Sᥙbᥲstᥲ | ᴷᵃᶰᵉᴴᶤᵈᵉ [Pausada]

La Luna y el Sol.

—Las flores son muy lindas en esta época del año— Murmuró Hide tras ver los rosales llenos de vida junto a una gran variedad de plantas que albergaba el jardín.

—Sí, están es su apogeo debido a la futura llegada del verano— Comentó Hinami quien regaba las flores. —Por cierto, quería hacerte una pregunta...—

—Dime, Hinami chan— Hide motivó a la chica a seguir hablando, mientras mostraba una leve sonrisa.

—Dentro de una semana es el festival de la luna y la llegada del verano en la ciudad...— Empezó a decir ganándose la atención del mayor —Y supongo que soy la única a la que le gustaría asistir, así que quería saber si gustarías acompañarme...—

—¿Un festival?— Hinami asintió. —Claro que me gustaría, aunque no sería malo preguntarle a los demás—

—Tienes razón— La de cabellos avellana sonrió. —Seguro que convencerás a nii san de asistir—

—...No te garantizo nada— Musitó el rubio.

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—Pero ¿Por qué no puedo salir?— Preguntaba Hide con una mueca de inconformismo ante la negación del albino.

—Es peligroso Hide, además eso iría en contra de mis propias reglas, ¿para qué quieres vagar por allí si lo tienes todo aquí?— Kaneki respondió tajante a lo último.

—Pues por lo mismo. Quizá yo tengo 'todo' lo que necesite pero ¿Qué hay de los demás? Digo, si todo estuviera tan bien como aseguras ¿Por qué tendrían que robarte?— Soltó el rubio. —A parte, Ayato dijo que vendría conmigo junto con Isao y Jena— Añadió pero la expresión de Kaneki no cambió.

—¿Y a ti por qué te importaría? Eso no es asunto nuestro y no es algo que puedas resolver. Esos no son más que unos ambiciosos e inconformistas, no hay nada que se pueda hacer por ellos.— Declaró a secas.

—Quizá a ti no te importa...— Murmuró el de ojos cafés siendo ignorado por el de ojos grises. —Pero yo quiero ayudarlos porque me importan, porque a pesar de todo, ellos sí son humanos. Me iré junto con ellos sin importar lo que digas, amigo mío— Las últimas palabras las dijo con frialdad para después dirigirse a la salida de la habitación, siendo seguido por el contrario.

—Hide, esp-— Muy tarde, el rubio le había cerrado la puerta justo en su cara.

No estás equivocado Kaneki kun, los ghouls somos seres inconformistas porque una vez que degustamos la jugosa carne, siempre ansiamos más, y tú... No eres la excepción.

—Tch... Basta de tus jueguitos...— Murmuró Ken.

¿Dejarás que alguien más se coma a tu presa?

—Él no es una presa—

Sabemos que eso no es verdad.

—No me importa lo que pienses...—