FNAF 6/SB: El Escape [ESP. VER]

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Chapter 1. Fourth Stage.
"The Escape"
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[Palabras: 1184]
[Duración: Corto]

Nos situamos en la pizzería, entre el polvo y los escombros que el fuego causó. Las mesas destrozadas, las paredes rotas y los posters quemados y pulverizados. El escenario cubierto de escombros y cenizas, y la oficina destruida, con trozos de la pared y metales y destrozos por todos lados.
De pronto, entre dos pedradas de mármol, una mano se asoma con fuerza y desesperación, intentando apartar las rocas de encima suya.
Una mano esperanzadora con la fuerza de mil titanes, de color blanco y rosado logró apartar las piedras dejando mostrar al pequeño Helpy jadeante, con un ojo tuerto, rasguños y la mandíbula ligeramente destruida.

Lo primero que hizo el pequeño tras levantarse, fue buscar rápidamente su destrozado y un poco aplastado sombrerito, una vez hecho eso, le dió palmaditas para limpiarlo y ponérselo en su cabeza.
Se trataba de Helpy, el pequeño ayudante y fiel a la franquicia.
Alzó la mirada a su alrededor casi soltando un grito de pánico.

– M-M-M-MI PIZZERÍA!! - Exclamó espantado.

Todo estaba hecho trizas, con un fuerte olor a quemado y polvo grisáceo que cubría todo a su alrededor como nieve en invierno.

– Oh no!! Las cámaras!! Mis juegos!! LOS ANIMATRONICOS!! Necesito mirar como están!

Desesperado y preocupado echó a correr, con sus pequeñas y débiles piernas se le hacía difícil escalar por los escombros, los cuales algunos eran el doble de grandes que él.
Ser uno de los animatronicos más pequeños que la franquicia ha tenido, no es fácil de llevar.

Finalmente llegó a la sala principal, posando sus ojos en lo que era el gran escenario, ahora cubierto de bigas de metal, rocas de la pared, cables y muchas cenizas.
Rápidamente fue corriendo a asegurarse de que nadie hubiera salido herido, pero tristemente, muchos de los animatronicos habían sido aplastados y destruidos entre las rocas y el metal, separados en partes o derretidos por el calor de las llamas.
Helpy lloraría, si no fuera porque no tenía lágrimas.

Sus ojos se posaron en una ligera luz entre las piedras, una luz dorada.
El osito se acercó curioso al brillo.

Se trata de la cabeza de uno de los robots, Helpy al ver que uno de sus compañeros seguía despierto, no dudó ni dos segundos en ayudarlo a quitarse todas las rocas de encima.

– Oh Foxy! Estaba muy asustado!

Con su ayuda, el zorro pudo librarse de la presión de las rocas, y aunque estaba herido y dañado, aun lograba mantener consciencia. El zorro le miró interrogante de las acciones del pequeño oso, este habló como si entendiera al rockstar.