One-shots Haikyuu

(AoHina) El significado de un clavel rojo

Se acerca el verano. El verano es bueno para los negocios. Eso pone a Aone Takanobu de buen humor.

No es que le han dicho que cualquiera podría darse cuenta de eso por su rostro.

Con una altura y un peso como el suyo su presencia física es lo suficientemente intimidante sin tener en cuenta su falta de cejas “un rostro de delincuente” le habían dicho en muchas ocasiones.
Pero gracias al delantal que tiene puesto hace que su apariencia sea más amable , adornado con el logo de la florería ( Bluebell Flowers).

Solo quedan cuarenta minutos para el cierre, y está limpiando los tallos desechados de un ramo que acaba de vender, cuando entra un nuevo cliente sorprendente.

El cliente es más bajo y tiene un aspecto tierno, pero Aone se siente inexplicablemente asustado cuando lo llega a ver de cerca.

¿Es miedo la palabra correcta? Los nervios que siente no están relacionados con la incomodidad social, al menos.

¿Este hombre o chico? ¿Es un...yakuza?

Cabello naranja rebelde (¿teñido?) Se asienta sobre los ojos ámbar. Lleva una camiseta sin mangas, mostrando tatuajes de media manga en ambos brazos.

¿Alguna vez Aone ha visto a alguien con tantos tatuajes fuera de una película de acción? No puede recordar.

Aone supera su conmoción para pensar sobre su cliente.

«Este tipo conoce el significado de sus flores»

Un crisantemo amarillo (rechazo amoroso) florece sobre la totalidad del hombro derecho del hombre, extendido con sus pétalos largos y estilizados. Debajo de eso, el hibisco rosado (bienestar y alegría) se dispara en posición vertical con sus largos estambres. Las violetas ( simplicidad y sencillez) , sus pétalos oscuros contra el amarillo y el rosa. La hierba enredada crece del codo del hombre, oscureciendo la fresia infantil y los alegres dientes de león.

Uno se distrae de examinar el otro brazo por el comportamiento del cliente. Se para frente a una exhibición de flores, se inclina, retrocede, niega con la cabeza, pasa a la siguiente exhibición y repite el patrón.

Finalmente, habiendo atravesado toda la tienda, se para en el medio y pone su cara entre sus manos.

El corazón de Aone se rompe en un millón de pedazos con solo mirarlo.

Sale de detrás del mostrador y se coloca junto al cliente poniéndole una mano en el hombro izquierdo repleto de camelias rojas por enamorado, blancas por espera y amarillas por anhelo.

¿Y si la persona que representan estas flores esta...?

Permanecen así en silencio durante varios momentos, la respiración del cliente disminuyendo a un ritmo más constante bajo la palma seca de Aone.

–Gracias–dice el cliente por fin. Su voz es encantadoramente juvenil, pero demasiado profunda para que él sea realmente joven. Y de todos modos ¿qué padre permitiría tatuajes como este, aunque fueran hermosos?

Aone duda antes de hablar–Acaso…–busca las palabras adecuadas. –...¿Perdiste a alguien?–

Aone se alegra de carecer fluidez para hablar ahora, porque “¿en un tiroteo?”no surge tras la pregunta que le hizo al joven a su lado.

El cliente se sobresalta, levanta la vista de sus manos y mira a Aone, con los ojos muy abiertos.

–No…–dice el cliente, procesando las palabras. –No solo–niega con la cabeza.
–El perro de mi amigo acaba de tener cachorros–. Él suspira–Es una gran ocasión. No sé lo que...–extiende los brazos, mirando la tienda –Es apropiado.–