FNAF 6/SB: El Escape [ESP. VER]

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Chapter 3. Fourth Stage.
"The Past"
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[Palabras: 2823]
[Duración: Extenso]

El cielo se había ennegrecido en nubarrones de lluvia que anunciaban tormenta.
El auto se detuvo cerca del local de Fredbear's Family Dinner. El conductor mantenía fija su vista en la pequeña niña que saltaba cerca de la ventana, dentro del vehículo el hombre debía apurarse si quería que no llamara la atención de nadie.

Afton, estacionó el vehículo cerca del ventanal, subiéndolo ligeramente en la acera. Abrió la puerta para salir, esto atrajo la atención de la niña.
El hombre ni siquiera se inmutó en sacar las llaves del restaurante, él sabia fríamente lo que debía hacer. Cerró la puerta del coche sin sacar las manos de su espalda en donde ocultaba un afilado cuchillo.

Seria su primera victima. La pequeña Charlotte confiaba en que William la ayudaría, pero aquello solo seria el amargo sabor de la traición.

"¿Que hace aquí a la intemperie de tal tempestad?"

Las palabras manchadas de veneno corrosivo y malas intenciones, el asesino miraba silenciosamente el alrededor.
Nadie por la derecha, nadie por la izquierda, nadie por la ventana. Estaban a solas, ¿Cierto?

"¿Tu padre... no puede oírte ni verte?"

Un escalofrío subió por la columna vertebral de Afton, tratando de contener una traviesa sonrisa que se le escaba ligeramente. Los nervios le devoraban por dentro, estaba tan cerca de conseguir su cometido, pero...
¿Era acaso lo correcto?

No le importaba.

En cuanto tuvo la oportunidad, no la desperdició, aprovechó al máximo cada segundo para jugar cruelmente con la vida de la niña antes de asesinarla.
El cuerpo de la joven cayó al suelo entre agonizantes desangramientos y sollozos.
Pero nadie podía oírla.

Él, lo había conseguido, las manos manchadas de carmesí, temblando e hiperventilando ligeramente, lo había hecho, había asesinado a una persona, a una inocente niña.
Sin que ella tuviera oportunidad, sin que ella pudiera hacer nada para evitarlo.
Entró en pánico ligeramente al ver la sangre derramándose por el suelo, pero poco a poco esos temblores desaparecían. Lagrimas salieron de sus ojos entre silenciosas risas ¿Por que había hecho eso?
Comenzó a culparse a si mismo. Era un asesino, había arrebatado una vida a una pobre niña.

Rápidamente corrió al auto, para esconderse a dentro, manchando el volante de sangre.
Iban a encontrarlo, iban a arrestarlo, iban a condenarlo, y nada podía hacer a cambio.
¿Cierto?

Cuando llegó a su casa se encargó de limpiar la sangre sin que su familia supiera. Sin perder la calma, actuaba completamente frio aunque la presión lo aplastaba internamente.
Se encerró en su habitación sentándose en el escritorio. Empezó a culparse por dentro, era un monstruo, había arrebatado una vida.. Tal y como le hicieron a su hijo.