Cassie
—¡Es hoy! ¡Es hooooy!— grité emocionada levantándome de mi cama.
Me bañé y me cambié. Me hice una coleta alta con un listón blanco.
Bajé y le pedí ayuda a mi papá con mi baúl que bajó con magia.
—¡Vámonos que se nos hace tarde!— grité con el cabello naranja por la emoción.
—Es verdad vámonos Matt— apuró mi papá saliendo de la casa.
Llegamos a la estación de trenes y mi papá y mi hermano pasaron por la pared entre la plataforma 9 y 10.
—Vamos yo paso contigo hija— me sonrió mamá.
Corrimos las dos y pasamos, era el tren más hermoso que había visto.
—Wow— me asombré ya con el cabello negro.
Llegamos con Matt y mi papá y él y mamá nos abrazaron.
—Ma... má no puedo... Respirar.
—Perdón, te vamos a extrañar mucho— dijo con los ojos cristalizados.
—¡Mamá! ¡No llores porque me vas a hacer llorar a mí también!— dije con la voz un poco temblorosa.
—Perdón es que no puedo evitarlo, mi chiquita se va a Hogwarts.
—Nosotros también los vamos a extrañar pero ya terminen de despedirse porque se nos va el tren— se burló Matt.
Después de despedirnos de nuestros padres, Matt y yo subimos nuestras cosas y nos subimos al tren.
—Yo voy con mis amigos, busca un compartimento y quédate ahí hasta que lleguemos ¿si?— me dijo Matt.
—Espera... Ya me dejó hablando sola— dije para empezar a buscar un lugar.
Caminaba por el pasillo distraída cuando choqué con alguien y caímos al suelo.
—Oh... ¡Disculpa!— dije levantándome y dándole la mano al chico con el que choqué.
Tiene el cabello negro y unos hermosos ojos verdes.
—No hay problema— dijo aceptando mi mano— Soy Albus Potter.
—Un gusto, soy Lilianne Queen— le sonreí amigablemente.
—Está bien, y... dime Anne... ¿Te puedo decir así cierto?— preguntó un poco nervioso.
—Claro.
—Bueno... ¿Ya tienes lugar?— me preguntó.
—No... Eso es lo que estaba haciendo cuando choqué contigo— dije riendo un poco.
—Puedes venir conmigo si quieres.
—Sí, muchas gracias— le dije sonriendo.
Llegamos a un compartimento dónde había una chica pelirroja con el cabello un poco más abajo de los hombros, ojos azules y muchas pecas en la cara.
—Anne ella es mi prima Rose Weasley— la señaló.
—¡Un gusto! Me llamo Lilianne Cassiopeia Queen pero puedes decirme cómo gustes— la saludé con la mano.
—Un gusto Cassie— dijo ella.
Después de presentarnos, llegó un niño rubio con ojos grises
—¡Hola! ¿Puedo sentarme aquí?— nos preguntó amablemente.
—Si pasa, ¿Cómo te llamas?— le pregunté yo.
—Soy Scorpius Malfoy ¿Y ustedes?
—Yo soy Lilianne Queen, él es Albus Potter y ella es Rose Weasley— contesté señalandonos. Él solo sonrió y se sentó a mí lado. Resulta que los papás de Albus y Scorpius eran rivales de jóvenes pero ahora se llevan de maravilla y al igual que sus padres ellos se hicieron muy buenos amigos en tan poco tiempo.
—Y ¿en qué casa quieren quedar?— les pregunté.
—Yo espero quedar en Gryffindor con mis primos— dijo Rose.
—Yo en Slytherin— contestó Scorpius.
—Yo no lo tengo claro todavía...— dijo Albus haciendo una mueca.
—No te preocupes, de todos modos en cualquier casa que quedes será genial— lo consolé.
—Gracias Anne, y ¿tú en qué casa quieres quedar?— me preguntó Albus.
—Mi papá estuvo en Gryffindor y mi mamá y mi hermano en Ravenclaw pero yo quiero estar en Hufflepuff— le sonreí.
—¿Tienes un hermano?— preguntó Scorpius.
—Sí, se llama Matthew y va en cuarto— dije.
—Va en el mismo año que mi hermano James— dijo Albus.
—¿Tienes hermanos?— pregunté yo.
—Dos de hecho, James es el mayor, luego voy yo y por último mi hermana Lily— contestó él.
—¡Tú hermana se llama igual que yo!— me emocioné.
Así seguimos hablando de nuestras familias, la familia Potter/Weasley es muuy grande, de lo que nos gustaría hacer después de Hogwarts, y Rose y Albus nos hablaron de que debíamos tener cuidado con los merodeadores 2.0 porque le hacían bromas a todos, yo les hablé de que soy metamorfomaga y estuve varios minutos cambiando mi apariencia para hacerlos reír, también compramos y comimos muchos dulces del carrito.
Cuando ya casi llegábamos los chicos salieron para que Rose y yo nos pusiéramos el uniforme y viceversa.
El tren paró y nos bajamos para ir en las barcas hacia el castillo.
—¡Conviértete en Scorpius de nuevo!— pidió Rose.
Hice lo que me pidió e imité su voz.
—Soy Scorpius Hyperion Malfoy y soy un rubio teñido— dije haciendo reír a Rose y Albus y que Scor me mirara mal.
—Soy rubio natural— se indignó sacándome la lengua.
—Ajá lo que tú digas— dije sarcásticamente haciendo que Scorpius me diera un sape.
—¡Auch!— me quejé mientras Albus y Rose sólo reían.Cuando llegamos al castillo, el profesor Longbottom nos explicó lo de la selección y entramos al comedor. Empezó a llamar a los alumnos y yo dejé de escuchar mientras veía con admiración el techo del comedor, no fué si no hasta que llamaron a mis amigos que empecé a poner atención.
—Malfoy Scorpius Hyperion— dijo el profesor y Scor subió y se sentó.
Apenas rozó su cabeza el sombrero gritó.
—¡Slytherin!— todos los de esa mesa aplaudieron.
—Potter Albus Severus— Albus subió y el profesor puso el sombrero en su cabeza, se tardó unos segundos pero al fin gritó.
—¡Slytherin!— todos se quedaron callados y después empezaron a murmurar.
—¡Wuuu Albus!— grité aplaudiendo y haciendo que todos voltearan a verme.
—¡¿Nunca habían visto a alguien felicitar a su amigo o que?!— les grité y todos dejaron de mirarme.
Albus sonrió y se fue a sentar a su mesa.
—Weasley Rosebud Jean— pasó al frente haciendo una mueca al escuchar su nombre completo y le pusieron el sombrero que después gritó.
—¡Gryffindor!
—Queen Lilianne Cassiopeia— hice una mueca de nervios y subí para que me pusieran el sombrero.
—Mmm interesante... Otra Queen, tienes el valor de un Gryffindor pero no... Eres ingeniosa pero no tanto como para estar en Ravenclaw...
*Oye! ¿Me estás diciendo tonta?* Pensé.
El sombrero me ignoró y siguió hablando.
—Si... Ya se estarás mejor en...
¡Hufflepuff!— gritó el sombrero y yo me levanté sonriendo orgullosa para sentarme con mi casa.
Después de que terminó la selección, apareció la comida... ¡CUANTA COMIDA TAN RICA!
Empecé a tomar pasta, puré de papa, pastel, pay de queso y un vaso de zumo de calabaza, y empecé a comer... Cabe aclarar que como muuy rápido. En ese momento algunos de los que estaban a mi lado en mi mesa se me quedaron viendo.
—¿Qué?— pregunté con la boca llena.
Todos apartaron la mirada algunos un poco asqueados y yo seguí comiendo, que se metan en sus propios asuntos, si yo quiero comer rápido que les valga ¿no?
Cuando terminó la cena, el prefecto de nuestra casa nos llevó a la sala común y nos explicó cómo entrar y de que lado están los dormitorios de los chicos y las chicas.
Entré en el dormitorio que tenía mi nombre en la puerta y me encontré con que mis cosas ya estaban ahí y mis compañeras todavía no llegaban. Como nadie había llegado, agarré la cama a un lado de la ventana y me fuí al baño a ponerme mi mameluco de jirafa y mis pantuflas de pato, ¿qué? Me gusta mi pijama.
Agarré un libro muggle y me puse a leer en mi cama. Minutos después, llegaron tres chicas de mi edad, una era rubia, bajita y con los ojos azules, otra de ellas era como de mi estatura, pelirroja y ojos verde olivo y la última era castaña, de estatura media y con ojos color miel.
—¡Hola! Soy Lilianne Queen— me presenté levantándome de la cama y sonriendo.
—¡Me encanta tu pijama! Yo soy Victoria Cooper, ella es Sabrina Jackson y ella es Alexandra Scamander— dijo la pelirroja señalando primero a la castaña y luego a la rubia.
—¡Gracias! la compré en una tienda muggle— sonreí.
Empezamos a hablar y nos llevamos muy bien, Alexandra y yo descubrimos que tenemos muchas cosas en común y nos reímos mucho. Ellas se asustaron un poco cuando mi cabello se hizo amarillo cuando me reí mucho pero luego les expliqué lo de mi metamorfomagia y se calmaron.
Nos dió sueño y nos acostamos a dormir temprano para que mañana no se nos hiciera tarde para ir a clases.
Fué un día largo y emocionante...
ESTÁS LEYENDO
𝓑𝓻𝓮𝓪𝓴 𝓽𝓱𝓮 𝓬𝓾𝓻𝓼𝓮 | (en proceso)
FanfictionBTC | ...-¿la maldición de los Potter? ¿qué es eso? -no les hagas caso, no es nada importante. -¿que no es nada importante dices? -para mi no. -no me importa para quien es importante, díganme que es porfavoooor. -claro yo te digo pequeña, la maldici...