niño, ¿dónde está? – preguntó el abuelo SuHo.

Yo me giré a mirarlo, porque sabía que se refería a mí.

-Aquí – dijeron HueningKai y Daniel a la vez.

-No, vosotros sois Daniel y HueningKai, mi niño es él – el abuelo SuHo me señaló con el dedo y yo le hice un gesto con la cabeza para que hablase – te he comprado la trituradora, está en la sala de torturas, cuando quieras la puedes usar.

-La probaré hoy – le aseguré.

-¿Le has comprado una trituradora? Pero si no es su cumple – mi hermano me señaló con el dedo.

-Ni siquiera su santo – Suzy frunció el ceño.

-Me regalaste una lata de limonada por mi cumpleaños, abuelo SuHo – se quejó Daniel.

-Te gusta la limonada – se justificó el abuelo y reí un poco.

-¿Por qué los mejores regalos siempre van para él? – Hyuna me señaló también.

-Eso no es verdad – el abuelo SuHo frunció el ceño y yo arqueé una ceja con disimulo.

-Le regalaste la moto por su cumpleaños, solo hay tres en el mundo como esa, pero es que, abuelo SuHo, le regalaste las tres – le recordó WooYoung.

-Y a mi una puta limonada en lata – gritó Daniel – y dale la lata a tu abuelo Vernon, a mí déjame en paz.

Yo reí dándome la vuelta para seguir ordenando las carpetas con la gente torturada y tenerlo todo listo para bajar a por ese hombre, sí que era verdad que los mejores regalos del abuelo SuHo siempre eran para mí, que ni siquiera era su nieto de verdad, no había sangre de por medio, pero era así y yo no me quejaba en absoluto.

-Hola, buenos días – justo el abuelo Vernon cruzó la puerta de la sala y nos sonrió muy amplio a todos.

Detrás entraron Kwan y Junsun y dejaron una bolsita de tela en la mesa de cristal, cuando lo hicieron esta se abrió un poco y asomaron unos diamantes.

-¿Habéis ido a París a robar? – preguntó Holland moviendo la lengua por dentro de sus mejillas – a ti te gusta la cárcel, ¿verdad, Kwan?

-Papá, no mejoras – suspiró el tío JaeMin.

REFLECTION (Kpop Multifandom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora