CAPÍTULO 4

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DOYEON POV

Me levanté cuando el despertador me sonó quince minutos antes que cada día, porque ese día íbamos a gastarle una broma a mi padre, así vivíamos todos, los padres nos gastaban bromas a nosotros y viceversa, ese día nos tocaba a nosotros y si teníamos que levantarnos antes, por mucho que nos costase, pues lo hacíamos.

-¿DoYeon? – Elly asomó la cabeza por la puerta de mi habitación para ver si estaba despierta.

-Sí, voy – dije saliendo de la cama y poniéndome bien la camiseta larga, era de mi padre y llevaba durmiendo con ella desde los diez años o así, cuando me iba por los tobillos.

Salí de mi habitación con Elly y vimos a mi madre parada frente a la habitación de Mingi, que tenía la puerta cerrada.

-Es que si está con Somi no quiero despertarlos – nos dijo ella.

-No, no está – dije yo – la vi salir de casa cuando él se durmió – le abrí la puerta.

Yo tenía razón, Mingi estaba solo en la cama y aun durmiendo, fue mi madre la que se acercó a despertarlo.

-Mierda, se me olvidó poner el despertador – dijo revolviéndose en la cama y estirando un brazo para abarcar el resto del colchón - ¿y Somi?

-Se fue – le dije yo – me dijo que tenía que madrugar y no quería despertarte – le expliqué.

-Ah – se sentó en la cama y frotándose el pelo - ¿papá sigue durmiendo?

-Como un tronco – le aseguró mi madre.

Mingi se levantó de un salto, porque adoraba tanto como nosotros gastarle bromas a nuestro padre, así que nos pusimos manos a la obra, preparamos la bocina y comenzamos a poner cosas en la cama, la tostadora, colchonetas de la piscina, bicicletas, puertas de armario, todo bien colocado alrededor y por encima de mi padre sin despertarlo.

-Que sueño más profundo tiene el tío este – rió Elly.

-Esperad – dijo Mingi entrando con unas esposas a la habitación – vamos a atarlo – se las puso en una muñeca y atadas a la bicicleta – ya está – miró a nuestra madre.

Mamá cogió la bocina y la acercó al oído de papá para apretar el botón y hacerla sonar.

-Momo, la alarma de incendios, ya está, la niña le ha vuelto a prender fuego a la casa – empezó a gritar mi padre y cuando se movió todo se le acabó de caer encima, atrapándolo – cabrones – nos miró y soltamos una carcajada – sacadme de aquí.

-Bueno, cojo la tostadora y nos vamos a desayunar, ¿vale? – le dije a mi padre cogiendo la tostadora de entre todas las cosas.

-¿Cómo habéis puesto ahí la mesa sin que me de cuenta? – nos gritó.

-Cosas de mafiosos, papi – le dijo Elly dándole un par de toquecitos en la cabeza.

-Oye, no os vayáis – dijo removiéndose – que me habéis atado a la bicicleta, no os vayáis – gritó cuando todos salimos de la habitación – niños, estáis castigados todos, esta noche solo una bola de helado para cenar.

-Uf, creo que me voy a morir del super castigo – bromeó Mingi bajando las escaleras delante de mí.

Yo reí y todos desayunamos mientras mi padre intentaba salir de la habitación, no pensábamos sacarlo, un día nos tuvo encerrados a los tres en un armario oscuro dos horas, se lo merecía.

Al acabar de desayunar, mi padre aun no había salido de ahí y yo me fui a la habitación, me tocaba entrenamiento así que me vestí con unos pantalones negros y cortos ajustados y por el ombligo, con un top deportivo del mismo color y una chaqueta corta de deporte, en realidad no era corta, pero al tío Jeno se le había quedado pequeña y yo la acabé de cortar, después me até el pelo naranja en una coleta alta y me desinfecté el piercing del labio.

REFLECTION (Kpop Multifandom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora