One-shots Haikyuu

(Atsuhina) Los colores de la vida

Atsumu tiene un problema.

Tampoco es un problema pequeño, un gran problema de "esto-va a-tener-graves-consecuencias ".

No es un problema con el que haya lidiado antes. No es la dama presumida con el vestido que no le queda bien mirándolo mientras toca su reloj, diciéndole que no puede esperar otros 30 minutos para su arreglo de flores, y que lo necesita ahora, aunque le tomó alrededor de una hora decidir lo que quería e insistió en ver casi todos los tipos de flores en la tienda.

No es el hombre que claramente ha olvidado un aniversario importante pidiendo algo súper elegante, sino que solo unas flores que parecen caras pero no lo son. Realmente espera que quien fuera que sea la pareja del tipo recupere el sentido pronto y considere brevemente dejarlo.
El resiste; consume la mayor parte de su considerable fuerza de voluntad, especialmente después de que el mismo tipo reserva una mesa en un restaurante que Atsumu sabe que es una mierda, pero lo hace.

Ni siquiera es el hecho de que se acerca el día de San Valentín, y si tiene que hacer otro ramo de rosas para otro adolescente de ojos saltones y sonrisas, se va a arrancar los ojos con una cuchara.

No, es la mujer frente a él. Tiene veintitantos años y sostiene una foto de lo presumiblemente que es ella y sus amigas con vestidos formales muy bonitos. Ella está de pie a la izquierda de una mujer baja de cabello castaño con un vestido de novia largo hasta el suelo.

Oh, ha estado esperando esto durante tanto tiempo, de quien Atsumu se enteró recientemente que es su mejor amiga y está a punto de casarse. el amor de su vida en dos meses. ¿El problema? Le pidió a Atsumu que se asegurara de que las flores no chocaran con los vestidos.

Porque no pueder ver los colores. Su amiga si. Pero él no.

Ahora, para ser justos, esto es más un efecto secundario del problema principal. Pero todavía está vinculado periféricamente, por lo que Atsumu se siente bien en su derecho a estar molesto. Asiente con la cabeza y hace todos los ruidos de agradecimiento apropiados, mientras Makoto repasa toda su colección de fotos previas a la boda. Lo está matando por dentro, pero es su culpa por seguir una carrera que involucró servicio al cliente.

Si se saliera con la suya, nunca dejaría el taller en la parte de atrás, y Yachi-chan estaría en el mostrador a tiempo completo. Excepto que Yachi es un ángel demasiado bueno para este mundo y no le haría eso, no importa cuán grande se esté poniendo la vena en su cabeza.

Makoto finalmente guarda su teléfono y le sonríe.

"Gracias por toda tu ayuda Miya-san. ¡Eres tan afortunado!" ella suspira y Atsumu se prepara para lo que sabe que viene, "No puedo esperar para que encuentres el tuyo así como yo con el mío algún día. Cómo hizo-"

"Lo siento Makoto-san, pero creo que escucho sonar el teléfono," la falsa sinceridad gotea de su voz "y odiaría tenerte más tiempo del necesario. Me pondré en contacto contigo cuando las flores estén listas, ¿de acuerdo? Que tengas un buen día."Ella parece sorprendida por el abrupto despido, pero asiente, le da las gracias de nuevo y se va.

El resto de la tienda está en silencio, por lo que Atsumu no se siente culpable en absoluto por deslizarse a la habitación trasera y gritar en sus manos.

"Ummm, ¿estás bien Atsumu-san?" La voz tranquila de Yachi de alguna manera atraviesa los gritos ahogados, y levanta la cabeza para verla frente a él, su amable rostro arrugado por la preocupación.

Es un monstruo.

"Estoy bien Yachi-chan, los clientes son molestos, eso es todo".

"Oh...si necesitas un descanso, puedo salir al frente un poco ".  ¿Yachi en el mostrador delantero sola?. ¿Con una semana para el día de San Valentín?